AÑO: 2012
DURACIÓN: 110 min.
PAÍS: Estados Unidos
DIRECTOR: Scott Derrickson
GUIÓN: Scott Derrickson, C. Robert Cargill
FOTOGRAFÍA: Chris Norr
MUSICA: Christopher Young
REPARTO: Ethan Hawke, Vincent D´Onofrio, James Ransone, Fred Dalton Thompson, Clare Florey, Victoria Leigh
PRODUCTORA: Automatik Entertainment / Blumhouse Productions / Possessed Pictures
GÉNERO: Terror.
Debo ser sincero y manifestar
que la verdad no esperaba mucho de este filme, y es que a últimas fechas hay
pocos títulos de terror que de verdad me incomoden o me perturben, y si a esto agregamos que el director Scott Derrickson había dado un
bajón considerable desde aquella respetable El Exorcismo de Emily Rose (2005)
al abordar un descafeinado remake de El Día que la Tierra se detuvo (2008) pues
mis expectativas no eran muchas. Sin embargo debo expresar que después de
visionar este nuevo trabajo del director norteamericano quede bastante
satisfecho pues creo que el realizador vuelve a terreno conocido y se apunta un
punch al hilvanar una efectiva cinta de terror a la vieja usanza.
La historia nos presenta a un novelista llamado
Ellison Oswalt (Ethan Hawke) el cual se encuentra en horas bastante bajas pues
su último éxito lo obtuvo ya hace más de una década por un libro conocido como
Kentucky Blood en el cual realizó una investigación sobre unos asesinatos en
donde la policía jamás encontró al culpable de los mismos, sin embargo gracias
a las pesquisas de Ellison se esclarecieron los homicidios. Por supuesto este acontecimiento
convirtió a nuestro protagonista en un
rock star de la literatura y su libro se vendió como pan caliente, aunque
también lo volvió persona non grata con la policía al ponerlos en mal papel.
Desgraciadamente para Ellison su primer libro jamás pudo ser superado por él
mismo y sus subsecuentes obras fueron un rotundo fracaso, por tal motivo y
queriendo encontrar un segundo aire decide ir a un poblado en donde se ha
cometido un artero crimen en contra de una familia en donde todos los miembros
de la familia murieron y el individuo más pequeño de la misma (una niña)
desapareció.
Es por eso que Ellison decide comprar la casa en
donde ocurrió el crimen y se traslada ahí junto a su familia sin que estos sospechen el verdadero pasado de la morada,
con el objetivo de ahondar en los
sucesos que ocurrieron ahí. Empero las cosas se tornaran bastante perturbadoras
para los Oswalt cuando el patriarca descubra unas viejas cintas en formato Super 8
donde descubre una serie de asesinatos que fueron documentados y en donde el móvil de los
mismos está conectado con el crimen que se encuentra investigando, puesto que
mientras ahonda en los mismos se da cuenta que en todos los homicidios los
integrantes de las familias perecen excepto el miembro más pequeño de la
susodicha, pues este siempre desaparece. Y
a partir del visionado de dichas cintas la psique de nuestro
protagonista comienza a desquebrajarse cuando inician a ocurrir fenómenos bastante
perturbadores que hacen que la vida de la familia Oswalt se encuentre en
peligro.
De entrada uno de los aspectos más solventes en la
cinta de Scott Derrickson es descubrir que esta apuesta por desarrollar de
manera efectiva una historia que aunque no es muy original sustenta su éxito en
la exposición del personaje principal en el cual se vierten todos los temores
intrínsecos del ser humano, y es que conforme la historia avanza podemos
descubrir como el personaje de Ethan Hawke se va desmoronando a nivel
psicológico cuando sus preceptos morales comienzan a ser puestos a prueba en el
momento en que las cintas le muestran los atroces asesinatos, por tal motivo
aspectos como la egolatría, la fama, el individualismo y por supuesto la
justicia quedan tambaleantes. De ahí que el terror no coexiste en imágenes
impactantes o efectos de sonidos estridentes (incluso la mayor parte de la
historia se desarrolla en el día) si no en las reacciones que el protagonista
va experimentando, aunque se agradecen las logradas atmósferas opresivas,
alguna que otra aparición de alguna sombra inquietante en segundo plano en
momentos puntuales, y la prescindible aplicación de música ambiental, lo que
provoca que la historia se perciba más áspera.
Por otra parte es innegable que la actuación de
Hawke hace que el respetable se tome en serio lo que se está vislumbrando
frente a la pantalla, y es que el intérprete de Antes del Amanecer (Linklater,
1995) se compromete por dotar de humanidad a su disfuncional y no menos humano
personaje haciendo que el respetable si bien no sienta empatía por sus acciones
por lo menos si se vincule a nivel emocional con este cuando comienza a
descender a sus infiernos personales. Y es que en verdad el casting
seleccionado permite que la cinta no se desborde en situaciones ridículas (el
guión está trazado de forma bastante sobria), sobre todo cuando hace acto de
aparición Bughuul, El devorador de las almas de niños (o mejor conocido como el
Boogeyman) quien es el responsable de los crímenes; ¿se imaginan si el buen
Nicolas Cage fuese el protagonista de esta cinta? los resultados serían atroces
¿no creen? simplemente conciban a Cage
poniendo en marcha su clásico repertorio de muecas cuando descubre el primer
video, créanme que su interpretación en 8 mm (Jorl Schumacher, 1999) quedaría años
luz a
que ahora nos tiene acostumbrados.
Así mismo la vuelta de tuerca que se nos presenta a
mitad de la historia es bastante efectiva aunque no tan portentosa como uno
quisiera (al menos para su servidor puesto que a partir de esto la cinta se cae
un poco, digamos que la tesis sobre el asesino sin identidad era más
interesante), empero este aspecto no decepciona porque de nueva cuenta Derrickson
aborda de manera eficaz el cambio de tono de un suspense a thriller
sobrenatural, al tiempo que el hecho de que cierta treta narrativa que incluye
infantes como entes malignos origina que el espectador se vuelva a meter en la
historia. Es por esto que el tramo final se antoja bastante perturbador y la conclusión se percibe en demasía pesimista.
Y es aquí donde su servidor quiere hacer una puntualización al referirse a ese recurso
tan explotado en el cine de horror actual que significa el vérité (mal empleado
por cierto por tipos como Oren Peli), aspecto que aquí está bien resuelto pues
no se abusa de este recurso, al tiempo que este si tiene una relevancia
importante en el relato (las latas de películas caseras detonan todo el
enmarañado) por lo cual incluso la existencia del mentado Boogeyman en verdad
no tiene mayor relevancia y solo justifica de manera algo forzada la existencia
del segundo tramo del film; aunque insisto que la pericia del director salva en
su conjunto a la cinta.
Ahora bien en lo referente a los aspectos técnicos
debo decir que la cinta está bien filmada, la ambientación y la puesta en
escena minimalista (todo transcurre en casa de los Oswalt) y sobre todo las
atmosferas lúgubres hacen que la cinta se perciba inquietante durante todo el
visionado. Finalmente y retomando el apartado histriónico debo decir que la
cinta cumple bastante bien por las actuaciones que van desde un comprometido
Ethan Hawke, una Juliet
Rylance un tanto desaprovechada como esposa comprensiva y los niños Michael
D´Addario y Clare Foley como los integrantes más jóvenes de la familia Oswalt
entregan interpretaciones justitas para no desentonar con sus colegas adultos.
Así que puedo recomendar Siniestro como una aceptable cinta de terror la cual
toma lo mejor del género, y lo mejor de todo es que esta no busca ser otra cosa
sino lo que es, al tiempo que su director vuelve a centrarse en ese terror
implícito que vive dentro los personajes (esa lucha constante entre lo moral y
lo etéreo) como sucedía en El Exorcismo de Emily Rose, lo cual por supuesto
hace aún más interesante el visionado.
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