AÑO: 1988
DURACIÓN: 131 min.
PAÍS: Estados Unidos
DIRECTOR: John McTiernan
GUIÓN: Jeb Stuart & Steven E. de Souza (Novela: Roderick Thorp)
MÚSICA: Michael Kamen
FOTOGRAFÍA: Jan De Bont
REPARTO: Bruce Willis, Bonnie Bedelia, Alan Rickman, Alexander Godunov, Reginald Veljohnson
PRODUCTORA: 20th Century Fox
PREMIOS : 4 nominaciones al Oscar: Efectos de sonido, sonido, efectos visuales, montaje
GÉNERO: Acción. Thriller.
"Yippi Ka Yey, ¡Hijo de puta!"
-John McClane (Willis)
¡Ah! La Navidad, una de las épocas más hermosas del año dicen muchos, época en donde el dinero circula a raudales y por ende los simples mortales nos convertimos en mayor o en menor medida en autómatas presas del consumismo masivo. Pero la Navidad también es reunirse con la familia, motivo por lo que nos aflora nuestro lado más afable y nos olvidamos por un momento que ciertos entes ¡hijos de puta! que todo el año nos han pateado en las bolas, logran despertar en nosostros hasta el perdon (aunque sea por un momento, jajaja).
Asi que, ¿qué malo podría pasar en esta hermosa epoca? Pues pregúntele a John McClane (Bruce Willis), un duro policía de la ciudad de Nueva York que se encontrará en el momento y lugar equivocado enfrentando a un grupo de terroristas alemanes, solo, sin ayuda y encerrado en un edificio con cientos de rehenes que salvar en plena noche buena.
La historia nos cuenta la primera desventura del detective John McClane (personaje que hiciera famoso al socarrón Bruce Willis) el cual esta de visita en la ciudad de Los Ángeles para encontrarse con su esposa (con la cual no tiene una buena relación) y quien cuenta con un excelente trabajo en un corporativo japonés, específicamente en el edificio más alto de la ciudad, La Torre Nakatomi.
El hecho es que John (Willis) llega al encuentro con su mujer Holly (Bonnie Bedelia), con la que antes de cualquier asunto le reclama el por que no usa su apellido de casada, pues la mujer se hace llamar Holly Gennaro en vez de McClane. Esto pone las cosas un tanto difíciles entre la pareja, más sin embargo como Holly quiere llevar la fiesta en paz le comenta a John que mejor se relaje y después la alcance en la celebración que esta ofreciendo el señor Takagi (James Shigeta) a todos los empleados del lugar.
Sin embargo y como nuestro protagonista se encuentra cansado de haber viajado en avión, recuerda un tip que le paso un sujeto que se sentó a su lado en el vuelo, el cual consiste en quitarse zapatos y calcetines para después frotarlos en la alfombra y asi poder descansar, lo cual le funciona. Instantes después McClena que se la pasa pipa, comienza a escuchar disparos en el lugar por lo que toma su pistola y se oculta.
Solo para descubrir que el lugar ha quedado sitiado por un grupo de terroristas que han tomado la torre, estos estan liderados por un elegante hombre llamado Hans Gruber (un excelente Alan Rickman) el cual pretende robar millones de dólares en bonos bancarios, motivo por el cual nuestro solitario héroe tendrá que ingeniárselas para impedir que los malos se salgan con la suya, aunque esto implique dejar el mayor número de cadáveres regados por doquier y la destrucción parcial de la elegante Torre Nakatomi, jajaja.
No me cabe la menor duda que Duro de Matar (Die Hard) es una de las mejores cintas de acción que se han hecho en la historia del cine, pues ésta cuenta con infinidad de elementos que la hacen diferente a otras propuestas que solo buscan el mero entretenimiento pueril, y es que la cinta de McTiernan primeramente cuenta con infinidad de personajes, los cuales lejos de quedarse en meros arquetipos nutren de muchas forma la ingeniosa e inteligente trama que se nos esta contando.
Primeramente tenemos a un John McClane bastante ácido, muy del estilo Harry Callahan pero con un toque de picardía, cualidad que ya venía desarrollando Willis en la serie televisiva Luz de Luna (1985-1989) con su personaje David Addison, motivo por el cual el personaje del valiente detective McClean le quedaba justo como anillo al dedo a un Bruce Willis un tanto desconocido y que aprovechando que Arnold Schwarzenegger descartaría el personaje por encontrarse grabando Gemelos (Ivan Reitman, 1988) o tal vez por que habría quedado harto después de la grabación de Depredador (1987) con el mismo McTiernan (vaya usted a saber), el hecho es que Willis sabría sacarle todo el jugo a un personaje que se volvería todo un ícono, gracias a la esplendida actuación del actor norteamericano.
Y es que el personaje de que interpreta Willis con todo y que cuenta con los rasgos tópicos del genero, también goza con elementos que lo llenan de humanidad, como podemos presenciar cuando el héroe se da cuenta que el edificio ha sido tomado por secuestradores, pues en primera instancia John se asusta y comienza a pensar como conseguir ayuda externa para detener a los villanos y evitar una catástrofe mayor, dicho de otro modo nuestro protagonista no se lanza en un inicio para enfrentar la amenaza, por lo que las acciones que McClane va tomando conforme avanza la trama se perciben muy realistas, esto gracias a un guión inteligente que sabe administrar de manera correcta las dosis de suspenso, acción y mucho derroche de violencia.
Pero sin lugar a dudas las características que hacen de John McClane todo un símbolo de hombría, son que el héroe es malhablado (su frase Yippi ka Yey ¡Hijo de puta! se volvió todo un clásico), goza de un negrísimo sentido del humor, mata a sus adversarios de forma dolorosa, pero también es vulnerable, ya que por lo menos su servidor no recuerda a otro héroe de acción que sufra mental o físicamente como el McClane de Willis, sobre todo cuando tiene que enfrentarse a infinidad de pruebas físicas totalmente descalzo.
Y es que Hans Gruber tiene clase, es estudiado, sabe sobre la bolsa de valores y el impacto de los mercados mundiales, pero no por esto dudara en usar una pistola para asesinar y lograr su cometido, como queda constatado en la escena donde Gruber (Rickman) le vuela los sesos al señor Takagi cuando este no accede a proporcionarle los códigos que abrirían la caja fuerte, motivo por el cual el personaje de Rickman también goza de mucho carisma.
Asi mismo no serviría de nada contar con un gran héroe sin un gran villano, y en este aspecto el magnánimo Alan Rickman nos regala a uno de los grandes villanos cinematográficos que se hayan creado, el otro sería el sheriff George de Nottingham de la sosa Robin Hood (Reynolds, 1991) interpretado por el propio actor inglés y que sin lugar a dudas es lo mejor de la cinta que protagonizará el ya devaluado Kevin Costner.
Por otra parte el séquito de asesinos que trabajan para Gruber son despiadados, fríos y expeditos, sobre todo un par de hermanos que le harán ver su suerte a McClane. El reparto se complementa con las solventes actuaciones de Reginald VelJohnson como el Sargento Al Powell, que funge como apoyo externo para John, pero sobre todo moralmente y Bonnie Bedelia como la mujer de McClane, personaje que en determinados momentos es fundamental en el desarrollo de la trama.
Ahora bien, el trabajo de McTiernan detrás de cámaras es excelente, ya que este gracias a su muy particular estilo visual logra dotar de ritmo y emoción a su cinta, la cual va in cresendo a cada momento que la trama avanza para culminar en ese inigualable clímax final en donde McClane se despacha a Gruber y de paso rescata a su esposa. Asi mismo no es casualidad que la trama se desarrolle en un lugar tan constreñido como lo es la Torre Nakatomi, ya que este aumenta las posibilidades de dotar de suspenso y peligro a la trama, además de que refuerza el estado mental por el que pasa nuestro protagonista.
Además Duro de Matar nos han dejado para la posteridad un puñado de las mejores escenas que se hayan hecho en el cine de acción y que serán recordadas por años, como es ver a Bruce Willis saltando del último piso del edificio, amarrado solo de una manguera y rompiendo los grandes ventanales de otro piso para ponerse a salvo, todo esto mientras una gran explosión se efectúa a sus espaldas.
Motivo también para que la cinta goce de una adecuada dosis de violencia y mucho humor negro, el cual todavía en nuestros tiempos puede considerarse políticamente incorrecto, basta con ver la escena cuando McClane parece estar derrotado, bañado en sangre y bastante exhausto, y Gruber lo amenaza diciéndole que si no suelta la metralleta matará a su mujer, además hay otro villano apuntándole con un arma.
Por lo que John suelta el arma y queda visualmente desarmado, para que momentos después presenciar como Gruber se jacte de haberle ganado a este americano que se cree John Wayne, empero y para sorpresa del respetable McClane comienza a cagarse de la risa, una risa de loco, la cual desconcierta a los malhechores en un inicio (ya que muestra desesperación por parte del héroe), para después ser contagiados por las carcajadas de éste, por lo que aprovechando esta distracción, John les dispara con una pistola que oculto en su espalda, de verdad esta secuencia es de mis favoritas.
Es por eso que la fotografía de Jan De Bont es oscura y asfixiante, otro acierto en el film, como también lo es la excelente banda sonora compuesta por Michael Kamen. Asi mismo el director norteamericano inserta varios elementos que hacen de la cinta una sátira política y social, ya que primeramente el realizador escoge la noche buena para desarrollar esta historia de violencia y derramamiento de hemoglobina (jajaja), por lo que un servidor también considera que no es casualidad que el blanco de los terroristas sea un emporio japonés (los mayores representantes del capitalismo), incluso gracias a la inserción de varios personajes secundarios, como es el que interpreta William Atherthon (encarnando a un inepto reportero) se critica a los medios de comunicación por su desmedida y falta de ética cuando de obtener una nota se refiere.
Mención aparte merecen los agentes del FBI que interpretan de manera genial Robert Davi y Grand L. Bush, los cuales ponen de manifiesto la ineptitud con la que cuentan las agencias de seguridad nacional del país de las barras y las estrellas cuando de enfrentar eventos terroristas se refiere, jajaja. Total que McTiernan no deja títere con cabeza en este excelente film de acción.
Para finalizar solo puedo recomendar ver Duro de Matar, sobre todo en estas épocas de amor y paz (jajaja), pues es un film solvente, violento y entretenido, razón para que aun en la actualidad se perciba vigente. Ya se lo que van a pensar, tal vez parezca un aguafiestas, un Grinch, pero es bastante irritante prender el televisor y solo descubrir cintas de índole navideño con mensajes maniqueos que buscan de manera fácil sacar lo mejor de cada quien, asi que como dice John McClane: ¡Yippi ka Yey, mother fucker! y felices fiestas, jajajaja.
Que sitio tan genial, contiene información bastante interesante y tu forma de escribir me parece sencilla. Sigue adelante, espero con ansias la siguiente entrada.
ResponderEliminargg, buena critica. Y animese que es la mejor epoca del año mi Goerge. Tengo una duda, y lo escucho a cada rato...en si, en si¿que viene siendo cine de culto?...Memento lo es, Tron(1982) tambien y muchas otras mas. Por favor ilumineme señor George.
ResponderEliminarHeroes ochenteros, gg, que buen tema.
atte: el Fesh.
Pues el cine aquel cine que por sus careacteristicas ya sean plásticas o ideologicas marcaron a una generación, por ejemplo puede haber cine mal hecho o jocoso, o en su defecto peliculas bien hechas por ejemplo Memento y Tron como mencionas podrían entrar en esa categoria, pues la primera es una cinta que tomo relevancia cuando su director (el señor Nolan) se hizo famoso con Batmana Inicia, Memento no era muy conocida y tomo relevancia después, además de que pretende ser un film muy experimental.
ResponderEliminarPor otra parte Tron se volvio una experiencia sensorial interesante por el momento historico y tecnologico en el que se presento (los avances cibernéticos) y aunque es una cinta normalita, esta se hizo de muchos seguidores.
Por tal motivo puse a Duro de Matar en esta categoría por que creo que sus elementos (actores, historia, momento historico) hacen de esta ya una joyita en el cine de acción.
Espero haber aclarado un poco tu inquietud Fesh y gracias por seguir el Blog, saludos.