TÍTULO ORIGINAL: J.C.V.D. (JCVD: The Movie)
AÑO: 2008
DURACIÓN: 93 min.
PAÍS: BELGICA
DIRECTOR: Mabrouk El Mechri
GUIÓN: Frédéric Bénudis, Christophe Turpin
MÚSICA: Gast Waltzing
FOTOGRAFÍA: Pierre-Yves Bastard
REPARTO: Jean-Claude Van Damme, François Damiens, Zinedine Soualem, Karim Belkhadra
PRODUCTORA: Coproducción Bélgica-Luxemburgo-Francia; Samsa Film S.a.r.l.
WEB OFICIAL: http://www.jcvd-lefilm.com/
GÉNERO: Comedia. Thriller. Drama. Acción
Como buen cinéfilo uno trata de explorar, devorar, la mayoría de propuestas cinematográficas que van surgiendo en la actualidad, asi como la responsabilidad de revisar obras que han hecho al cine lo que es hoy (obviamente sin Sergei Eisenstein o Charles Chaplin el cine como lo conocemos hoy no sería lo mismo), por tal motivo son diversos los movimientos o géneros que existen en este basto universo, sin embargo uno siempre cuenta con un lado oscuro o dicho de mejor forma placeres culpables, en mi caso este seria el cine de acción de antaño (ese que se dio entre los años ochentas y finales de los noventas)los cuales brindaban al respetable, llana y pura evasión (con su respectiva liberación de testosterona, faltaba más).
Empero con el paso de los años, aquellos añejos y rudos hombres como Sly (que próximamente entregara su ansiada cinta The Expendables), Bruce Willis, Arnold Schwarzenegger, Steven Seagal, Chuck Norris o Jean Claude Van Damme, quedaron en el olvido, ya sea por el desgastado argumento de sus cintas, la llegada de la era digital o incluso por que el mundo se volvió más cínico y estos héroes de acción ya no tenían cabida en el.
Es por eso que hoy he decidido hacer una reseña con mucho cariño a uno de mis héroes de acción favoritos y aclaro trataré de ser lo mas objetivo posible. Dicho personaje es Jean Claude Van Damme, y la película en cuestion se llama simplemente JCVD (por si no lo han adivinado son las iniciales del nombre del actor belga).
Ya se lo que van a pensar, ¡no mames! ¿Va a tratar de analizar una de tantas bazofias que ha filmado el músculos de Brusélas? estoy conciente que este señor ha realizado numerosos bodrios, pero en los últimos años se ha esmerado por realizar películas en las cuales intenta demostrar que sabe actuar y no solo se limita a dar patadas, por mencionar alguna, se encuentra la irregular Until Death (2007) de Simon Fellows, donde Van Damme interpreta a un detective corrupto y adicto a la heroína.
En dicho film Jean Claude se esfuerza por dotar de matices a su personaje y de hecho lo logra, ya que su personaje llega a ser repulsivo, sin embargo un guión plagado de tópicos, asi como un nulo manejo de ritmo hacen de la cinta un producto más de serie b que paso sin pena ni gloria por las estanterías de los video clubs (pero que yo adquiri para completar mi colección, jajaja). Bueno pasando a la cinta que nos ocupa, en JCVD se desarrolla un tema interesante, algo asi como una auto parodia, autobiografía y hasta un autohomanaje al cine del propio actor.
La película comienza con una secuencia de acción donde nuestro protagonista se encuentra en un campo lleno de explosiones, ahí reparte moquetazos, rescata a un prisionero, esquiva balazos, lanza granadas (todo hay que decirlo filmado con una grandiosa toma continua) para que al final ingrese a una caseta de vigilancia donde se encuentra con uno de los secuaces, el villano (oriental) abre la puerta y al cerrarla se cae la escenografía (jajaja muy al estilo de Ed Wood), al fondo se oye una voz que dice corte.
Jean Claude inmediatamente le comenta al asistente del director (que por cierto también es oriental y no habla inglés) que le haga saber, que por favor tenga más cuidado al rodar, ya que por su edad ya es muy difícil realizar secuencias de acción como para grabarlas varias veces (jajaja). El director sarcásticamente le comenta a su asistente "¿qué le pasa? este tipo se cree mucho solo por que se llevo a John Woo a Hollywood, ni que estuviéramos filmando Casa Blanca" (jajaja)
Esta secuencia esta llena de humor negro, y ya podemos ir visualizando por donde va la película, toda una declaración de principios. El desarrollo de la historia tiene buen ritmo, el pobre Van Damme esta de capa caída y tiene que aceptar filmar películas de dudosa calidad, ya que necesita dinero para pagar los abogados que llevan el caso de la patria potestad de su hija. ¿que por que su mujer le quiere quitar a su retoño? pues por que las películas que ha filmado el belga son motivo de burla por parte de los compañeros de escuela de su vástaga, razón suficiente para causarle daños psicológicos a la niña, jajaja.
Es por eso que en la proyección el héroe se desmitifica y enfrenta a sus demonios personales, en una de las escenas más emotivas y sinceras que haya visto, Van Damme llora ante la cámara y nos habla, nos pide perdón por haberse prostituido ante esa mafia llamada Hollywood, se arrepiente de haber probado los excesos de la fama, pero también nos pide otra oportunidad (de hecho con esta escena yo le perdone haber realizado la excrementable El Tren de la Muerte, jajaja).
La trama como tal se desarrolla dentro de una Banco, donde nuestro protagonista ingresa para disponer de efectivo, sin embargo es tomado como rehén ya que ahí se esta desarrollando un robo, lo que desemboca en varios malos entendidos al mas puro estilo Tarde de Perros (1975 de Sydney Lumet). Incluso se nos muestra un Van Damme bastante vulnerable, más humano al cual los malosos en turno le propinan una que otra madriza, puesto que se encuentra en una verdadera situación de peligro y su imagen queda lejos a la de héroe de acción de las películas que protagoniza. Asi que aqui olviden ver un Jean Claude asestando patadas y golpes, aqui no lo veran, pero eso hace interesante la propuesta.
Cabe hacer mención que el guión de la cinta esta bien estructurado, por lo que las situaciones que se van presentando no se sienten forzadas, incluso se puede percibir un balance muy aceptable entre emoción, respeto, humor negro, pero sobre todo sinceridad.
Si hubiera algo que achacarle al film, esto sería el diseño de los personajes secundarios, los cuales fungen como los villanos de la función, ya que son bastante tópicos y las actuaciones en ocasiones se perciben poco creíbles. Sin embargo se agradece que Van Damme intente actuar por lo que provoca que su interpretación se descubra honesta, llegando incluso a humanizar a su personaje.
En el apartado técnico hay que decir que la película tiene buena fotografía, asi como un buen manejo de encuadres (lo que la aleja de una estética cutre) y la aplicación de algunos flashbacks que dotan de ritmo la narrativa de la película, todo esto cortesía de su debutante director Mabrouk El Mechri. Para finalizar debo mencionar que el chiste que hace alusión a Steven Seagal no tiene precio, jajaja, incluso podría afirmar que esta cinta junto con Time Cop (Peter Hyams, 1994) y Operación Caceria (John Woo, 1993)son lo mejor de la filmografía del actor belga.
AÑO: 2008
DURACIÓN: 93 min.
PAÍS: BELGICA
DIRECTOR: Mabrouk El Mechri
GUIÓN: Frédéric Bénudis, Christophe Turpin
MÚSICA: Gast Waltzing
FOTOGRAFÍA: Pierre-Yves Bastard
REPARTO: Jean-Claude Van Damme, François Damiens, Zinedine Soualem, Karim Belkhadra
PRODUCTORA: Coproducción Bélgica-Luxemburgo-Francia; Samsa Film S.a.r.l.
WEB OFICIAL: http://www.jcvd-lefilm.com/
GÉNERO: Comedia. Thriller. Drama. Acción
Como buen cinéfilo uno trata de explorar, devorar, la mayoría de propuestas cinematográficas que van surgiendo en la actualidad, asi como la responsabilidad de revisar obras que han hecho al cine lo que es hoy (obviamente sin Sergei Eisenstein o Charles Chaplin el cine como lo conocemos hoy no sería lo mismo), por tal motivo son diversos los movimientos o géneros que existen en este basto universo, sin embargo uno siempre cuenta con un lado oscuro o dicho de mejor forma placeres culpables, en mi caso este seria el cine de acción de antaño (ese que se dio entre los años ochentas y finales de los noventas)los cuales brindaban al respetable, llana y pura evasión (con su respectiva liberación de testosterona, faltaba más).
Empero con el paso de los años, aquellos añejos y rudos hombres como Sly (que próximamente entregara su ansiada cinta The Expendables), Bruce Willis, Arnold Schwarzenegger, Steven Seagal, Chuck Norris o Jean Claude Van Damme, quedaron en el olvido, ya sea por el desgastado argumento de sus cintas, la llegada de la era digital o incluso por que el mundo se volvió más cínico y estos héroes de acción ya no tenían cabida en el.
Es por eso que hoy he decidido hacer una reseña con mucho cariño a uno de mis héroes de acción favoritos y aclaro trataré de ser lo mas objetivo posible. Dicho personaje es Jean Claude Van Damme, y la película en cuestion se llama simplemente JCVD (por si no lo han adivinado son las iniciales del nombre del actor belga).
Ya se lo que van a pensar, ¡no mames! ¿Va a tratar de analizar una de tantas bazofias que ha filmado el músculos de Brusélas? estoy conciente que este señor ha realizado numerosos bodrios, pero en los últimos años se ha esmerado por realizar películas en las cuales intenta demostrar que sabe actuar y no solo se limita a dar patadas, por mencionar alguna, se encuentra la irregular Until Death (2007) de Simon Fellows, donde Van Damme interpreta a un detective corrupto y adicto a la heroína.
En dicho film Jean Claude se esfuerza por dotar de matices a su personaje y de hecho lo logra, ya que su personaje llega a ser repulsivo, sin embargo un guión plagado de tópicos, asi como un nulo manejo de ritmo hacen de la cinta un producto más de serie b que paso sin pena ni gloria por las estanterías de los video clubs (pero que yo adquiri para completar mi colección, jajaja). Bueno pasando a la cinta que nos ocupa, en JCVD se desarrolla un tema interesante, algo asi como una auto parodia, autobiografía y hasta un autohomanaje al cine del propio actor.
La película comienza con una secuencia de acción donde nuestro protagonista se encuentra en un campo lleno de explosiones, ahí reparte moquetazos, rescata a un prisionero, esquiva balazos, lanza granadas (todo hay que decirlo filmado con una grandiosa toma continua) para que al final ingrese a una caseta de vigilancia donde se encuentra con uno de los secuaces, el villano (oriental) abre la puerta y al cerrarla se cae la escenografía (jajaja muy al estilo de Ed Wood), al fondo se oye una voz que dice corte.
Jean Claude inmediatamente le comenta al asistente del director (que por cierto también es oriental y no habla inglés) que le haga saber, que por favor tenga más cuidado al rodar, ya que por su edad ya es muy difícil realizar secuencias de acción como para grabarlas varias veces (jajaja). El director sarcásticamente le comenta a su asistente "¿qué le pasa? este tipo se cree mucho solo por que se llevo a John Woo a Hollywood, ni que estuviéramos filmando Casa Blanca" (jajaja)
Esta secuencia esta llena de humor negro, y ya podemos ir visualizando por donde va la película, toda una declaración de principios. El desarrollo de la historia tiene buen ritmo, el pobre Van Damme esta de capa caída y tiene que aceptar filmar películas de dudosa calidad, ya que necesita dinero para pagar los abogados que llevan el caso de la patria potestad de su hija. ¿que por que su mujer le quiere quitar a su retoño? pues por que las películas que ha filmado el belga son motivo de burla por parte de los compañeros de escuela de su vástaga, razón suficiente para causarle daños psicológicos a la niña, jajaja.
Es por eso que en la proyección el héroe se desmitifica y enfrenta a sus demonios personales, en una de las escenas más emotivas y sinceras que haya visto, Van Damme llora ante la cámara y nos habla, nos pide perdón por haberse prostituido ante esa mafia llamada Hollywood, se arrepiente de haber probado los excesos de la fama, pero también nos pide otra oportunidad (de hecho con esta escena yo le perdone haber realizado la excrementable El Tren de la Muerte, jajaja).
La trama como tal se desarrolla dentro de una Banco, donde nuestro protagonista ingresa para disponer de efectivo, sin embargo es tomado como rehén ya que ahí se esta desarrollando un robo, lo que desemboca en varios malos entendidos al mas puro estilo Tarde de Perros (1975 de Sydney Lumet). Incluso se nos muestra un Van Damme bastante vulnerable, más humano al cual los malosos en turno le propinan una que otra madriza, puesto que se encuentra en una verdadera situación de peligro y su imagen queda lejos a la de héroe de acción de las películas que protagoniza. Asi que aqui olviden ver un Jean Claude asestando patadas y golpes, aqui no lo veran, pero eso hace interesante la propuesta.
Cabe hacer mención que el guión de la cinta esta bien estructurado, por lo que las situaciones que se van presentando no se sienten forzadas, incluso se puede percibir un balance muy aceptable entre emoción, respeto, humor negro, pero sobre todo sinceridad.
Si hubiera algo que achacarle al film, esto sería el diseño de los personajes secundarios, los cuales fungen como los villanos de la función, ya que son bastante tópicos y las actuaciones en ocasiones se perciben poco creíbles. Sin embargo se agradece que Van Damme intente actuar por lo que provoca que su interpretación se descubra honesta, llegando incluso a humanizar a su personaje.
En el apartado técnico hay que decir que la película tiene buena fotografía, asi como un buen manejo de encuadres (lo que la aleja de una estética cutre) y la aplicación de algunos flashbacks que dotan de ritmo la narrativa de la película, todo esto cortesía de su debutante director Mabrouk El Mechri. Para finalizar debo mencionar que el chiste que hace alusión a Steven Seagal no tiene precio, jajaja, incluso podría afirmar que esta cinta junto con Time Cop (Peter Hyams, 1994) y Operación Caceria (John Woo, 1993)son lo mejor de la filmografía del actor belga.
Mis respetos, Sr. G.. Su fresco desenfado al confesarse acérrimo seguidor de Van Damme sin ruborizarse y, al contrario, mostrando incluso respeto por las experiencias sensoriales que ha acumulado en el arcón de su memoria, pues es encomiable. Es por ello que recientemente le dí otra revisióna esta cinta y, definitivamente, es la más importante en una filmografía donde abundan los gemelos, los cyborgs y las patadas de helicóptero. Un ejercicio cinematográfico por demás correcto que desacraliza la ya muy mancillada figura del otrora ídolo de las artes marciales pero que a la vez lo humaniza. Esa escena que menciona donde llora ante la cámara bordea el patetismo más puro y conmueve por todas las razones que no tienen que ver con el drama. Una película-homenaje que debería ser la muestra para otras oxidadas figuras de acción de los 80's que parecen ya no tener redención en el celuloide [increíble, pero Scott Speedman todavía filma, bueno, graba] a diferencia de los Stallone o Norris que siguen trabajando e incluso se transforman en mitos.
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