AÑO: 1933
DURACIÓN: 100 min.
PAÍS: Estados Unidos
DIRECTOR: Merian C. Cooper, Ernest B. Schoedsack
GUIÓN: James Ashmore Creelman & Ruth Rose (Idea: Edgar Wallace)
MÚSICA: Max Steiner
FOTOGRAFÍA: Eddie Linde, Vernon L. Walker, J.O. Taylor (B&W)
REPARTO: Fay Wray, Robert Armstrong, Bruce Cabot, Noble Johnson, James Flavin, Sam Hardy, Frank Reicher
PRODUCTORA: RKO Radio Pictures
GÉNERO: Fantástico.
Definitivamente una de las cintas más emblemáticas, mágicas, imaginativas y sobre todo fantásticas en la historia de la cinematografía es el King Kong del intrépido director Merian C. Cooper (su propia vida serviría para realizar un film se los aseguro) quien al verse seducido por cuestiones meramente aventureras (el tipo era una especie de Indiana Jones que se encontraba fascinado por explorar sitios salvajes, al tiempo que encontraba en la figura de los gorilas gran encanto) logro plasmar algunas de sus inquietudes a nivel plástico y narrativas al realizar dos documentales, Hierba (1925) y Chang (1927) junto a su inseparable colega y amigo Ernest Schoedsack.
Por tal motivo estos trabajos previos fueron de algún modo los cimientos de la obra cumbre de la dupla Cooper y Schoedsack, la cual arrasaría, aterrorizaría y fascinaría a partes iguales al público que hacia el esfuerzo por pagar una entrada en las salas de cine en aquel lúgubre periodo de la gran depresión por la que pasaba Estados Unidos. Pero ¿de que trata King Kong? La historia nos cuenta como un audaz director de cine llamado Carl Denham (Robert Amstrong) arregla los preparativos para filmar su siguiente película en un lugar del cual asegura solo el conoce pues cuenta con el mapa para llegar a este, el nombre del misterioso sitio se lleva el nombre de La Isla de la Calavera.
Sin embargo Denham no le ha dicho a todo el equipo que lo acompaña en la embarcación que su verdadera intención es la de filmar un misterioso monstruo que habita en la Isla, (por lo que esconde en el bote infinidad de explosivos y armas) motivo por el cual se apresura a buscar una hermosa mujer que pueda encarnar a la dama en peligro de su film antes que las autoridades puertarias descubran el cargamento que lleva consigo, y es en esos momentos cuando el hombre se encuentra con una hermosa mujer llamada Ann Darrow (Fay Wray) a la cual le ofrece la oportunidad de convertirla en una famosa estrella, acto seguido la mujer no muy convencida acepta pues su situación es muy precaria (como la de la mayoria de los norteamericanos).
Asi pues la embarcación de Denham parte rumbo a su destino sin saber que se enfrentarán a peligros inimaginables cuando el equipo de filmación, la propia Ann Darrow y John Driscoll (Bruce Cabot) un escritor de teatro que se convierte en otro pasajero por engaños del director, se encuentren filmando un ritual donde los nativos del lugar ofrecen como ofrendas a las mujeres del lugar para calmar la furia del inmenso mounstro al cual llaman King Kong, sin embargo en determinado momento los aborígenes capturan a Ann y la ofrecen al gigante gorila quien se la lleva. Momentos después tanto Denham y John (Cabot) organizan un rescate suicida junto con los valientes marinos para rescatar a la bella Ann sin sospechar que al ingresar a la jungla donde Kong es el rey afrontarán a criaturas que ya se creían extintos en pleno siglo XX, como dinosaurios e infinidad de monstruos gigantescos.
El hecho es que decenas de hombres perecen en el rescate, mientras el intrépido John Driscoll logra salvar a la hermosa Ann (de la cual se ha enamorado) sin contar que el poderoso mastodonte que representa Kong quedará también prendado a la mujer, motivo por el cual este intentará recuperarla a toda costa y por ende lo que le costará su libertad, pues el ambicioso Carl Denham no dejará pasar la fabulosa oportunidad de encarcelar al simio para venderlo como la principal atracción en la Ciudad de Nueva York, pero como el respetable podrá inferir las cosas se saldrán de control cuando el gigante gorila escapa de su cautiverio, dando como resultado solo caos y destrucción.
Creo que una de las principales virtudes del film del tándem Cooper- Schoedsack es sin lugar a dudas la honestidad que transmiten al realizar esta entretenida cinta de aventuras pues lejos de considerar a King Kong como un blockbuster de su epoca hay que decir que este trabajo audiovisual combina de manera eficaz varios ingredientes como el romance, aventura, acción, suspenso y sobre todo unos efectos especiales bastante ingeniosos y adelantados a su época, los cuales corren a cargo del grandioso Willis O´Brien principal artífice de la dificilísima técnica llamada stop motion, un verdadero arte que reta el intelecto, la paciencia y sobre la habilidad manual que por supuesto inspirarían la obra de otro grande como es Ray Harryhausen (quien trabajará con O´Brien en El Gran Gorila de 1949).
Así mismo debo acotar que el guión está bien construido y no dejas huecos argumentales, inclusive se percibe que este es de muchas maneras casi autobiográfico con respecto a los realizadores, basta con analizar el perfil psicológico de los personajes de Carl Denham y John Driscoll los cuales son el equivalente a Merian C. Cooper y Ernest Schoedsack respectivamente, pero fuera de estos aspectos es indudable que el guión es una montaña rusa de emociones que desde el arranque ya no suelta al espectador por lo cual es incuestionable la capacidad de los realizadores para catalizar dicho argumento.
De ahí que no sea casualidad que infinidad de escenas perduren generación tras generación dentro del inconsciente colectivo del espectador que haya gozado de semejante film, pues ya desde la primera aparición de Kong (en la aldea, pasando por las excelentemente montadas y planificadas secuencias de batalla entre el simio y un Tiranosaurio, hasta la ya mítica secuencias de los aviones derrumbando al rey Kong del Empire State) el respetable rompe en asombro (aun en estos días) ante la presencia y personalidad del protagónico, el cual sorpresivamente cuenta con rasgos que se ganan de inmediato la empatía del espectador pues increíblemente este gigante gorila cuenta con motivaciones aceptables como si presenciáramos un nuevo cuento de la Bella y la Bestia.
Incluso era tal la humanización del personaje de King Kong que en su momento la versión que se reestreno en los cines por los años cincuenta (época en la que el pueblo americano vivía en plenitud el american way of life) se tuvo que mutilar la escena donde Kong arranca algunas de las prendas de la vestimenta del personaje que encarnaba Fay Wray cuando se encuentran en el sitio que el gorila tiene por hogar. Ahora bien de los personajes encarnados por actores de carne y hueso debo decir que aunque estos resultan ser simples arquetipos de su tiempo (el héroe, la dama en peligro, un hombre rico con ambiciones monetarias, etc) embonan a la perfección en una historia que lejos de ser un simple escapismo mental contiene entre líneas un discurso bastante incisivo acerca de la intolerancia a todos aquellos que la sociedad considera diferentes, motivo por lo cual el personaje de King Kong se convierte en un símbolo que representa a los oprimidos por lo que no es casualidad que el relato se torne bastante desesperanzador sobre todo en su tercer acto, si no basta con presenciar el contundente final.
En definitiva el King Kong de Cooper y Schoedsack es un film imprescindible, el cual me atrevería a decir que es atemporal y bastante visionario, cosa que se puede notar en su lenguaje visual a través de esos portentosos encuadres, tomas, composición y una fotografía en blanco y negro que no tiene desperdicio, sin embargo no puedo dejar de mencionar los increíbles efectos especiales que desarrolló Willis O´Brien pues gracias a estos el film logra esa magia que será irrepetible (con todo y que la versión de Peter Jackson me pareció bastante solvente) pues estos van desde la creación de maquetas y personajes a escala, la invención de nuevas cámaras para revelar y proyectar la película con el objeto de realizar fotomontajes de los actores reales y demás técnicas que el propio O´Brian invento para esta película (avances que de hecho llevaba desarrolando años atras con sus propios filmes llamados El mundo Perdido y Creacion de 1931, cintas donde las criaturas protagonistas eran dinosaurios los cuales por cierto se usaron para el film de King Kong).
Por tal motivo estimado lector no debe perderse esta increíble cinta la cual indudablemente le hará pasar un buen rato de emociones, tensión y algo de angustia, en pocas palabras los hará vivir una real experiencia cinematográfica además de que comprueba lo que siempre he pensado del pelele de Michael Bay el cual ni con la inversión de miles millones de dólares para gastar en los mejores y mas avanzados efectos digitales puede dotar de alma y algo de dignidad a sus estúpidos robots.
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