TÍTULO ORIGINAL: Requiem
AÑO: 2006
DURACIÓN: 93 min.
PAÍS: ALEMANIA
DIRECTOR: Hans-Christian Schmid
GUIÓN: Bernd Lange
MÚSICA: Desconocido
FOTOGRAFÍA: Bogumil Godfrejów
REPARTO: Sandra Hüller, Burghart Klaußner, Imogen Kogge, Anna Blomeier, Nicholas Reinke
PRODUCTORA: Bayerischer Rundfunk / Westdeutscher Rundfunk / arte / Südwestrundfunk
WEB OFICIAL: http://www.requiem-derfilm.de/
PREMIOS 2006: Festival de Berlín: Mejor actriz (Sandra Hüller)
2006: Sitges: Mejor película y Mejor actriz (Sandra Hüller)
GÉNERO: Drama, terror.
"El Demonio habita en su alma"
Cuando busco cine de terror hay dos probables resultados, o la obra vista es magnifica (obviamente logra causar horror) o es una completa mierda. En el caso de La Posesión, creo que el enfoque que se le ha dado es erróneo, puesto que se vendió como una cinta del estilo de El Exorcismo de Emily Rose (Scott Derrickson, 2005), incluso solo hay un año de distancia entre la mencionada cinta norteamericana y ésta, sin embargo esto no quiere decir que la cinta sea mala, aunque algunos podrán sentirse decepcionados.
Pero cuando el presente logra despojarse de prejuicios sobre la cinta, ya que conforme avanza la trama nos damos cuenta que el filme no contiene ningún vestigio de elementos paranormales, descubrimos el verdadero terror, ese que quizá esta presente en el cotidiano de muchas personas, en ese momento la cinta logra funcionar como un inteligente drama social.
Ambientada en los años 70´s al sur de una comunidad de Alemania, Micaela (Sandra Hûller), una joven de 22 años vive con su familia, su padre es amoroso pero débil de carácter y su madre es fría y castrante, además de ser ultra conservadores y católicos. Asi mismo nos enteramos que la chica ha perdido un año de educación superior ya que desde su infancia ha sufrido epilepsia, y aunque ha estado en tratamiento sus padres no confían en que pueda funcionar en un ambiente normal.
Pero un día Micaela (Hûller) recibe una carta donde le comunican que ha sido aceptada en la Universidad, por lo que le dice a su papa (Burghart Klaußner) y este la apoya, incluso el la lleva al Colegio, aun con la desaprobación de la madre (Imogen Kogge).
Ya instalada en la Universidad, Micaela se integra a sus estudios y conoce a Hanna (Anna Blomeier) la única amiga que tendrá en su estancia en la institución educativa. Asi transcurren algunas semanas, todo marcha bien para la chica, incluso esta llega a entablar una relación amorosa con un joven llamado Stefan (Nicholas Reinke). Sin embargo esa tranquilidad se ve perturbada cuando Micaela regresa los fines de semana a su hogar, ya que su madre siempre tiene hacia ella una actitud fría y sofocante, cuestiona su forma de vestir y otras cosas lo que genera tensión en la dinámica familiar.
Pero hay un evento que realmente pone en riesgo la cordura de nuestra protagonista, este es cuando la chica y su familia hacen un viaje con su comunidad católica a una especie de claustro en donde celebraran una misa y de nuevo la madre de esta, con su comportamiento obtuso y castrante provocan en Micaela una especie de quiebre psicológico. Sin embargo, la chica cuando se da cuenta que han vuelto algunos síntomas de su enfermedad, trata de encontrar una explicación y a su vez una respuesta en la religión, es por ese motivo que Micaela interpreta sus ataques de epilepsia, con la posesión del Demonio en su alma.
Y es que una explicación científica, haría que intentarán a la mujer en una institución mental, es por esta razón que la fe y el dogmatismo se enfrentan, representados en la figura de dos sacerdotes, el padre Martin Borchert (Jens Harzer) quien cree con vehemencia que el mismísimo Satanás habita en la chica y por otra parte el padre Gerhard Landauer (Walter Schmidinger) cree que los males de Micaela son médicos.
Como podrán inferir el argumento es muy parecido a la cinta de Scott Derrickson (al menos en papel) sin embargo el desarrollo es totalmente distinto, incluso en la cinta del teutón Hans-Christian Schmid no importa el ¿por qué? si no el ¿cómo?, a lo que quiero llegar es que de antemano, cuando el metraje lleva una tercera parte de avance, probablemente ya hayamos descubierto el hilo de la historia, más sin embargo el director se despoja de efectismos baratos para engañar al presente (como pudieron haber sido efectos de sonido o sombras misteriosas en la noche) y en cambio nos muestra casi de manera clínica la psique de la protagonista (lo verdaderamente interesante de la historia), asi como las causas de éstas y los daños colaterales que provocan en su entorno.
Asi mismo el relato no se siente forzado y toma mayor fuerza por la forma en que su director narra la historia, utilizando un ritmo bastante pausado, asi como una estética hasta cierto punto clasicista (los encuadres, la paleta cromática o incluso la musica son muestra de ello). Asi mismo se utiliza el recurso de la cámara en mano para dotar de realismo a esta historia, la cual esta basada en hechos verídicos.
Por otra parte todo lo anterior no funcionaría tan bien si no fuera por la interpretación de Sandra Hûller, quien con una actuación soberbia hace que su personaje se perciba humano, razón por la cual logra transmitir todo el sufrimiento y desesperanza que la ha invadido.
Por último, si aun se cuestionan en donde radica el terror en esta historia, pues solo hay que presenciar como la ignorancia, la represión y la preocupación del que dirán, son males sociales aún más escalofriantes que el propio anticristo.
Por tal motivo creo que La Posesión es una buena cinta de horror a la que hay que darle una oportunidad, ya que propone más que muchas cintas del género y lo mejor, es que por lo menos no insulta nuestro intelecto.
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