jueves, 12 de enero de 2012

ROCKY IV de Sylvester Stallone

TÍTULO ORIGINAL: Rocky IV
AÑO: 1985
DURACIÓN: 90 min.
PAÍS: Estados Unidos
DIRECTOR: Sylvester Stallone
GUIÓN: Sylvester Stallone
FOTOGRAFÍA: Bill Butler
MUSICA: Vince DiCola
REPARTO: Sylvester Stallone, Talia Shire, Burt Young, Carl Weathers, Brigitte Nielsen, Tony Burton, Michael Pataki, Dolph Lundgren
PRODUCTORA: United Artits
GÉNERO: Drama. Acción.

“Quizás lo único que pueda hacer es aguantar todos sus golpes, pero para vencerme tendrá que matarme, para matarme tiene que tener valor para ponerse delante de mí y para eso también tendrá que estar dispuesto a morir. No se si está preparado para hacerlo. No lo sé.”
-Rocky Balboa (Sylvester Stallone)


Recuerdo con gran nostalgia aquellos viajes dominicales que su servidor realizaba con su hermano y su padre en uno de los tantos  y gigantescos mercados callejeros de interminables caminos de una ciudad de México ya muy lejana, donde uno encontraba infinidad de chucherias como juguetes importados de segunda mano, videojuegos, un sinfín de comida y por supuesto no podía faltar la tan añeja venta de material cinematográfico clandestino en el por ese entonces funcional formato vhs y hasta beta (ahora ya rudimentarios y casi extintos)  de aquellos lejanos años ochentas y noventas, donde los peculiares casetes tenían en su frente el nombre del titulo rotulado con plumón en una etiqueta que nos informaba vagamente el contenido de la cinta. El hecho es que comprar dicho material era un ejercicio casi antropológico cuando de buscar tal o cual titulo se trataba, y aun más difícil cuando se es un chaval de 10 u 11 años al cual le prohíben el acceso a cierto material, es asi como su servidor pudo visionar cintas como  aquella aterradora cinta de hombres lobo llamada Aullido (Joe Dante, 1980), la compleja y erótica El Amante de Jean Jacques Annaud (a escondidas por supuesto, jajaja) e infinidad de títulos de Van Damme como la cutre Cyborg (Albert Pyun, 1989) y  muchas cintas del buen Stallone.

Bueno el punto al que su servidor quiere llegar con estas melancólicas disertaciones es que fue en una de esas adquisiciones clandestinas que mi padre nos compro a mi y a mi querido hermano Rocky IV, tal vez la entrega más estrambótica y excesiva de la saga, cinta en la cual se pierden por completo los rasgos que dieron identidad al personaje creado por el propio Stallone (aspectos que intentara rescatar en la fallida quinta parte), más sin embargo también hay que decir que con todo  lo pueril y absurda que pueda resultar en su discurso, también es indudable que es por mucho la más entretenida (no por nada mi hermano la veía casi a diario, jajaja) pues este film casi se convierte en un comic en movimiento, con toda esa estética videoclipera, la inserción de aspectos netamente comerciales de la epoca (encuadres a tales o cuales marcas y exposición de tecnología como el robot que sale en el film) y por supuesto una banda sonora que se ha vuelto de culto hacen de Rocky IV una de esas cintas que su servidor guarda con cierto cariño.

Pero vayamos por partes, la cinta inicia mostrándonos una peculiar imagen en la cual asistimos como un par de puños metálicos, ataviados con guantes de boxeo se colisionan entre si provocando una gran explosión, cabe hacer mención que dichas fundas llevan consigo la bandera de Los Estados Unidos de América y la bandera de La Unión Soviética (con esto el espectador ya puede imaginarse por donde van los golpes a nivel narrativo, jajaja), instantes después asistimos a los últimos minutos de la batalla que sostiene Balboa (Stallone) en contra de Clubber Lang  (la peor pesadilla que Rocky  haya conocido hasta el momento, y tal vez el personaje peor trazado de la saga por cierto) para que después de tres insípidos rounds  el Semental Italiano se alce de nueva cuenta como el triunfador indiscutible de los cuadriláteros (mientras la pieza musical “Eye of Tiger” engalana dicha secuencia de heroicidad), en gran parte a la ayuda que le ofreció su amigo Apollo Creed (Carl Weathers) con aquellos duros y homo eróticos entrenamientos que sostuvieron ambos gladiadores en la playa (jajaja). Momentos después nuestro protagonista regresa a casa donde lo espera su amada esposa Adrian (Talia Shire), el pequeño Rocky (Rocky Krakoff) y su cuñado Paulie (Burt Young) para festejar el cumpleaños de este último.

Mientras esto sucede se anuncia en las noticias que el campeón amateur de boxeo originario de la Unión Soviética, Iván Drago (Dolph Lundgren) ha llegado al país de las barras y las estrellas para enfrentarse con el campeón de dicho país, empero Rocky ya se ha retirado y al parecer no tiene ningún interés en dicho enfrentamiento, sin embargo Apollo Creed (Weathers) quien lleva más tiempo en el retiro aun sigue añorando sus viejas glorias, motivo por lo cual decide enfrentar a Drago para demostrarse primeramente que no es un viejo y por supuesto para  enseñarle a los rusos que ser americano es lo más cool que pueda existir (como nos lo hiciera saber el abuelo del soul James Brown con su canción Living in América). 

Obviamente Rocky desaprueba la loca idea de Apollo y no muy convencido termina por apoyarlo para que luche contra el ruso, sin embargo la pelea de exhibición saldrá bastante mal cuando el poderoso atleta soviético mate al ex campeón norteamericano dentro del cuadrilátero al mostrar todo su poderío asestando varios golpes mortales a este, haciendo que la pelea se convierta en una masacre para un mal trecho Creed que cae derrotado ante la mirada atónita de Balboa y los centenares de asistentes que presenciaban tan mórbido espectáculo; motivo por lo que ahora Rocky tendrá que volver a ponerse los guantes (y los calzoncillos de Apollo, jajaja) para enfrentar su reto más difícil al viajar directamente al gélido infierno que significa el corazón de Rusia, con el único objetivo de vengar la muerte de su mejor amigo y exponer al mundo de una vez por todas que Los Estados Unidos son la única potencia legítima en el mundo, faltaba más.

Como el lector podrá darse cuenta el discurso neurálgico que el film plantea es a todas luces aborrecible, empero lo que hace pasable dicho ejercicio cinematográfico (para otros más solo un menjurje) es sin lugar a dudas esa nimiedad y hasta inocencia con la que Stallone plantea un evento tan importante como lo es la Guerra Fría, convirtiendo dicho suceso en una mera anécdota la cual llega solo a compararse con un panfleto político (¿que esperaban ni que fuera Kubrick?) que agradecerán encarecidamente los devotos a la administración Reagan, y por supuesto odiaran las demás partes del conflicto involucradas, incluyendo a gran parte de la  comunidad internacional (jajaja), no por nada un año después el director de origen finlandés,  Aki Kaurismâki realizo un cortometraje de 8 minutos llamado Rocky VI para satirizar y expresar lo que pensaba de la cinta de Stallone (obviamente no simpatizaba con la visión de Sly, jajaja).

Pero dejando de lado el discurso ideológico de Rocky IV, lo que la vuelve entretenida es sin lugar a dudas esa edición y ritmo trepidante que emplea Stallone para contarnos esta misión casi suicidad del protagonista, y es que está muy claro que el film se encuentra dividido en dos partes claramente diferenciables, por una parte encontramos una primera mitad  que se nos plantea como una drama, el cual esta desarrollado con bastante prisa y por ende no ahonda mucho en las motivaciones de los personajes pues al parecer el Stallone guionista infiere que como ya los conocemos pues no necesita perder mucho tiempo en este aspecto (ahora los personajes son más arquetípicos que en anteriores entregas), de ahí que Apollo Creed (Weathers) ahora sea el personaje sacrificado en aras de ensalzar la figura del protagónico, es asi como dicho personaje queda eliminado de la saga de manera casi hasta insultante pues el Apollo de esta entrega esta más exagerado, ahora es más narcisista y odioso por lo que incluso el respetable hasta siente una leve satisfacción cuando Drago (Lundgren) se lo despacha.

Por otra parte Iván Drago (un Lundgren que se hiciera famoso por este papel) esta representado de tal forma que parece una maquina sin sentimientos ni emociones, como  si los rusos fueran seres fríos e indiferentes, no por nada hasta los métodos que utilizan estos para preparar físicamente a Drago muestran indiscriminadamente la implementación de tecnología y químicos como queriendo decirnos que ellos son los malos de la película, los sujetos que tienen en su poder las bombas nucleares (jajaja).  Por lo demás tanto Talia Shire como Burt Young (haciendo de Patiño), siguen en su línea y pues estan ahí para cobrar unos cuantos miles de dólares al igual que Tony Burton y Brigitte Nielsen (la señora de Stallone por aquellos años)  como Duke y Ludmilla respectivamente.

Ahora pasando al desarrollo de la segunda mitad y verdadero entretenimiento del film, es aquí  donde el espectador se emociona con aquellos videos clips que nos presenta Stallone tratando de armar una obra coherente a nivel visual y narrativo, motivo por lo que pasaran a la posteridad esos pequeños videos como No easy way out (tema de Robert Tepper) donde un desconsolado Rocky maneja solitariamente su deportivo de noche,  recordando a su amigo Apollo, o aquellas míticas pistas llamadas Training Montage de Vince Dicola y Hearst on Fire de John Cafferty, las cuales se encargan de enmarcar el duro entrenamiento que Rocky mantiene en terrenos soviéticos, donde el héroe vence adversidades como el clima y el celoso resguardo de agentes pertenecientes a la KGB que observan celosamente los rudimentarios métodos que emplea éste para vencer al héroe ruso; al tiempo que Drago hace lo mismo pero con métodos más avanzados como si un deportista del futuro de tratase.

Claro que todo esto solo es un preámbulo para el platillo principal, la pelea final entre Drago y Rocky en esos dieciocho brutales, sangrientos y dolorosos rounds (filmados con gran solvencia por cierto, y bien coreografiadas los cuales sin lugar a dudas rozan el gore) donde Balboa además de enfrentar al gigantesco gladiador también tiene que vencer a un público hostil que lo quiere ver muerto, para posteriormente doblegar a golpes a su oponente (faltaba menos) y cerrar con ese manido y no menos edulcorado discurso que escupe nuestro protagonista donde nos dice que todos podemos ser amigos por ser iguales, no importando la nacionalidad, por lo cual los cientos de rusos que miraron el espectáculo al final se convencen de las palabras del buen Rock (jajaja).

Ya casi para finalizar diré que  la dirección de Stallone dista mucho de las primeras entregas, haciendo de esta la más comercial a nivel plástico. Así que solo diré que si, por muchos aspectos Rocky IV puede resultar una bazofia para muchos espectadores (opinión muy válida)  sin embargo a más de dos décadas de su estreno debo acotar que ésta cinta aun me sigue emocionando y entreteniendo, pues he encontrado en ella un placer culpable que aunque usted no lo crea ahora me resulta aun más fascinante, pues encuentro en ella un compendio de expresiones socio culturales propias de una época irrepetible dignas de análisis  (la llegada del videoclip como expresión cultural gracias al nacimiento de MTV en 1981, por ejemplo) que aun sigo decodificando con el paso del tiempo, aseveraciones que Umberto Eco ya adelantara en su obra Apocalípticos e Integrados, la cual plantea que según la experiencia y bagaje de cada individuo, este procesará tal o cual mensaje según su experiencia, y aun más importante que toda obra o expresión cultural puede ser diseccionada.


 

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