viernes, 23 de septiembre de 2011

CINE DE CULTO: THE MOSTER SQUAD

TÍTULO ORIGINAL: The Monster Squad
AÑO: 1987
DURACIÓN: 82 min.
PAÍS: Estados Unidos
DIRECTOR: Fred Dekker
GUIÓN: Shane Black, Fred Dekker
MÚSICA: Bruce Broughton
FOTOGRAFÍA: Bradford May
REPARTO: Andre Gower, Robby Kiger, Stephen Macht, Duncan Regehr, Tom Noonan, Brent Chalem, Ryan Lambert, Ashley Bank, Michael Faustino, Mary Ellen Trainor, Leonardo Cimino, Jon Gries, Stan Shaw, Lisa Fuller, Jason Hervey
PRODUCTORA: HBO / Keith Barish Productions / Taft Entertainment / TriStar
GÉNERO: Terror.



Es inevitable negar la gran influencia cultural que han dejado hasta nuestros días esas fascinantes criaturas que surgieron de las mentes sagaces de aquellos autores que a través de metáforas existenciales sembraron el terror en las mentes de los valientes que se atrevieron a leer esas exquisitas obras literarias del gótico; como Drácula, Frankenstein, La Momia o el Hombre Lobo. De ahí que no pasaría mucho tiempo para que dichos personajes  llegaran a la gran pantalla plateada para volver a aterrorizar a nuevas generaciones y volverse implacables íconos de la cultura pop gracias a la fascinación que destilan sus tormentosas historias y el diseño psicológico de sus personajes, todo esto auspiciado por la ya mítica Universal.

El hecho es que estos personajes han sido reinventados con el paso de los años por lo que en la década de los ochentas tuvieron gran auge las producciones que tenían entre sus filas contaron a personajes como Drácula (en sus diversas encarnaciones), por ejemplo la imprescindible Fright Night (Holland, 1985) reinventaba el mito del vampiro de una manera formidable combinando horror y comedia a partes iguales, motivo por el cual dicha cinta era una heredera directa de aquella obra maestra incomprendida en 1981, del grandioso director John Landis llamada Un Hombre Americano en Londres (de la cual hablare próximamente), bueno con decir que hasta nuestro héroe nacional el Santo Enmascarado de Plata tuvo un enfrentamiento directo con los monstruos de la Universal (claro en region 4, jajaja) en aquel lejano 1970 con la jocosa y casi surrealista “Santo y Blue Demon vs los Monstruos  de Gilberto Martínez.

Como el respetable podrá leer las referencias son muchas y llevaría mucho tiempo nombrarlas (además no me acuerdo de todas, lo siento) pero esto nos lleva al film en cuestion llamado The Monster Squad  o Los Caza Monstruos, cinta que combina varios elementos netamente ochenteros como comedia, terror y por supuesto la inserción de niños como protagonistas al más puro estilo de Los Goonies (Donner, 1985). La cinta nos sitúa aproximadamente en el siglo XIX, época en donde una voz en off nos comienza a narrar una leyenda que nos explica que cada 100 años un extraño amuleto provoca que se abra una puerta tridimensional que conecta al mundo de los muertos con el de los vivos; es por esto que Drácula (Duncan Regehr) el mismísimo señor de la oscuridad planea tomar el poder que le concede este suceso para dominar a la humanidad por fin bajo un yugo de maldad pues cuenta con dicha reliquia.

Sin embargo Van Helsing (Jack Gwillin) tiene otros planes y se dispone a detener al no muerto y a las fuerzas del mal para conservar la paz por los próximos cien años (por lo menos), por tal motivo este y un puñado de valientes hombres se preparan para detener al vampiro a través de un ritual; en donde una joven virgen tiene que leer una especie de manuscrito para cerrar dicha puerta tridimensional e impedir el acceso del mal a la tierra, empero esto no será tarea fácil pues muchos hombres perecerán cuando decenas de zombies hambrientos  y algunas mujeres vampiro los devoren (bueno de hecho estos acontecimientos solo duran escasos diez minutos, pero estan bien narrados y los efectos especiales estan correctísimos, asi como la puesta en escena, sobre todo en lo referente al diseño de los muertos vivientes los cuales recuerdan en demasía a aquellas caracterizaciones de Evil Dead de Sam Raimi) . Total que Van Helsing logra cerrar la puerta pero es tragado junto con el amuleto perdiéndose en el limbo, pero por desgracia Drácula logra escapar.

Después la historia se sitúa en 1987, ahí conocemos a unos niños que se hacen llamar Monster Squad, los cuales son geeks amantes de las historietas y de los monstruos de la Universal (sus edades oscilan entre los 10 y 12 años), razón por la cual sus charlas giran en torno a la mitología de estos y demás aspectos sociales y culturales. Los jovenazos son Sean (Andre Gower) el líder de la banda, un chico bien portado que es amante de los slashers, también esta Horace (Brent Chamel) el chico gordo al que todo mundo molesta y se la pasa comiendo chocolates, asi como el hermano menor y hermanita de Sean. Además se les adiere el  tipo malo (con chaqueta de cuero incluida), Patrick (Robby Kiger) el cual se hace amigo de Horace cuando lo defiende de unos abusivos.

El hecho es que cierta mañana un aeroplano que se dirige a la ciudad donde habitan nuestros protagonistas lleva en su carga al mismísimo Conde Drácula, quien  se dirige al poblado en busca del medallón que hace 100 años perdió, por que casualmente en la siguiente luna llena (o sea la noche siguiente) se cumple otro centenario por lo que ahora el vampiro buscará lograr su cometido, es por esto que incluso se arma de un equipo de aliados como Frankestein (Tom Noonan), El Hombre Lobo (Carl Thibault), La Momia (Michael Mackay) y el Mounstro de la Laguna (Tom Woodruff) los cuales aterrorizaran a todo aquel que se interponga en los malévolos planes del Conde, empero para mala fortuna de estos, tendrán que enfrentar a unos pequeños que saben mucho sobre monstruos, por lo que significaran  la única esperanza para la humanidad cuando se enfrenten a estos malignos seres.

Y básicamente esta sería la singular premisa de esta entretenida y por momentos absurda cinta de horror del director Fred Dekker (Night of the Creeps de 1986  y Robocop 3 de 1992) quien a base de buenas atmósferas, momentos relativamente terroríficos (sobre todo cuando el Hombre Lobo aparece), algunos guiños al género de terror (la referencia a la saga de Viernes 13 es genial) y buenas caracterizaciones de los monstruos (a cargo de los estudios de Stan Winston) salvan al film convirtiéndolo en una  curiosidad de la época, y es que el argumento cuenta con demasiadas autocomplacencias que hacen que el espectador decida si creer dichos disparates para que la cinta cumpla con algo de verosimilidad aun dentro de ese universo contenido que significa enfrentar a seres de la cultura pop en la vida real.

Incluso y aunque el tono del film roza en lo familiar se agradecen aspectos como el humor empleado, el cual dicho sea de paso es mal sano y lúgubre (la transformación del hombre lobo se percibe bastante dolorosa e imaginativa o la muerte del detective Sapir se percibe bastante desagradable, jajaja), sin embargo la cinta también tiene varios altibajos y estos se dan en el planteamiento de personajes principales, ya que solo Drácula goza de verdaderas exaltaciones motivo por el cual sus compinches se convierten en simples personajes de cartón. Es asi que estos en ningún momento llegan a atemorizar y nunca se perciben inquietantes (a excepción del Hombre Lobo y Drácula).

Por si fuera poco se desperdicia el arco argumental que ofrecía el personaje del alemán terrorífico (interpretado por Leonardo Cimino), el cual en un principio daba para ser un verdadero villano, gracias a que este se dibujabaen un inicio con un perverso y misterioso pasado  (como si de un pedófilo nazi se trataray al cual los crios de la cuadra le temen) pues circulan infinidad de leyendas urbanas en torno a la presencia de tan peculiar vecino. Desgraciadamente estas dudas sobre su condición se despejan bastante rápidas y al final, este se descubre como un hombre de buen corazón que ayuda a los niños a vencer a las fuerzas del mal.

Ahora bien en lo referente a las actuaciones puedo decir que estas estan bien, los niños entregan performances decorosos y no son tan insufribles; en lo concerniente al grupo de los adultos pues estos estan en la línea de las producciones b, ya que al querer dotar de dramatismo a sus personajes rayan en la sobreactuación (jajaja), sobre todo los papeles que interpretan Stephen Match y Stan Shaw como el par de detectives que investigan los jocosos acontecimientos que pasan en el pequeño poblado (el primero padre de Sean), asi como también Duncan Regehr compone a un Drácula con todos los clichés del género, pero encaja a la perfección en este producto.

Ya para finalizar debo decir que The Monster Squad es una entretenida cinta que defraudará a aquellos que no estén familiarizados con la mitología de sus protagonistas y por ende no sientan fascinación por estos, para los demás (incluido su servidor) encontraran un curioso producto de su época, el cual tiene como mayores virtudes su falta de pretensión y por su puesto esa magia que destila su imagineria visual tanto en diseño de personajes y esos efectos visuales que ya no se hacen.

lunes, 19 de septiembre de 2011

EL ESCRITOR FANTASMA de Roman Polanski

TÍTULO ORIGINAL: The Ghost Writer
AÑO: 2010
DURACIÓN: 128 min.
PAÍS: Francia
DIRECTOR: Roman Polanski
GUIÓN: Robert Harris, Roman Polanski (Novela: Robert Harris)
MÚSICA Alexandre Desplat
FOTOGRAFÍA: Pawel Edelman
REPARTO: Ewan McGregor, Pierce Brosnan, Olivia Williams, Kim Cattrall, Tom Wilkinson, Timothy Hutton, James Belushi, Eli Wallach, Robert Pugh
PRODUCTORA: Coproducción Francia-Alemania-Reino Unido-USA / RP Films / Medienboard Berlin-Brandenburg / Runteam / Studio Babelsberg / Summit International
WEB OFICIAL: http://www.theghost-romanpolanski.com/site.html
PREMIOS: 2010: Festival de Berlín: Oso de Plata al mejor director
GÉNERO: Thriller. Intriga.

Siempre he pensado que Roman Polanski es de los directores en activo más estimulantes de la cinematografía mundial de ayer y hoy, un tipo al cual el paso de los años (ahora tiene 78 años) lejos de privarlo de sus capacidades intelectivas o físicas (Bergman dirigió hasta los 85 años percibiéndose bastante lúcido) le han brindado experiencia y un enorme colmillo para ser capaz de realizar en cada nuevo proyecto emprendido; obras redondas que ya quisieran ejecutar muchos de los directores que se creen autores (Cameron o Spielberg por mencionar algunos). Bueno, el punto al que quiere llegar el que esto escribe es que cada nuevo film de Polanski se convierte en todo un acontecimiento para disfrutar de buen cine (espero con ansias Un Dios Salvaje, 2011).

Pero ya pasando al film que nos concierne debo decir que El Escritor Fantasma es una muestra de maestría narrativa por parte del director polaco para trasladar de forma más que eficaz un guión co escrito por el mismo y el guionista Robert Harris (este segundo autor de El Poder de la Sombra, novela en el cual se basa el film) que cuenta con infinidad de recovecos y aristas por ser exploradas, motivo por el cual este thriller político se descubre como una redonda obra cinematográfica en todo el sentido de la palabra.

La cinta comienza en la mejor tradición de las cintas de Alfred Hitchcock cuando el espectador descubre como un cuerpo humano cae de un trasbordador que se encuentra en alta mar en territorio norteamericano, instantes después este que llega a una costa y comienza abrir sus compuertas para que los automóviles que transportaba salgan, empero cuando este ya casi se ha vaciado el personal de la nave descubre que un vehículo se encuentra abandonado por lo cual el personal del barco avisa a las autoridades pertinentes para que el auto sea removido.  

Posteriormente la historia nos ubica en Londres-Inglaterra, ahí conocemos a un escritor (Ewan McGregor) el cual es entrevistado para ser contratado por una importante casa editorial, quienes pretenden publicar las memorias del ex primer ministro inglés Adam Lang (Pierce Brosnan); sin embargo al escritor no le interesan este tipo de trabajos “aburridos”, pero termina aceptando la chamba cuando le comentan que le pagaran un cuarto de millón de dólares, claro que hay unas cuantas condiciones que debe cumplir y dentro de estas se halla la más importante, la de trabajar en secreto y no mostrar el manuscrito del propio Lang a nadie, pues al parecer al gobierno norteamericano le interesan algunas cuestiones que se encuentran en el mismo.

Y a partir de este punto nuestro protagonista el cual conoceremos solo como escritor fantasma o el fantasma (pues su nombre jamás aparecerá en el libro ya que este solo funge como el escritor que le dará forma y prosa al mismo) se verá involucrado en una red de espionaje, mentiras y crímenes políticos cuando descubra que el dichoso libro del ex primer ministro (el cual se encuentra en problemas por supuestos cargos de genocidio) guarda ciertos secretos que a la CIA y al gobierno norteamericano no le interesa que salgan a la luz pública; motivo por el cual lo que parecía un trabajo más ahora se convertirá en una cuestión de vida o muerte, pero sobre todo y lo más importante de dar a conocer la verdad.

Contar más sobre el argumento del film echaría a perder la sorpresa que Polanski nos tiene preparada, pues entre una historia que va increscendo conforme se va desenmarañando el leit motiv de la misma, unos personajes bien planteados y sobre todo varios giros argumentales; El Escritor Fantasma nos brinda infinidad de lecturas, sobre todo en el ámbito político actual los cuales nunca se perciben gratuitos ni mucho menos, incluso el discurso que plantea el director polaco por momentos se vuelve bastante mordaz pues el personaje que interpreta de manera más que correcta un maduro Pierce Brosnan (tal vez en su mejor papel) hace referencia directa a otro protagonista no menos importante de la cultura actual, el señor Tony Blair, quien con todo y su gran carisma cavó su propia tumba política al apoyar a George W. Bush en la guerra contra el terrorismo.

Por tal motivo el mcguffin que significa el manuscrito de Lang (Brosnan) no es más que una revisión meticulosa de los acontecimientos que se suscitaron después del 9/11 (claro pero desde una perspectiva menos maniquea y sobre todo muy entretenida a comparación de otras obras), pues como contaba, el film de Polanski respeta todos los cánones del thriller pues  su protagónico (Ewan McGregor), un hombre común y corriente es expuesto a ambientes opresivos, peligrosos y por supuesto a situaciones extremas como en otras cintas tal es el caso de Intriga Internacional (Hitchcock, 1959) con una interpretación perfecta de Cary Grant o Búsqueda Frenética (1988) del propio Polanski en la cual Harrison Ford hace una de sus mejores interpretaciones. De ahí que el film funciona gracias a un desarrollo de personajes creíbles, por ejemplo el fantasma (como conocemos a McGregor) cuenta con motivaciones verosímiles ya que aunque en un inicio solo acepta el trabajo por ganar una buena cantidad de dinero, posteriormente son los extraños acontecimientos que se le van presentando (se explica el motivo y la identidad del personaje que muere al inicio, el cual tiene un peso importante en la trama) lo que ocasiona que este se dedique a escudriñar la verdad sobre el manuscrito, motivo por el cual el personaje que interpreta de forma perfecta Ewan McGregor (cada vez mejor en cada film que aparece) es quien provoca los acontecimientos ya que su personaje en ningún momento es pasivo (como en la mejor tradición del cine francés).

Es por esto que aunque la cinta cuenta con infinidad de personajes secundarios estos nunca estan desprovistos de humanidad al tiempo que forman parte importante del relato y dotan de peso a la historia, asi mismo hay que señalar que estos estan interpretados por solventes actores como Kim Catrall que aquí hace de la fiel asistente de Adam Lang, por lo que el sobrio performance de la actriz hará que nos olvidemos de su superficial personaje de Sex and the City, recordándonos incluso que la rubia y guapa actriz de verdad sabe actuar, solo que desgraciadamente no encuentra (o no le ofrecen) proyectos donde puede explotar su potencial; cosa muy parecida al personaje que el ex 007 Pierce Brosnan interpreta, pues aquí Roman Polanski logra sacarle una eficiente interpretación al actor inglés el cual dicho sea de paso le aporta tridimensionalidad a un personaje difícil de interpretar, y es que por momentos el Lang de Brosnan se percibe más como una víctima que como un villano.  

También podemos ver por ahí a Tom Wilkinson (siempre solvente) en un pequeño pero sustancioso y no menos siniestro papel, Olivia Williams como la esposa del ex primer ministro se vuelve uno de los personajes más interesantes y oscuros. Y hasta la pequeña intervención de James Belushi se percibe agradable (al menos para un servidor) pues el otrora actor de comedia se siente contenido y correcto; asi mismo esta demás decir que Ewan McGregor sostiene el film a sus espaldas con su correcta interpretación del hombre común y corriente en situación extrema, por lo cual su personaje es 100 % creíble.  

Asi mismo en lo referente al montaje, puesta en escena y sobre todo al ritmo del film, debo decir que el espectador se reencontrará con un Roman Polanski en buena forma, lúcido y transgresor, pues aunque la cinta conserva un ritmo pausado y sobrio, asi como un discurso serio, el director no tiene empacho en burlarse de algunas situaciones con la inserción en determinados momentos de un humor bastante negro (el cual por cierto me soltó algunas carcajadas), al tiempo que visualmente el film se presenta como una cinta sobria con unos encuadres muy cuidados y una fotografía preciosista que enmarca adecuadamente la historia, la cual corre a cargo del veterano director de fotografía Pawel Edelman quien ha colaborado con Polanski en Oliver Twist de 2005 y El Pianista de 2002. Sin olvidar claro el buen manejo de suspense que logra mantener Polanski durante todo el metraje, sobre todo en lo referente a la investigación que realiza su protagónico.

Por supuesto el score tiene una mención aparte y este se vuelve fundamental para reforzar ciertos pasajes en la historia, motivo por el cual  aportar tensión a la misma y se vuelve un personaje más. Ya para finalizar, debo decir que El Escritor Fantasma es una solvente obra de un maestro de la cinematografía, el cual demuestra que entre más tiempo pasa su obra se torna más rica e interesante; asi que estimado lector no pierda la oportunidad de visionar esta inteligente y sagaz cinta que además de estar bien contada, bien actuada y bien filmada, encuentra en la ambigüedad de su propio discurso una obra entretenida y mordaz.

 

lunes, 12 de septiembre de 2011

ROCKY II de Sylvester Stallone

TÍTULO ORIGINAL Rocky II
AÑO:1979
DURACIÓN: 119 min.
PAÍS: Estados Unidos
DIRECTOR: Sylvester Stallone
GUIÓN: Sylvester Stallone
MÚSICA: Bill Conti
FOTOGRAFÍA: Bill Butler
REPARTO: Sylvester Stallone, Carl Weathers, Talia Shire, Burgess Meredith, Burt Young PRODUCTORA: United Artists
GÉNERO: Drama.


Disculpen, disculpen no puedo creer que esto sea verdad. Quiero... quiero darle las gracias a Apollo por haber boxeado conmigo. Y a Mickey por haberme entrenado. Y sobre todo quiero darle las gracias a Dios, aparte de la noche en que nació mi hijo esta es la noche más emocionante de mi vida. También quiero decirle a mi mujer que está en casa: ¡mira Adrián lo he conseguido!
-Rocky (Sylvester Stallone)
 
Después del éxito comercial y de crítica que recibiera el Rocky de John Avildsen su protagonista Sylvester Stallone comienza a tomarse en serio lo de la actuación (no es broma con la primera Rocky la figura de Stallone se empezaba a vender como el nuevo Al Pacino, jajaja, que ironías de la vida, quien diría que treinta años después el propio Pacino haría cintas más enclenques que las de Sly) por lo que comienza a meterse en proyectos donde pretende explotar sus escasos dotes histriónicos, por lo cual se embarca en proyectos de toques dramáticos como F.I.S.T. (Norman Jewison, 1978) o La Cocina del Infierno (1978); esta última dirigida y actuada por el propio Sylvester, empero estos proyectos no tuvieron mayor impacto en el público motivo por el cual el ahora actor-director y escritor decide darle continuidad al personaje que lo puso en la mira de Hollywood y es asi como nace Rocky II, proyecto que volvería a revitalizar la inestable carrera de su creador y que pos supuesto debe su éxito a que recicla varios elementos de la primera.

La cinta comienza mostrándonos los últimos instantes de la pelea que Rocky (Stallone) ha perdido contra Creed (Weathers) mientras este último le comenta al oído que no habrá revancha a lo que el semental italiano contesta que no le interesa, acto seguido otra secuencia (aérea) se encarga de revelarnos a una ambulancia que transita por las oscuras avenidas de la gran urbe de Filadelfia mientras la pieza Redención de Bill Conti enmarca este inicio para después situar la historia en un hospital donde ambos protagonistas ahora en silla de ruedas y rodeados de reporteros comienzan a discutir cuando a Apollo Creed se le cuestiona la legitimidad de su triunfo, pues para la mayoría del público y críticos deportivos le adjudican la victoria a Balboa.

Por lo tanto el campeón quiere la revancha con la finalidad de limpiar su nombre ya que todos piensan que un vago lo hizo ver mal, empero a Rocky ya no le interesa volver a boxear pues se demostró a si mismo que pudo vencer sus temores, pero hay algo más, el combate con Apollo le ha dejado bastante dañado el ojo derecho motivo por lo cual los doctores  le recomiendan que ya no vuelva a boxear o podría quedar ciego. Total que Rocky es dado de alta del hospital días después y decide vivir de los dividendos que le dejo la pelea, así mismo resuelve casarse con Adrian (Talia Shire) y formar una familia; claro que estas decisiones las toma ya que un publicista lo quiere para grabar varios comerciales pues ahora se ha convertido en una celebridad.

Sin embargo las cosas no salen como las había planeado nuestro protagonista, pues este al tener la mínima preparación intelectual es despedido de la agencia publicitaria por no ser capaz de leer siquiera tres simples líneas que dictaba el guión para los comerciales que tendría que realizar, motivo por el cual ahora Balboa tendrá que conseguir algún trabajo para sostener a su familia (los cuales ahora serán tres pues Adrian espera un hijo) y pagar la hipoteca de la casa que acaba de adquirir, al tiempo de que también tendrá que soslayar todos los gastos que ha adquirido al comprar infinidad de artículos innecesarios como un auto, joyas y demás gadgets con los que Rocky buscaba un poco de estilo. Es por esto que Balboa incluso evalua la posibilidad de regresar a su antiguo trabajo con Tony Gazzo (Joe Spinell), pero este le recomienda que lo mejor sería que vuelva a pelear contra Apollo Creed pues considera que lo suyo es el boxeo.
 
El hecho es que Rocky comienza a sentir que no es capaz de desarrollar otra actividad si no es la del boxeo (su cuñado Paulie le consigue trabajo en la carnicería), pero Adrian ya no quiere que pelee pues al comprometer su integridad también complica su situación familiar. Pero una tarde cuando el buen Mickey (Burgess Meredith) se encuentra viendo la televisión encuentra en uno de los canales deportivos una entrevista donde Apollo Creed despotrica contra Balboa diciendo que es un cobarde y un vago con suerte por lo que lo reta públicamente para que peleen de nuevo. Es así como Mickey decide visitar a Rocky y le propone volver a entrenarlo para que ahora si pueda vencer a Creed (y callarle la boca de una vez por todas), motivo por el cual Balboa con todo y la desaprobación de Adrian regresará al cuadrilátero para volver a demostrar que no es un perdedor con suerte.

Con este argumento netamente de secuela (sin muchas variables a nivel argumental pues), Sylvester Stallone firma su segunda cinta como director y entrega un film pasable a nivel narrativo y visual, sin embargo esta da un bajón considerable en comparación a su predecesora y esto se ve reflejado en lo que respecta al manejo de drama, el cual aquí se percibe más cargado (y eso que en la primera ya se sentía algo pesado) y menos natural, por tal motivo la interacción de los personajes con todo y que conservan sus rasgos tanto motivaciones; pierden de algún modo esa chispa que los caracterizaba, sobre todo el del personaje de Rocky quien por momentos ahora si raya en la estupidez en lo que respecta a su comportamiento.

Al tiempo que en ocasiones las situaciones que pasa el personaje que interpreta Stallone (ahora más sobreactuado) se divisan exageradas sobre todo por la mala interpretación del actor-director el cual no sabe como contener su personaje para los momentos dramáticos, es por esto que la primera mitad del film se hace un tanto pesada, empero la cosa mejora cuando entra en escena el personaje de Burgess Meredith como el buen Mickey el cual le aporta de nueva cuenta esa chispa de verosimilidad a una historia que comenzaba a flaquear entre tanto drama forzado.

Aunque se agradece el intento discursivo que Stallone le quería impregnar a la historia, esa disertación social que trata de denunciar como los boxeadores (asi como los futbolistas) son incapaces de desarrollar otro tipo de actividades que les reditúen económicamente por su  incompetencia intelectual, motivo por el cual siempre terminan en la ruina al ser estafados por sus asesores o como es el caso en la cinta, por gastar su dinero en cosas sin importancia. Desgraciadamente estos aspectos narrativos solo se infieren por encima sin ser explorados en demasía, algo que hubiera  enriquecido la historia (supongo que Stallone no quiso arriesgarse y se fue por el camino seguro).

Lo que sigue después es presenciar lo realmente interesante y emocionante de este film; y eso es ver las escenas donde el buen Rocky retorna para prepararse fisica y mentalmente en su nueva pelea con Apollo Creed (el tema Gonna Fly Now  de Bill Conti incluido y un ejército de crios siguiendo al protagonista en su carrera para subir las escalinatas del Museo de arte de Filadelfia son artilugios  para que el espectador empatice otra vez con el protagónico), obviamente estas escenas emocionan al respetable y lo van preparando para el cierre final (el enfrentamiento pugilístico), el cual dicho sea de paso es una copia a nivel narrativo y plástico del film original pero con una conclusión más hollywoodense (el protagónico gana).

Por lo demás los personajes secundarios siguen en la misma línea, Talia Shire sigue con su performance contenido y creíble de mujer abnegada y comprensiva, Burt Young como el cuñado gandalla mala leche y abusivo lo hace bien y Carl Weathers se sigue percibiendo como un simple cliché del género (su personaje es el menos afortunado en cuanto a diseño psicológico). Asi que para terminar puedo acotar que  Rocky II es más de lo mismo pero con menos encanto (más maniquea pues), sin embargo esto no impidió que el film obtuviera grandes recaudaciones a nivel económico y por supuesto que le diera un nicho seguro a Sylvester Stallone en el género de acción, quien al ver que sus esfuerzos por ser un actor dramático no rendían frutos (Evasión o victoria de 1981 y Halcones de la Noche del mismo año eran proyectos más o menos solventes) descubrió en Rocky y en Rambo (su otro icónico personaje, el cual curiosamente es un drama) su verdadera vocación, la de ser un action man en todo el sentido de la palabra.

jueves, 8 de septiembre de 2011

ANTICRISTO de Lars Von Trier

TÍTULO ORIGINAL: Antichrist
AÑO: 2009
DURACIÓN: 104 min.
PAÍS: Dinamarca
DIRECTOR: Lars von Trier
GUIÓN: Lars von Trier, Anders Thomas Jensen
MÚSICA: Kristian Eidnes Andersen
FOTOGRAFÍA: Anthony Dod Mantle
REPARTO: Willem Dafoe, Charlotte Gainsbourg
PRODUCTORA: Coproducción Dinamarca-Alemania-Francia-Polonia-Suecia-Italia; Zentropa Entertainments
WEB OFICIAL: http://www.antichristthemovie.com
PREMIOS: 2009: Festival de Cannes: Mejor actriz (Charlotte Gainsbourg)
2009: Premios del cine europeo: Mejor fotografía. 3 nominaciones.
GÉNERO: Terror. Thriller.

Por fin y tras dos años de retrazo llega a Aguascalientes (en formato dvd por lo menos) la penúltima obra del siempre incendiario director danés Lars von Trier, quien ahora nos entrega otra alegoría para abordar diferentas discursos a nivel metafísico sobre la jodida condición humana; en donde de nuevo los pathos recaen en la figura femenina como sucediera en Bailando en la Oscuridad (2000), Dogville (2003) o Manderlay (2005) para descubrir de nuevo que este ser tan complejo y a la vez tan hermoso en ocasiones bajo situaciones extremas no tiene la capacidad de mimetizarse a su entorno por lo que termina quebrándose psicológicamente, como sucede en el caso de esta cinta en donde la protagonista fungirá como eje central para indagar en aspectos tan humanos y lúgubres como es la locura.

Pero comencemos, la cinta abre con un primer capítulo denominado simplemente como prólogo, el cual es una exquisita y soberbia presentación a nivel narrativo y visual retratada con una eficaz fotografía en blanco y negro (el cual parece un videoclip publicitario) de los protagonistas, los cuales conocemos cuando una escena nos muestra a una pareja de amantes, el (Willem Dafoe) y ella (Charlotte Gainsbourg) en plena copulación mientras una pieza musical con tintes clásicos viste esta; momentos después asistimos como el pequeño hijo de estos (de unos tres años de edad) que se encuentra en una habitación contigua baja de su cuna y comienza a merodear por los pasillos hasta llegar a una de las ventanas que se encuentra abierta, en ese momento el pequeño sube a un mueble y al asomarse cae al vacío por lo que obviamente muere.

Sin embargo dentro de este trágico evento también podemos revelar un aspecto no menos perturbador, y ese es el de descubrir que cuando el pequeño Nic (Storm Acheche) pasaba por la recamara de sus padres, en determinado momento se avista que la madre probablemente vio al infante; motivo por el cual ahora quedan poderosas interrogantes en el respetable que serán desveladas conforme avance este siniestro relato. Como es de esperar el matrimonio queda devastado por la muerte de su vástago y recurren a terapia para sanar la pena que los embarga (el es terapeuta), empero ésta lejos de tornarse sanadora se convierte en un verdadero descenso a los infiernos más profundos de sus protagónicos cuando estos ingresen a una cabaña en lo más recóndito de un bosque llamado “Eden” (lugar donde la familia pasaba sus vacaciones), en donde sus miedos, sus odios  y por supuesto la locura desencadenarán solo más muerte.

Ok, tal vez el que esto escribe haya soltado algunos spoilers, sin embargo les aseguro que para que el respetable pueda vivir absolutamente la experiencia cinematográfica y sensorial que plantea el señor Von Trier (aunque esta desmadre al espectador a nivel emocional) es de suma importancia visionar el film sin ningún tipo de prejuicios pues solo de esa forma se alcanzarán a percibir los diversos discursos plásticos, narrativos y por supuesto filosóficos, los cuales son contados, y por que no decirlo enmarcados a través de esos exquisitos fotogramas que evocan por momentos a ese estilo de pintura que se hacía en el Renacimiento tanto en composición como paleta cromática, la cual corre a cargo del director de fotografía Anthony Dod Mantle (Manderlay,127 Horas); motivo por el cual la belleza visual del film se vuelve parte fundamental para darle ese aire onírico, lírico y casi de pesadilla a la historia que se nos está contando, por lo cual el espectador al igual que los protagonistas serán llevados de la mano y sin concesiones para experimentar los aspectos más oscuros del ser humano.

Y es que el guión que firma el propio Lars von Trier se convierte casi en un estudio milimétrico sobre como se va gestando la locura en el ser humano, aspecto que recae en el personaje que interpreta de manera soberbia Charlotte Gainsbourg, quien entrega cuerpo y alma al complejo y fracturado personaje que le es encomendado (se los juro, no encuentro palabras para describir la imponente interpretación de Gainsbourg pues conforme avanza la trama, el respetable puede presenciar como este se va transformando tanto física como emocionalmente a tal grado; que por momentos el propio espectador llega a empatizar con ella, empero esa inteligente e inesperada vuelta de tuerca que guarda el capítulo llamado “Los Tres Mendigos” hará cambiar de opinión al respetable cuando se vislumbren las verdaderas exaltaciones del personaje femenino.

Por otra parte esta escalofriante alegoría sobre las relaciones de pareja (claro llevadas al extremo) no estaría completa sin la presencia de Willem Dafoe, otro gran interprete que demuestra de nuevo que es un gran actor (cuando no se mete en proyectos como Spiderman, claro) pues este guarda en su personaje la impotencia de no poder ayudar a su esposa la cual se desquebraja a cada momento. Pero sin lugar a dudas es la potente dirección de Von Trier lo que lleva a otro nivel el film, pues este aplica una narrativa pausada que permite escudriñar  en la exploración de sus personajes (a los cuales nunca abandona), motivo por el cual incluso el film borda varios géneros como el drama (sobre todo en su parte inicial), el horror e incluso el gore más brutal  como las escenas en donde presenciamos la ya tan comentada eyaculación con sangre y el cercenamiento del clítoris (los cuales son crueles), empero estas no se perciben sobradas o gratuitas, inclusive me atrevería a decir que quedan opacadas ante tanto dolor y locura expuesta paulatinamente durante todo el metraje, aspectos que recaen en la figura de Charlotte Gainsbourg.

Asi mismo se nota el compromiso del director por dotar al film de una plástica visual por lo se experimentan varias técnicas visuales como por ejemplo el prólogo y el epílogo son narrados en ralenti, con una fotografía en blanco y negro muy cuidada casi como de un comercial de perfumes se tratara, provocando en el espectador una especie de ilusión para el verdadero y cruento discurso que se está narrando. Pero cuando el director danés se enfoca a los pasajes llamados Pena, Dolor, Desesperación y Los tres mendigos, utiliza cámara al hombro en determinados momentos para dotarle de una intención casi documentalista al asunto, asi como encuadres en demasía cerrados (por no decir claustrofóbicos) lo que refuerza el estado anímico de los protagonistas. 

Ya para finalizar debo comentar que el Anticristo de Lars von Trier es una obra arriesgada e incendiaria, pero no por eso menos exquisita y disfrutable (si cabe esta expresión)  la cual sustenta su validez en transformar una premisa simple en un portentosa metáfora sobre las relaciones humanas y la delgada línea que existe entre la cordura y la demencia con dosis de lirismo,  aspectos narrativos que aunque son diferentes en forma me recordaron aquella imprescindible cinta del maestro sueco Ingmar Bergman llamada La Hora del Lobo (1967). Asi que estimado lector no lo piense más y descubra la verdadera naturaleza humana viendo este inquietante film.

lunes, 5 de septiembre de 2011

CINE DE CULTO: LOS GOONIES

TÍTULO ORIGINAL: The Goonies
AÑO: 1985
DURACIÓN: 111 min.
PAÍS: Estados Unidos
DIRECTOR: Richard Donner
GUIÓN: Chris Columbus (Historia: Steven Spielberg)
MÚSICA: Dave Grusin
FOTOGRAFÍA: Nick McLean
REPARTO: Corey Feldman, Sean Astin, Josh Brolin, Martha Plimpton, Joe Pantoliano, Jeff Cohen, Kerri Green, Jonathan Ke Quan, Anne Ramsey, John Matuszak, Robert Davi, Lupe Ontiveros
PRODUCTORA: Amblin Entertainment / Warner Bros. Pictures
GÉNERO: Aventuras.

¡Los Goonies nunca se rinden!
-Mikey (Sean Astin)



Si existe una cinta que recuerdo con gran cariño esa es la de Los Goonies que al igual que La Historia Sin Fin (Wolfwang Petersen, 1984) marcaron mi niñez gracias a que en sus relatos se encuentran protagonistas pequeños, los cuales a través de fábulas asombrosas y grandes aventuras soslayan sus carencias emocionales al tiempo que luchan por adaptarse a esa nueva etapa en donde dejan de ser niños para convertirse en adolescentes y descubrir que los sueños de su infancia de desquebrajan inevitablemente al entrar en dicha fase formativa.

Motivo por el cual la cinta que firma el siempre solvente Richard Donner (La Profecía, 1976 y Superman, 1978) logra extraer de manera acertada dichos aspectos discursivos de un guión que firma el casi siempre pueril Chris Columbus (del cual solo me han gustado las cintas de Mi Pobre Angelito y Nueve Meses, esta última no me pregunten por qué) quien adapta la idea de otro sujeto que también cuenta con el síntoma de Peter Pan, el señor Steven Spielberg (que además funge como productor) para entregarnos una cinta entretenida, por momentos entrañable y otros tanto muy anacrónica (si la contextualizamos en esta época), sin embargo y lejos de equivocarme creo que la mayor virtud del film (además de contar con una sólida dirección por supuesto) es la de mostrarse honesta, motivo por el cual este se vuelve una irrepetible cápsula del tiempo que solo pertenecerá a esos añejos y añorables años ochentas.

La cinta nos narra las aventuras de un grupo de niños marginados por chicos más grandes de una ciudad costera que se han autodenominado Los Goonies,  una especie de clan en donde conviven diariamente viviendo grandes aventuras, ahí conocemos a nuestro protagonista, Mikey (Sean Astin) el cual admira a su padre quien le cuenta infinidad de historias de las cuales sobresale la de un famoso pirata conocido como el “Tuerto Willy” del cual cuenta la leyenda escondió su tesoro en las cercanías del pueblo y por supuesto jamás fue encontrado. El hecho es que Mikey se encuentra angustiado por que su padre (Keith Walker) no podrá pagar la hipoteca de su casa por lo cual este y su hermano mayor Brand (Josh Brolin) junto con su madre (Mary Ellen Trainor) tendrán que abandonar su casa (como la mayoría de los vecinos) para que un corporativo construya un campo de golf.

Sin embargo Mikey quiere aprovechar su último día en su hogar por lo que se junta con los otros miembros de su equipo para aprovechar los últimos momentos que les quedan juntos, ahí conocemos a Chunk (Jeff Cohen) el chico obeso que solo piensa en comer, Bocón (Corey Feldman) el chico que es el más renegado de todos y le gusta meterse en problemas, y por último Quan (Jonathan  Ke Quan) el chico oriental aficionado a los filmes de James Bond el cual se la pasa inventando algunos gadgets con el objetivo de emular a su héroe.

Total que por azares de la vida los chicos encuentran un viejo mapa que el padre de Mikey tiene guardado en su ático, coincidiendo extraordinariamente con la ubicación del tesoro del Tuerto Willy, por tal motivo Mikey se emociona y le pide a sus demás compañeros que emprendan la búsqueda del tesoro como la última aventura que vivirán juntos. Es así como estos chicos van en busca del dichoso hallazgo, sin embargo la aventura no resultará tan sencilla como pensaban pues estos se cruzarán con la familia Fratelli, un grupo de delincuentes que acaban de escapar de la cárcel y que son buscados por la policía, los cuales están comandados por la siniestra madre (Anne Ramsey) y el par de inútiles pero no menos peligrosos Francis (Joe Pantoliano) y Jake (Robert Davi), quienes de manera fortuita descubrirán los planes de Los Goonies por lo que también querrán apoderarse del misterioso tesoro.

Como podrá leer el distinguido el guión es ciertamente arquetípico y refleja de muchas formas el entorno social y cultural de su epoca en donde aspectos como los de fomentar la unión familiar y los buenos valores,  eran primordiales para la administración del Presidente Ronald Reagan quien creía que la familia era fundamental para hacer de Estados Unidos una nación poderosa, por tal motivo la dupla Spielberg-Columbus se percibe como pez en el agua al firmar dicho trabajo, motivo por el cual encontraremos personajes  y situaciones bastante tópicas, sin embargo el buen quehacer del director Richard Donner convierte al film en una disfrutable cinta de aventuras con múltiples referencias pop a la época; como los guiños a los slashers ochenteros representados en la figura de Perezoso (el hermano Fratelli deforme y de buen corazón) asi como algunos encuadres y puesta en escena, o a los ídolos musicales del momento como Michael Jackson (del cual se sueltan algunos chistes bastante jocosos) e incluso la referencia al Superman del propio Donner se percibe bastante efectiva.

Pero dejando de lado estos aspectos meramente anecdóticos hay que decir que el film de Donner cumple en los terrenos propiamente cinematográficos ya que aunque la historia es bastante simple en su desarrollo (personajes que enfrentan un conflicto), es la vigorosa dirección del director norteamericano lo que hace que el film mantenga una narrativa bastante fluida, de ahí que incluso esta borda varios géneros como el del terror o el de aventura propiamente hablando (por momentos el film recuerda a Indiana Jones en ciertas escenas) sin percibirse forzado. Por otra parte la imagineria visual resulta en demasía atractiva motivo por el cual el respetable logra mimetizarse con la historia que se nos esta contando; es por esto que es inevitable no hacerse participe de las aventuras de esta banda de chicos relegados por la sociedad quienes a través de este magnifico acontecimiento reencontraran los anhelos y sueños perdidos, como explorará de forma similar Rob Reiner en su cinta Stand by Me (1986). Por tal motivo resulta encomiable descubrir que la búsqueda del tesoro es una simple excusa para disertar en las motivaciones de los protagonistas.

Por otra parte hay que mencionar que la labor interpretativa de los chicos encaja a la perfección en la historia, aunque por momentos el personaje del gordo Chunk se percibe algo irritable y estúpido (¿Por qué siempre los gordos tienen que ser estúpidos en el cine?), empero su servidor piensa que es más por el diseño del personaje que por el performance del chico (esperen, creo que son ambos aspectos, jajaja). Bueno ya dejando al pobre de Chunk en paz, debo decir que el resto del reparto cumple sus papeles; por ejemplo Sean Astin logra darle ese toque de inocencia y esperanza a su Mikey, Josh Brolin hace el típico hermano mayor responsable y el buen Corey Feldman, pues es él mismo por lo que esta mas que bien (jajaja).

Obviamente no puede faltar el interés amoroso en esta historia, por lo que Kerri Grenn quedaba como anillo al dedo para cumplir el arquetipo de hermosa porrista pelirroja (que al final se quedará con el personaje de Josh Brolin cuando ve en este su verdadera naturaleza) la cual participa en otra de las cintas que disfrute en mi infancia llamada Lucas (David Seltzer, 1986) donde curiosamente también hace de porrista que se enamora (jajaja) de un joven Charlie Sheen (el jugador estrella de la escuela) y rechaza al cerebrito pero nada agraciado Lucas que como dato curioso interpreta el otro famoso Corey (el Haim) amigo del Corey (Feldman), los cuales trabajarían juntos posteriormente en la simpática Sin Permiso para Conducir (Greg Beeman, 1988) otra de mis favoritas. Creo que ahora si me siento algo viejo (jajaja).

Por supuesto los villanos son torpes y enclenques (aunque por momentos logran intimidar, sobre todo la mamá Fratelli), sin embargo el buen quehacer de Pantoliano (quien ya usaba bisoñe por ese tiempo, jajaja) y Davi le ponen cierta legitimidad al asunto. Bueno, ya para finalizar y no desviarme del tema debo decir que Los Goonies es un film disfrutable, bien rodado, con una banda sonora algo genérica (pero funcional) y actores con carisma que en su momento apuntaban para ser estrellas (solo Brolin y Feldman en menor medida lo lograron) que hacen del film un producto agradable y entretenido que sin lugar a dudas se ha ganado su estatus de culto.