AÑO: 1986
DURACIÓN: 105 min. Trailers/Vídeos
PAÍS: Estados Unidos
DIRECTOR: John Irvin
GUIÓN: Gary DeVore & Norman Wexler
MÚSICA: Tom Bahler & Albhy Galuten
FOTOGRAFÍA: Alex Thomson
REPARTO: Arnold Schwarzenegger, Kathryn Harrold, Sam Wanamaker, Paul Shenar, Robert Davi, Ed Lauter, Darren McGavin, Joe Regalbuto
PRODUCTORA: De Laurentiis Entertainment Group
GÉNERO: Acción
Todavía recuerdo cuando me encontraba estudiando en la preparatoria allá por el año 1995, las pláticas con mis amigos eran las de cualquier frikki fascinado por los comics y el cine, sobre todo si el género era el de ciencia ficción o el de acción, pero en lo particular con mi amigo Cuco (si lo veías parecía el Kingping de Spiderman, jajaja) siempre tenía pláticas acaloradas que a final de cuentas no llegaban a ningún lado, como si Superman era más poderoso que Gokú o cosas de ese tipo (jajaja) obviamente un servidor cree que el héroe azuloso ganaría. Por tal motivo también comentábamos si Sylvester Stallone era más chingón que Schwarzenegger, él decía que Sly por que hasta había ganado un oscar (jajaja) y yo le replicaba que Chuache pues había derrotado a un alienígena en una selva abandonada por Dios.
Como siempre no llegábamos a ningún acuerdo, pero las pláticas eran divertidas y emocionantes (y bastantes pueriles, jajaja), y ahora que lo veo tal vez el Cuco tenía razón, pues han pasado 15 años y Stallone sigue más vigente que nunca. Bueno, con esta vieja anécdota solo quiero hacer un preámbulo para realizar un pequeño ciclo a esos héroes de acción que tantos buenos momentos le regalaron a tipos como un servidor, los cuales se divertían con proezas increíbles, frases chulas y mucha testosterona. Asi que comenzamos.
El Ejecutor es de los trabajos menos conocidos del ya icónico Arnold Schwarzenegger, sin embargo dicha cinta mostraba de algún modo el arquetipo que seguiría el actor para consolidarse como definitivo action man pues aunque ya había realizado la entretenida y testosterónica Comando (Mark L. Lester, 1985), no sería hasta la solvente Depredador (John McTiernan, 1987) que Arnie llegaría a convertirse realmente en superestrella del cine de acción.
La cinta nos cuenta la historia de Mark Kaminsky (Schwarzenegger) un ex agente del FBI que por algunas cuestiones desconocidas tuvo que retirarse de la agencia y mudarse a un pueblo donde ahora trabaja como el sheriff del lugar.
Ahí Kaminsky realiza labores menores como ejecutar infracciones o perseguir a uno que otro delincuente menor como nos muestra una de las primeras secuencias del film, donde vemos a un Arnold Schwarzenegger en plan de chulo, manejando un jeep y persiguiendo a un motociclista, el cual por más que trata de evadir al pétreo héroe al final es capturado por este. Cabe hacer mención que dicha secuencia esta bien filmada y cuenta con todos los clichés del género, pues el héroe parece que no se esfuerza en lo más mínimo por lograr su cometido, además de que al final de terminar la acción, el protagonista escupe alguna frase mamona, jajaja (benditos años ochentas).
En otro lugar, un grupo de agentes se encuentran custodiando una cabaña en una zona boscosa, después nos enteramos que los hombres resguardan a un testigo protegido el cual esta a punto de testificar en contra de uno de los capos más poderosos y peligrosos de Nueva York, su nombre Luigi Patronita (Sam Wanamaker). Sin embargo y como las reglas del cine de acción lo dictan, el mafioso manda a sus hombres a eliminar al testigo para salvar su pellejo, acto seguido los hombres de Patronita desatan una masacre en la cabaña (genial de verdad) ultimando a los pobres polis y al ingenuo hombre que iba a testificar.
Por tal motivo, cuando la policia llega a ver la escena del crimen y descubren la ejecución, el veterano agente Harry Shannon (Darren McGavin) revela también que dentro de los agentes muertos se encuentra su hijo, por lo que entra en cólera, sospechando también que dentro de la policia se encuentra un infiltrado que ha estado dando información a la mafia, pues supuestamente nadie sabia de la casa de seguridad.
Tiempo después, Shannon (McGavin) como no encuentra una respuesta favorable ante tanta corrupción y nadie resuelve la muerte de su hijo, trama un plan para vengarse de los asesinos de su vástago y se contacta con Kaminsky (Schwarzenegger) al cual conocía de hace tiempo para encargarle una misión, el héroe acude al llamado de su viejo amigo y el primero le explica que esta consiste en infiltrarse en la organización de Luigi Patronita para que gane su confianza y posteriormente lo elimine, a cambio Shannon hará que Kaminsky se reintegre al FBI.
Nuestro protagonista acepta y finge su muerte para adoptar otra personalidad, la cual le crea el veterano policia, ahora nuestro héroe se llama Joseph Brenner (Schwarzenegger) y cuenta con un sin fin de antecedentes penales (claro para hacer más creíble la nueva identidad).
Total y para no hacer más largo el cuento, Brenner (Schwarzenegger) logra infiltrarse en la organización haciéndose pasar por un mafioso que fastidia al enemigo de Patronita, otro Ganster que quiere quedarse con el territorio, por lo que las acciones del héroe hacen que el primero lo tome en cuenta para hacerlo parte del equipo, lo que sigue después es todo un festín de escenas donde Arnie se despacha a puño limpio o con armas de fuego a los criminales que han tenido la mala fortuna de cruzarse en su camino, jajaja.
La verdad es que el film de John Irvin (director bastante impersonal) es muy entretenido, pues aunque recurre a los tópicos del género como son la violencia gratuita (para muestra tenemos la escena donde Schwarzenegger se despacha a puño limpio a varios malandrines dentro de un club de apuestas, después, sale del lugar y toma un camión e ingresa con este hasta la cocina para terminar de destruir el lugar, jajaja), personajes de cartón y muchas pero muchas escenas de acción, el verdadero aliciente es ver a un Arnold Schwarzenegger a punto de convertirse en todo un action man.
Y es que aunque el actor de origen austriaco goza de gran carisma, sus aptitudes interpretativas se perciben muy toscas, incluso se puede notar que las escenas donde Arnold tiene que decir más diálogos de lo normal, se siente un tanto incómodo (tampoco es que sea Hamlet, jajaja) sin embargo con el tiempo adquiriría la suficiente experiencia para tapar sus flaquezas interpretativas.
Pero en donde Arnie de verdad se ve cómodo es cuando tiene que aplicar la ley (a su manera) pues en las escenas de acción no hay quien le gane, si no basta con recordar una de las escenas más hilarantes del film que es cuando Brenner se monta en un convertible, pone una cinta de los Rolling Stones y a ritmo de (I can´t Get No) Satisfaction ingresa a un complejo lleno de mafiosos y armado solo con una metralleta se despacha a los malandrines, jajaja.
Por lo demás la cinta cumple, los villanos son arquetípicos a más no poder, aunque las actuaciones de Sam Wanamaker y, sobre todo un desperdiciado Robert Davi (quien interpreta por enésima vez a un hijo de puta) hacen que los malos de la función tengan un poco de dignidad, jajaja. Por otra parte lo del interés amoroso entre Benner y Monique (Kathryn Harrold) resulta bastante pueril pues nadie se lo cree, además que existe nula química entre la pareja.
Pero en donde Arnie de verdad se ve cómodo es cuando tiene que aplicar la ley (a su manera) pues en las escenas de acción no hay quien le gane, si no basta con recordar una de las escenas más hilarantes del film que es cuando Brenner se monta en un convertible, pone una cinta de los Rolling Stones y a ritmo de (I can´t Get No) Satisfaction ingresa a un complejo lleno de mafiosos y armado solo con una metralleta se despacha a los malandrines, jajaja.
Por lo demás la cinta cumple, los villanos son arquetípicos a más no poder, aunque las actuaciones de Sam Wanamaker y, sobre todo un desperdiciado Robert Davi (quien interpreta por enésima vez a un hijo de puta) hacen que los malos de la función tengan un poco de dignidad, jajaja. Por otra parte lo del interés amoroso entre Benner y Monique (Kathryn Harrold) resulta bastante pueril pues nadie se lo cree, además que existe nula química entre la pareja.
Asi que puedo recomendar ver Ejecutor como un sano divetimento y despojado de pretensiones, ya que aunque no es de lo mejor de la filmografía de Schwarzenegger, esta muestra los aspectos plásticos e ideológicos que hicieron del cine del histrión norteamericano todo un fenómeno social sobre todo a finales de los años ochentas y mediados de los noventas.
Una pregunta ¿Me podrias decir el nombre del tema que suena en la discoteca
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