miércoles, 10 de octubre de 2012

CINE DE CULTO: LA MOSCA (1958)

TÍTULO ORIGINAL: The Fly
AÑO: 1958
DURACIÓN: 94 min.
PAÍS: Estados Unidos
DIRECTOR: Kurt Neaumann
GUIÓN: James Clavell
FOTOGRAFÍA: Karl Struss
MUSICA: Paul Sawtell
REPARTO: Al Hedison, Patricia Owens, Vincent Price, Herbert Marshall
PRODUCTORA: 20th Century-Fox
GÉNERO: Ciencia Ficción. Terror.




Durante siglos el hombre ha querido descifrar a través de diversas investigaciones los misterios del universo para comprender mejor su propio origen y comprobar a su vez si es que de verdad existe aquella entidad divina que rige las vidas de los simples mortales, por lo cual y con el paso del tiempo dichas disertaciones se han vertido en los numerosos avances científicos y tecnológicos (aspectos que han quedado reflejados en el género de ciencia ficción), y es que después de aquel fascinante y a la vez terrible acontecimiento que significó el descubrimiento y manejo de la energía protónica usada en la bomba atómica para atacar Hiroshima en aquel doloroso año de 1945, el hombre tomo conciencia realmente del poder que significaba jugar a ser Dios.

Sin embargo el costo de tal descubrimiento fue demasiado alto por lo cual la sociedad se tornó más hipócrita para asimilar dichos eventos y fue con cintas como El Día que la Tierra de Detuvo (Robert Wise, 1951), La Guerra de los Mundos (Byron Haskin, 1953), Godzilla (Ishiro Honda, 1954)  y mucho tiempo después  El Último Hombre Sobre la Tierra (Salkow-Ragona, 1964) que se  vieron vertidas todas esas exaltaciones de paranoia que dejo la amenaza nuclear y que sin duda permearía en el inconsciente colectivo de la humanidad, es por eso que de nuevo el sujeto en un ejercicio de entendimiento encuentra en estas propuestas audiovisuales un vehículo de escapismo para readaptarse a su nuevo cotidiano. De ahí que el film de Kurt Neuman si bien no aborda de forma tan abierta el fenómeno de dicha demencia, si logra constreñir en un relato minimalista y un discurso valido las consecuencias de abusar de los avances científicos, tecnológicos y sociales. 

La historia es la siguiente, una noche el velador que se encuentra realizando su rondín habitual en una enorme fabrica al llegar a un compartimiento donde se haya la maquinaria pesada presencia como una mujer asesina a un sujeto cuando deja caer sobre su humanidad una gran plancha de acero. Al día siguiente descubrimos a Helene Delambre (Patricia Owens) una respetable mujer de clase pudiente acude con su cuñado, Francois Delambre (Vincent Price) quien acaba de enterarse que su hermano Andre (Al Hedison) acaba de morir en condiciones bastante misteriosas, sin embargo la visita de su cuñada en realidad es para confesarle a Francois (Price) que ella es la autora material del asesinato de su esposo. Por supuesto Francois no puede creer que Helen haya realizado tan atroz suceso y le pide que le explique sus motivaciones para poder entenderla y por supuesto ayudarla, esto porque el crimen ha comenzado a ser investigado por el Inspector Charas (Herbert Marshall) el cual no tardará en descubrir el móvil del mismo.

Lo que sigue después es atestiguar como Helene comienza a contarle a Francois como su hermano André se encontraba bastante obsesionado realizando un proyecto, en el cual descubrió la manera de teletransportar la materia de un sitio a otro gracias a la creación de un artefacto que desintegra las partículas de la misma y las vuelve a reintegrar en otro plano, desgraciadamente este experimento solo funciona con objetos inanimados, por lo cual André comienza a fascinarse con su investigación y decide probar con seres vivo, por lo cual utiliza a su gato para comprobar si su máquina funcionará de manera correcta, empero lo único que sucede es que el felino desaparece del plano terrenal. Obviamente el científico sigue indagando (aspecto que nunca es mostrado en el relato, ya que las investigaciones científicas del mismo se nos muestran a puerta cerrada) hasta que el mismo se toma como objeto de experimentación y logra la tan ansiada teletransportación, más sin embargo y como dictan las reglas de este tipo de historias el precio que se debe pagar por intentar ser Dios es demasiado alto, por lo cual André descuida una variante al ingresar a su máquina junto con una mosca; motivo por el cual las partículas de ambos seres se combinan creando malformaciones en el sujeto el cual comienza a mutar en una especie de aberración humana cuando su mano izquierda y su cabeza toman la forma de una mosca, de ahí que André comience a perder todo ápice de humanidad por lo cual Helene decide acabar con él.

Ok pero vayamos por partes, cuando uno analiza el film de Neumann puede descubrir que la tesis del mismo radica en tratar el evidente discurso sobre la  explotación de las nuevas tecnologías (aspecto que aun hoy en día se percibe vigente) sin saber las verdaderas consecuencias que conlleva abusar de los mismos, así como también se ahondan en  aspectos netamente metafísicos sobre la compleja constitución psicológica del hombre como ente viviente pues si decodificamos de manera correcta la dialéctica del film, podremos hallar que la perdición del personaje de André es esa frivolidad de cualquier ser humano con anhelos de megalomanía; por lo cual esto nos lleva también a descubrir esa vieja premisa de la cual goza muchas veces el cine de horror, y este es el de la exploración de la bestialidad humana como símbolo de esa ominosidad que radica dentro del sujeto. Por tal motivo no es casualidad que André Delambre (Hedison) se convierta en una mosca ya que este insecto esta netamente contextualizado con la muerte.

Ahora bien hay que decir que la labor de Kurt Neaumann tras cámaras es correcta pues este logra dotar de un ritmo bastante fluido a un relato que apuesta por el buen manejo de suspense para solventar los pocos recursos económicos con los que cuenta el film, pues dicho sea de paso estos solo se constriñen a dos o tres escenarios (el laboratorio científico, la casa del matrimonio Delambre y la casa de Francois) por lo cual es de vital importancia para que la veracidad del relato funcione, así mismo las interpretaciones pues se encuentran dentro de la media y tanto Patricia Owens como Al Hedison cumplen correctamente, la primera como esposa afligida al borde de la locura al tratar de convencer de los horribles acontecimientos vividos tanto a su cuñado Francois como al inspector Charas se percibe creíble y convincente. Por su parte Al Hedison básicamente no tiene mayor problema en encarnar a un obsesivo científico que busca encontrar el hilo negro de la humanidad, ya que si tomamos en cuenta que este casi no aparece a cuadro y cuando se vislumbra en su alter ego (la abominable mosca) por consiguiente se encuentra debajo de una gran máscara sin decir un solo dialogo.

Eso si el plato fuerte de la función para su servidor fiel admirador del gran Vincent Price, pues es precisamente la discreta pero siempre bien agradecida participación del actor inglés lo que legitimiza al filme, ya que aquí encontramos un performance de Price que se percibe bastante contenido (los seguidores de Price no esperen verlo en plan grandilocuente como en el Dr. Phibes o podrían sentirse algo defraudados) lo que logra que el personaje de Francois se descubra como ese símbolo de moralidad y cordura en dicho relato, cabe hacer mención que la simple presencia física de Price y su elocuente voz dan gran peso a su personaje.

Ya para finalizar no me queda más que recomendar La Mosca como una entretenida cinta de horror/CFI que guarda dentro de sus discurso grandes interrogantes sobre la propia humanidad, eso si hay que ser conscientes que dicho film es producto de su época por lo cual habrá que analizarla en su propio contexto para no llevarse un chasco (por aquello de que algunos neófitos la consideren risible tanto en fondo como en forma). Eso sí para 1959 se estrenaría El Regreso de la Mosca (Edward Bernds) la cual contaría con mayor participación de Vincent Price y casi tres décadas después el genial David Cronenberg realizó una nueva interpretación del film de Neumman, creando una terrorífica y fascinante obra de arte de la cual hablaré próximamente.






  

1 comentario:

  1. Si bien luego se hicieron dos películas más sobre este tema, continuaciones muy pobres pero dignas igual, este es un clásico insustituible apra aquellos que nos gustan los monstruos de otros tiempos.

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