martes, 29 de marzo de 2011

CINE DE CULTO: PSICOSIS IV, EL COMIENZO

TÍTULO ORIGINAL: Psycho IV: The Beginning (TV)
AÑO: 1990
DURACIÓN:96 min.
PAÍS: Estados Unidos
DIRECTOR: Mick Garris
GUIÓN: Joseph Stefano (Personajes: Robert Bloch)
MÚSICA: Graeme Revell
FOTOGRAFÍA: Rodney Charters
REPARTO : Anthony Perkins, Henry Thomas, Olivia Hussey, CCH Pounder, Warren Frost, Donna Mitchell, Thomas Schuster, Sharen Camille, Bobbi Evors, John Landis
PRODUCTORA: Universal TV
GÉNERO: Terror.




¡Madre, madre! ¡Sangre, sangre! ¡¿Qué has hecho madre?!  
    -Norman Bates


Cierta noche, una locutora de radio (Fran Ambrose) discute con sus invitados sobre un tema bastante escabroso, los matricidios, dentro de la pequeña y sombría cabina, el experto invitado en la materia el Dr. Richmond (Warren Frost) explica las posibles causas que conllevan a este comportamiento psicológico. Conforme avanza la charla los invitados y la anfitriona discuten el tema hasta que entra una llamada del público de un misterioso hombre que se hace llamar Ed el cual sin ton ni son empieza a confesar algunos crímenes cometidos a mujeres en las cuales se encuentra su propia madre, ante tal panorama los presentes que se encuentran dentro de la cabina quedan shockeados ante tal declaración.

Inmediatamente el respetable reconoce al sujeto detrás del teléfono, Norman Bates (Anthony Perkins) ¡ha vuelto! y se encuentra más libre que nunca. Esto lo comento ya que la cinta anterior planteaba la captura y reclusión de este, sin embargo sin explicación alguna presenciamos a un Norman cocinando tranquilamente en el interior de lo que parece ser su nueva casa. (o tal vez estos evenetos ocurrieron

Y asi comienza este nuevo descenso a los infiernos internos del protagonista, el cual nos ira narrando detalle a detalle los  crímenes cometidos en su adolescencia hasta culminar con el asesinato de su propia madre, Nora Bates (la guapa Olivia Hussey) y el del amante de esta, motivo por el cual iremos descubriendo la tortuosa y dolorosa niñez de Norman quien pierde a su padre cuando tenía menos de diez años, creciendo con gran inseguridad por los constantes abusos de su madre y la falta de una imagen paterna.


Es asi como el director Mick Garris (asiduo a adaptar textos de Stephen King a la tv) realiza este telefilm en el cual se trata de ahondar de manera más profunda en las motivaciones del protagonista, todo con el fin de que el espectador comprenda y en ocasiones llegue a empatizar con el buen Norman el por que de su enfermedad, por tal motivo mientras Bates (Perkins) narra por telefono sus crímenes, el director utiliza la herramienta de los saltos temporales para transportarnos a mediados de los años cincuenta donde conocemos a un Norman (Henry Thomas) adolescente el cual trata de relacionarse con el sexo opuesto, pero en su incapacidad para lograr esto opta mejor por  sublimar sus deseos sexuales asesinando.

Como queda constatado en varios de los pasajes de la historia, por ejemplo el primer asesinato que presenciamos es cuando Norman (Thomas) se despacha a una joven que quiere sostener relaciones con el, empero como  este se encuentra despojado de seguridad en si mismo, encuentra como excusa que debe atender a su enferma madre (la cual ya es un cuerpo disecado acostado en su vieja cama), para después regresar ataviado con el viejo vestido azul y la peluca de su progenitora solo para asestarle varias puñaladas a la pobre rubia.

Cabe señalar que todas las víctimas que elige Bates para matar son mujeres rubias, esto  no es casualidad y puede interpretarse de la siguiente manera, que las mujeres de estas características físicas representan el llamado white trash (basura blanca) pues este sector social tal vez goce de poder económico, pero en contraparte se encuentran carentes en ideales culturales motivo por el cual en la mayoría de los slashers se represente a las jóvenes generaciones (muchachos y mujeres jóvenes agraciados físicamente pero huecos en ideales) como los sujetos castigados, en la saga de Psicosis no es la excepción (las tres mujeres que mueren son rubias), motivo por el que podemos encontrar un discurso a nivel sociológico que se despoja del llamado misoginismo del que muchos han acusado a este subgénero.

Por otra parte debo señalar que se encuentran algunas inconsistencias en el film, por lo que tal vez sea inevitable encontrar esta precuela algo sobrada en la saga pues como comentaba en un inicio, el motor argumental de la cinta que firma Garris es el de mostrar los eventos que condujeron a Norman Bates (Perkins) a convertirse en uno de los grandes asesinos seriales del cine, sin embargo y aunque se hace hincapié en los abusos que sufre este por parte de su madre (Olivia Hussey), creo que la tesis flojea y hasta se contradice en ese tercer acto de la historia cuando el protagonista decide asesinar a su esposa (el motivo no lo develare pues parte neurálgica de la historia).

Ya que es esta parte del relato se vuelve increíblemente absurda pues el tratamiento del protagonista provoca que éste quede despojado de toda personalidad todo en aras de humanizarlo, incluso y aunque existen algunos destellos de ingenio como es la interacción entre Bates y la locutora (pues esta destila algunas dosis de tensión cuando Norman anuncia que su esposa será su próxima víctima) estas se diluyen cuando llega un débil y hasta políticamente correcto clímax final el cual echa por tierra el planteamiento inicial.

Digamos que al guión de Joseph Stefano le falto más garra, ser más sórdido y pesimista, empero el film se salva de la quema total por la correcta dirección de Mick Garris, ya que aunque el producto carece de un presupuesto holgado las atmósferas estan bien logradas al igual que la puesta en escena con los escasos escenarios utilizados (la cabina de radio, el interior de la cocina, los exteriores del motel Bates y la antigua casa de estos), incluso su servidor encontró como un acierto utilizar la partitura original que compusiera Bernard Herrmann para el  film original, lo que sin lugar a dudas en momentos muy puntuales del relato lo dota de suspenso y hace que la nostalgia invada al respetable para convencernos de que estamos viendo otra cinta de la saga.

Finalmente los actores cumplen correctamente en sus roles sobresaliendo Olivia Hussey como la psicótica Nora Bates, pues esta  logra mostrar varias facetas en su personalidad que van de la sobre protectora tanto amorosa madre, hasta la desdeñable y violenta mujer que utiliza el complejo de Edipo para satisfacer sus carencias emocionales y sexuales a costa de la salud mental de su hijo. Y por otra parte, Anthony Perkins cumple satisfactoriamente su eterno rol del trastornado Norman para darle una amarga despedida (el final es cutre haste el cansancio) al personaje del cual jamás pudo desprenderse y  asi cerrar esta saga que por lo menos supo mantener cierta calidad en cada entrega.

Y con Psicosis IV, El Comienzo el buen Norman Bates jamás volvería a regresar a la gran pantalla, al menos encarnado por el icónico Anthony Perkins, ya que existen otras versiones basadas en los personajes de la novela de Robert Bloch, como  Hotel Bates (1987), Conversando con Norman (Parisen, 2005) y el innecesario remake de 1998 que dirigiera Gus Van Sant llamado simplemente Psicosis.



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