AÑO: 2006
DURACIÓN: 92 min.
PAÍS: Estados Unidos
DIRECTOR: Scott Glosserman
GUIÓN: Scott Glosserman, David J. Stieve
FOTOGRAFÍA: Jaron Presant
MUSICA: Gordy Haab
REPARTO: Nathan Baesel, Angela Goethals, Zelda Rubinstein, Robert Englund, Scott Wilson
PRODUCTORA: Anchor Bay Entertaiment
GÉNERO: Terror.
Como ya lo ha comentado su
servidor en varias ocasiones el género de terror es uno de sus favoritos con
todos sus aciertos y desatinos, empero aquella fascinante época de finales de los
años setenta y principios de los ochenta realmente significaron la cúspide del
mismo con aquel subgénero conocido simplemente como slasher donde producciones
como Las Colinas tienen Ojos (Craven, 1977), Halloween (Carpenter, 1978),
Viernes 13 (Cunningham, 1980), Sangriento San Valentín (Mihalka, 1981) o
Pesadilla en la calle del Infierno (Craven, 1984) llenaron aquellos vacíos
emocionales y sociopolíticos de una generación norteamericana que despojada de ideales
gracias a nefastas administraciones como las de los presidentes Richard Nixon y
Ronald Reagan (los cuales implementaban el miedo y represión como política),
encontraron en estas cintas un vehículo de escape para soslayar dichas
carencias todo a través de un festín que incluía litros y litros de sangre
artificial.
Pero como todos sabemos los
días de gloria se terminan y el género se volvió obsoleto entrando la década de
los noventa como bien queda evidenciado en aquel interesante documental llamado
Going to Pieces: The Rises and Fall of the slasher film (Bell, Belofsky,
Bohuzs, Scalese, 2006) trabajo audiovisual que disecciona y explora las
motivaciones ideológicas y plásticas que hicieron del slasher el género que es
hoy. Sin embargo no todo está perdido pues producciones independientes han conservado
ese espíritu salvaje manteniendo a este subgénero más vivo que nunca de ahí que
la cinta que hoy toca revisar de verdad revitaliza algo que parecía ya muerto,
y es que Detrás de la Máscara además de realizar la función de indagar y
homenajear a aquellas cintas o personajes míticos como Jason Voorhees, Freddy
Krugger o Micheal Myers (como en su momento lo hiciese Wes Craven con Scream) esta
va más allá al meternos en la piel y psique de un verdadero asesino para que el
espectador o fan del genero trate de experimentar (mas no entender) detrás de la máscara del villano el ¿por qué?
de sus acciones.
La cinta nos presenta a modo de
documental como una estudiante de comunicación llamada Taylor Gentry (Angela
Goethals) junto a dos compañeros logra localizar a Leslie Vernon (Natahan
Baesel) para que les conceda una entrevista, sin embargo lo increíble de esto
es que dicho personaje se supone está muerto desde hace unos veinte años cuando
un fatídico acontecimiento que ocurrió en su familia (el susodicho mato a sus
progenitores) incito a que los habitantes del condado de Maryland se
deshicieran de este siendo apenas un chico cuando fue lanzado a un río cercano para
que pagara por sus crímenes por lo cual el pueblo calló para siempre dicho
crimen. Empero la historia se convirtió en una leyenda urbana en la localidad puesto
que el cuerpo del chico jamás fue encontrado por lo cual infinidad de historias
giran alrededor de este personaje.
Entonces la investigación de
Taylor cobra mayor relevancia primeramente por que el sujeto con el que se está
entrevistando nos cuenta que esperó todo este tiempo para poder vengarse de lo
que le hicieron, por supuesto las dudas de la chica en cuanto a la identidad de
Leslie Vernom son demasiadas y están bien fundamentadas, pero conforme avanza
la investigación y el protagonista comienza a explicarle a Taylor y su equipo
toda la planificación y metodología de lo que significará quienes son sus
siguientes víctimas las cuales incluyen a los nerds de la escuela (estos
explica son solo para aumentar el número de cadáveres), la chica virgen (quien
espera saque a flote ese valor fálico para sobrevivir y en el mejor de los
casos vencerlo) y por supuesto a los chicos populares del colegio (el capitán
del equipo de basquetbol y las porristas abiertamente sexuales), el asunto
comienza a tornarse en demasía ominoso sobre todo cuando Vernom invita al
equipo de filmación para que sean testigos de los arteros crímenes.
Es así como Taylor y su equipo
cuando descubren que el sujeto en verdad es un asesino en serie y lo que les ha
contado realmente va a suceder, deciden tratar de componer las cosas para no
ser simples espectadores, aunque parece que es demasiado tarde para evitar que
la sangre vuelva a apoderarse de Maryland cuando emerja de las entrañas más
profundas de una sociedad hipócrita la figura de Leslie Vernom. Como el
respetable podrá leer el argumento es en demasía atractivo más sin embargo la
ejecución del director Scott Glosserman es aún más potable pues el hecho de que
recurra al recurso del vérité (el cual ha últimas fechas se encuentra sobre
explotado y mal usado) realmente introduce al espectador en la psicología del
personaje principal provocando en primera instancia que este (el espectador)
dude realmente de lo que está ocurriendo, sin embargo el guión esta tan bien
construido que en verdad presenciamos una verdadera transformación a nivel moral y emocional tanto
del personaje de Leslie Vernom, los jóvenes documentalistas y mejor aún, por
parte del espectador quien quiera o no y solo apagando el televisor podrá
evitar volverse cómplice de lo que está a punto de suceder.
De ahí que su servidor
considere que la mayor virtud de la cinta (y el guión por supuesto) es que está
cumple la función primordial de internarnos en lo más oscuro del sujeto y
conocer sus motivaciones, aunado también esa tesis tan simple pero a la vez tan
compleja que significa la existencia del bien contra el mal y la cual se
encuentra inherente al género de terror, esa disertación que se vuelve
trascendental a nivel metafísico pues representa también ese equilibrio del
universo. No es casualidad que dentro de la historia el personaje de Leslie
Vernom emule a sus héroes de antaño como lo son Michael Myers o Jason Voorhees,
motivo por lo cual la aparición casi divina (y no menos meta) del personaje que
interpreta correctamente Robert Englund como Doc Hallorand (claro guiño al Dr.
Loomis de Donald Pleasence en Halloween) concrete ese estudio de la lucha entre
el bien y el mal.
Por lo cual las motivaciones de
Leslie Vernom son solo las de cumplir su parte para mantener el equilibrio del
universo como el mismo explica en un apartado del film, pues solo se ha
preparado física y mentalmente durante años para causar el mal simple y llanamente
(argumentación que John Carpenter también nos presentaba con su monstro
Michael Myers aunque en una concepción más eterea) por lo cual el
discurso se vuelve aún más perturbador ya que esto pone en evidencia la
verdadera naturaleza del ser humano que como individuo con libre albedrio es
capaza de realizar las peores atrocidades. Por tal motivo su servidor ha
encontrado en la cinta de Glosserman un documento que además de honrar tanto en
fondo como en forma a un género que siempre se ha considerado de cierta forma
de segunda, se atreve a ir más allá y nos ofrece varias lecturas que el
espectador tendrá que ir desmenuzando para descubrir la grandeza del relato.
Por supuesto y tomando en
cuenta que la cinta no desborda en recursos económicos debo señalar que la factura
del mismo es impecable y el recurso de cámara en mano en algunas secuencias
ayuda mucho para contar la historia y por supuesto para mantener el bajo costo
del film. Sin embargo el último tercio se nos presenta como un verdadero
slasher ochentero en donde la implementación de una paleta cromática en tonos
verdosos, atmosferas opresivas, planos
subjetivos, encuadres y demás técnicas
como la puesta en escena (el lugar físico donde se desarrollan los crímenes no
podía ser mejor) y por supuesto las dosis correctas de sexo y sangre hacen que
Detrás de la Máscara se convierta en un clásico instantáneo; sobre todo cuando
el respetable descubra esa vuelta de tuerca final que dejará a más de uno con
cara de sorpresa y por supuesto sin cabos sueltos.
Empero la cosa no funcionaría
si los actores no estuviesen a la altura y por lo menos a un servidor el
casting escogido lo hace bastante bien pues aunque estos no son actores
conocidos, este status ayuda de sobre manera para dotar de ese realismo a la
cinta y hace que los personajes se perciban naturales. Mención aparte merece el
personaje de Leslie Vernom que interpreta de manera magistral Natahan Baesel
quien a base de un humor bastante torcido y diferentes niveles en su
interpretación logra cierto carisma en su personaje pues este se descubre
bastante humano (cosa que aterra de verdad) e incluso se descubre con códigos
éticos y morales para justificar sus acciones.
En definitiva si usted es
fanático del género no debe perderse Detrás de la Máscara: El Ascenso de Leslie
Vernom, pues esta cinta logra desconstruir y a la vez revitalizar aquellos elementos
discursivos y plásticos que hacen que el slasher tome un respiro. Y por
supuesto si usted no es devoto de estas cintas, aun así no debe dejar de
revisar este film ya que sirve también como un documento audiovisual que
permite entender por qué aquellos seres ominosos y trastornados se esconden
debajo de una máscara y acechan a su víctimas en lugares tan sagrados como son
el interior de un closet con el único fin de preservar el equilibrio en el
universo.
Hola Señor Ronquillo, soy fer, como siempre felicitarlo por su blog, no lo abandone tanto....solo una duda: para usted ¿mejor pelicula del 2012? desde sus gustos, opiniones, de las que vio, no es necesario dar razones....¿o ya de perdis unos 3 o 5 titulos que podrian llevarse el 2012?
ResponderEliminarQue cuenta mi estimado Fesh, como esta. Desde mi punto de vista me ha gustado Django de Tarantino pues ademas de contener los elementos que caracterizan la obra de este, encuentro en esta nueva cinta una obra mas pulida que su filme anterior, al tiempo que discursivamente descubri a un Tarantino mucho mas maduro y elocuente con lo que respecta a la autorefexion de la condiciòn de la cultura norteamericana. Tambien he encontrado a Argo como otra cinta bastante potable, quien diria que hace unos diez años alguien pensaria que Ben Affleck se descubriria como un respetable director.
EliminarAl igual que Django, la cinta de Affleck tambien entra a esa autoreflexion cultural sobre el pueblo gringo para consigo mismo y con otros paises, al parecer Hollywood no quiere que lo sigan percibiendo simplemente como un espectaculo vacuo y sin autocritica y ha elegido en sus ternas cintas con esta indole de autocritica. Finalmente la mejor cinta seria Amour de Michel Haneke autor que siempre se ha percibido incomodo para los espectadores menos avidos de cine no tan comercial, pues en sus obras se refeljan los aspectos màs oscuros del ser humano, vease La Pianista, El Liston Blanco o Cache por mencionar algunas.
En este caso Amour refleja esa otra parte del ser humano, el amor sin maniqueismos, la compasiòn y demas aspectos que otros autores no sabrian plasmar. Desgraciadamente por ser un filme extranjero Amour no ganara y es muy seguro que Spielberg con su gran maquinaria y su sensibileria se alce con algunos premios con su Lincoln.
Asi que mi estimado Fesh asi esta la cosa, aun no veo La Noche Mas Oscura de la hermosa y siempre capaz Kathryn Bigelow. Espero que mis impresiones lo dejen satisfecho y como siempre agradezco sus comentarios. saludos