lunes, 23 de abril de 2012

HIGHWAYMEN de Robert Harmon

TÍTULO ORIGINAL: Highwaymen
DIRECTOR: Robert Harmon
GUIÓN: Craig Mitchell & Hans Bauer
FOTOGRAFÍA: Rene Ohashi
MUSICA: Mark Isham
PRODUCTORA: New Line Cinema presenta una producción Millenium Films
GÉNERO: Thriller.



Siempre me han parecido fascinantes las diversas líneas argumentales que en ocasiones proveen algunas cintas de horror pertenecientes al subgénero conocido como survival, en las cuales el desarrollo de la misma apuesta por elementos narrativos en demasía simples pero muchas veces efectivos, dicho de otro modo el o la protagonista en turno debe luchar descarnadamente por su vida ante el acecho constante del asesino que solo busca saciar sus más bajos instintos, al tiempo que también debe sortear el peligroso medio ambiente en el cual se desarrollan dichos eventos como parajes solitarios o la casi ausencia total de cualquier vestigio humano, y lo mas importante arreglárselas sin recursos para poder defenderse. De ahí que filmes como El Duelo (Spielberg, 1971), The Hitcher (Robert Harmon, 1986) e incluso Death Proof (Tarantino, 2007) se encuentren en este apartado, solo que dichos títulos tienen un plus integrado (al menos para un servidor) y este es que en dichas historias el asesino serial se mimetiza en cuerpo y alma (si cabe el termino) con su herramienta de trabajo, la cual dicho sea de paso es ni más ni menos que un vehículo automotor.

Es por este motivo que este trabajo de Robert Harmon me pareció en demasía atractivo, ya que el realizador norteamericano pisaba terrenos ya conocidos al menos en este apartado (pues si hacemos memoria este ya había dirigido 18 años la menciona con anterioridad The Hitcher), sin embargo dentro de tanto entusiasmo su servidor también encontraba cierta cautela al cuestionarse hasta que punto el director de Jesse Stone sería capaz de refrescar dicha propuesta, desafortunadamente para un servidor el resultado se antoja algo parco pues aunque la historia cuenta con potencial creo que el desarrollo de la misma pudo haber dado para más (es inevitable por momentos adivinar por donde se desarrollara la trama), sin embargo se agradece que el metraje sea el justo para contar lo que se tiene que contar y no alargar innecesariamente una historia que no daba para mas. Habiendo dicho esto expondré que la cinta nos presenta a nuestro protagonista, un sujeto llamado Rennie (Jim Caviezel) hombre que tiempo atrás perdió a su esposa cuando un desquiciado que manejaba un cadillac color verde la atropello de manera salvaje y alevosa a la orilla de una carretera cuando la pareja hacia una pequeña parada en un viejo motel.

Es por tal motivo que Rennie (del cual no se conoce del todo su pasado) ahora recorre las desoladas autopistas de los Estados Unidos a bordo de su potente barracuda rojo con el único objetivo de seguir los rastros de muerte que va dejando Fargo (Colm Feore), el conductor del temible y destartalado cadillac, pues busca vengarse por lo que le hizo a su esposa. Pero contrario a lo que el presente pudiera pensar de este juego del gato y el ratón, cabe mencionar que éste es aun mas complejo ya que tanto cazador como presa  han creado una especie de enfermizo lazo que los une (existe un pasado entre ellos que no revelaré por que echaría a perder las pocas sorpresas que depara el film), es por esto que el psicópata le va dejando ciertas pistas a Rennie para que lo localice; como si muy en el fondo este quisiera que nuestro antihéroe acabara con el de una vez por todas para dejar de hacer lo que hace. 

El hecho es que Fargo cierta noche vuelve a las andadas (su modus operandi consiste en elegir solo a mujeres para asesinarlas) y ataca a un par de feminas que conducían un pequeño sedanl cuando estas ingresan a un túnel, obviamente se causa un caos y varias muertes dentro de la vía provocando a su vez que dicho escenario parezca solo un accidente automovilistico, sin embargo en dicho ataque una de las pasajeras, una chica llamada Molly (Rhona  Mitra) logra sobrevivir al ataque pero para desgracia de esta la pesadilla apenas comienza pues el psicópata no descansará hasta acabar lo que ha quedado inconcluso, por lo que la mujer será asediada hasta que (¡adivinaron!) haga acto de presencia Rennie, quien utilizará a Molly como carnada para acabar con Fargo (que hijo de puta ¿no?). Pero para complicar un poco más el asunto (en verdad no tanto, jajaja) un detective (Frankie Faison) especialista en accidentes de transito comienza a investigar la contingencia donde Molly quedo mal herida, pues este sospecha que dicho acontecimiento fue provocado a propósito.

Como podrán inferir estimados lectores (y si no aquí les digo) resulta obvio que dichos personajes forzosamente se entrelazaran en algún momento de la trama pues el detective Will Macklin (Faison) hará alianza con Rennie (Caviezel) para acabar con Fargo (Feore) y asi poder realizar su vendetta y de paso rescatar a la damisela (Mitra) en peligro. Ahora bien el principal problema que su servidor le encuentra a esta serie b es sin lugar a dudas que no cuenta con ápice de originalidad y aunque el inicio parece en demasía prometedor la trama comienza a desinflarse con forme pasan los minutos, pues el principal problema es sin lugar a dudas un guión que no termina de cuajar (al tiempo que este se toma demasiado en serio), donde además artilugios narrativos tan importantes en el genero del horror como la aplicación de un efectivo suspense, la construcción de un ambiente mal sano o incluso una vuelta de tuerca que sorprendiera casi al final brillan por su ausencia. Y es que lejos de las efectivas y bien montadas secuencias de acción donde intervienen los automóviles o algún vestigio de buen manejo de gore (el cual se antoja muy limitado por cierto), en el resto del film no encontramos la misma garantía en cuanto a la exploración de personajes, salvo el del asesino en turno que parece mejor logrado en cuanto a diseño psicológico.

Y es que este de alguna manera cuenta con el suficiente carisma para robarse la película, ya que los conflictos emocionales (o quiebre psicológico como gusten llamarlo) y secuelas físicas con las que carga después de un accidente automovilístico,  convierten al sujeto en una galería grotesca de de destajos pues este se haya lleno de prótesis  ortopédicas que lo mantienen unido y de cierta forma hacen que conserve algún vestigio de humanidad, pero el aspecto mas notable es que dicho personaje se mimetiza con su destartalado e imponente auto volviendo a este una extensión de su ser, como si se siguiera al pie de la letra la filosofía de la “nueva carne” que  Cronenberg vaticinara décadas antes. Incluso el pasado de Fargo resulta interesante pues la premisa plantea de alguna manera que solo hace falta un factor, un empujoncito a nivel psicológico para que cualquier sujeto común y corriente cruce esa delgada línea hacia la locura; por ejemplo el mentado psicópata encontró el placer de los cuerpos mutilados durante toda su adolescencia cuando su padre (ajustador de seguros) le mostraba imágenes de accidentes automovilísticos, por lo cual este tomó la misma profesión de su progenitor para mantener esa excitación que le proveía dicho trabajo, empero cuando ya no fue suficiente la satisfacción de ver solo imágenes impresas, decidió provocar sus propias obras de arte ocasionando los accidentes el mismo.

En lo referente a nuestro antihéroe debo decir que este resulta algo parco con todo y que la interpretación de Jim Caviezel se antoja cumplidora, empero la insuficiente profundidad de su personaje debilita toda la construcción psicológica del mismo haciendo que incluso sus motivaciones (bastante legítimas por cierto) se diluyan en el agua y el protagónico se perciba blando con todo y su antiéica. Ya hablar del personaje de Rhona Mitra es describir a un simple arquetipo del género, el cual no deja de percibirse bastante anacrónico ya que la mujer que aquí se presenta parece sacada de las década de los sesentas, sin poder de decisión y que solo sirve como carne de cañón  para ser rescatada por el héroe (aunque se extrañó eso si algún desnudo gratuito, jajaja), y por último el personaje del detective Will Macklin (Frankie  Faison) también es presentado como un cliché pues aunque este pretende funcionar como un símbolo de justicia y moral, al final tampoco convence de todo.

Ahora bien hablando de la labor detrás de cámaras por parte de Harmon debo decir que es bastante satisfactoria a nivel visual (siempre diré que este sujeto es un buen artesano para este tipo de propuestas), pues tanto la composición de planos, la puesta en escena y por supuesto el buen manejo de los pocos recursos con los que se hicieron la cinta estan bien explotados, sin embargo y vuelvo a reiterar creo que el guión flojea demasiado y supongo que el director tampoco encontró el tono correcto para manejar dicho material, el cual con algún toque de socarronería y mala leche habrían hecho que las fallas se pasaran por alto. Asi que para terminar debo decir que Highwaymen es una serie b apenas cumplidora, pues si no fuera por su villano protagónico esta pasaría sin pena ni gloria, pues con todo y las referencias al viejo cine de los años ochentas que los involucrados han querido impregnar en el film, el resultado es algo decepcionante.


 

miércoles, 18 de abril de 2012

PAUL de Greg Mottola

TÍTULO ORIGINAL: PAUL
AÑO: 2011
DURACIÓN: 103 min.
PAÍS: Estados Unidos
DIRECTOR: Greg Mottola
GUIÓN: Nick Frost, Simon Pegg
FOTOGRAFÍA: Lawrence Sher
MUSICA: David Arnold
REPARTO: Simon Pegg, Nick Frost, Jane Lynch, Kristen Wiig, Jason Bateman, Sigourney Weaver, Bill Hader, Jeffrey Tambor, Blythe Danner, John Carroll Lynch
PRODUCTORA: Coproducción EEUU-Reino Unido; Universal Pictures / Relativity Media / Working Title Films
GÉNERO: Comedia.


Quien haya tenido la fortuna de visionar  las sagaces y extremadamente divertidas Shaun of the Dead (2004) y Hot Fuzz (2007) protagonizadas por el tándem Simon Pegg-Nick Frost y dirigidas con gran brío por Edgar Wright, comprenderá que las expectativas sobre esta Paul comandada por el también encomiable Greg Mottola quien diera el salto al mainstream hollywoodense con Superbad (2007), eran demasiado altas al menos para un servidor, sin embargo y dejando de lado el ímpetu desenfrenado de un geek amante de los comics (el que esto escribe algún día asistirá a la Comic-Con se los aseguro), la ciencia ficción, algunos video juegos  y el cine en general, debo aceptar que el resultado de esta cinta es en demasía sobresaliente gracias a un guión con el suficiente valor de desacralizar un compendio de contextos muchas veces vistas en otras producciones de índole comercial (las referencias a E.T. Star Trek, Alien o The X-Files estan presentes), y a la implementación de un humor en demasía subversivo que hará las delicias de todo aquel que se entregue a dicho ejercicio cinematográfico netamente posmodernista.

La historia nos cuenta el viaje que emprenden dos geeks provenientes del reino unido a la Comic Con en San Diego California, ellos son Graeme (Simon Pegg) y Clive (Nick Frost) amigos inseparables que trabajan en el arte de la novela gráfica en su tierra natal (el primero es ilustrador de los guiones que escribe el segundo), total que este par de amigos después de embriagarse entre tanta y tanta expresión de la cultura pop que solo puede proveer dicho evento, como comprar afiches de Star Trek, presenciar a infinidad de personas ataviadas con los trajes de Star Wars y pedir el autógrafo de algún viejo héroe literario que se halle en dicho acontecimiento; pues después de vivir tan agradable experiencia deciden recorrer por carretera varios de los lugares que solo un geek de hueso colorado disfrutaría, por ejemplo la obligada parada al área 51 es de rigor (jajaja, aun y cuando no viene en los mapas oficiales). El hecho es que en dicho viaje nuestros bonachones protagonistas se topan con un extraterrestre de verdad llamado Paul (voz de Seth Rogen), el cual por cierto no tiene nada que ver con los rasgos arquetípicos que Steven Spielberg plantea en su endulcurada E.T. (1982), pues aquí nuestro amigo espacial primeramente no parece un mojon recien defecado (jajaja) si no que es presentado como un ente guarro, lujurioso y mal hablado hasta la madre, jajaja.

Pero el respetable se preguntará ¿qué diablos hace un extraterrestre en pleno desierto de California? Pues resulta que este se encuentra huyendo del gobierno de Los Estados Unidos quien lo ha mantenido por décadas en cautiverio como objeto de investigación, sin embargo Paul ha mandado una señal para que su especie lo rescate, motivo por el cual les pide ayuda a este par quienes mas a fuerza que de ganas auxiliaran a nuestro peculiar amigo, por lo que a través de este jocoso y no menos peligroso viaje en autopista este trío bastante disfuncional tendrá que enfrentar a un peligroso agente del FBI (Jason Bateman) que les pisa los talones a cada paso que dan, el cual sigue las ordenes de un misterioso ente conocido simplemente como Gran Jefe (Sigourney Weaver), al tiempo que se toparan con una mujer de una secta ultra católica llamada Ruth (Kristien Wiig) a la cual secuestrarán por accidente (jajaja), y la cual los acompañará en esta desenfrenada aventura plagada de aventura, acción, peligro y por supuesto romance.

Como el respetable podrá leer el guión que firman los perspicaces Frost y Pegg se encuentra plagado de infinidad de referencias a la cultura pop  y mucha, pero mucha mala leche al propio mainstream hollywoodense (el chiste sobre Spielberg es para partirse de risa y es clara muestra de esto), sin embargo para todos aquellos que pudieran pensar que un guión lleno de guiños no es suficiente para sostener una cinta, les digo que la grandeza de este radica en la aparente simpleza del mismo y la vuelta de tuerca a varios elementos que a simple vista podrían resultar gastados. Empero el buen quehacer de Greg Mottola detrás de cámaras le da esa fluidez y frescura a un material por momentos complejo (si el respetable no es conocedor de las referencias citadas difícilmente disfrutará los chistes), y por supuesto volvemos a encontrar esos rasgos tan característicos del realizador de  Adventureland (2009).

Como por ejemplo en las obras previas de Mottola como aquí, se hayan esos elementos como son el difícil proceso de maduración por parte de los protagonistas varones, los lazos de amistad y el bromance siempre rozando las cuestiones homo eróticas (jajaja), aspectos que no dejan de ser sutiles parábolas sobre el universo masculino y su complejidad inerte. Sin embargo y contrario a lo que se pudiera pensar por parte del sector de féminas, el personaje interpretado por Kristien Wiig esta tratado con total respeto y no se percibe como un simple accesorio pueril en aras de enaltecer el universo masculino, incluso su inserción tiene un peso bastante especifico en la trama por lo cual este no solo funge como interés amoroso de uno de los protagonistas, si no que incluso se torna como uno de los personajes más sardónicos del film por sus tintes ideológicos.

Asi mismo el asunto no funcionaria tan bien si no fuera por el carisma del trío protagónico pues tanto Simon Pegg como Nick Frost bordan sus personajes con deliciosas y no menos impolíticas interpretaciones demostrando a su vez que estos cuentan con corazón de geek, pues indudablemente se mimetizan con sus personajes. Aspecto que también logra el casi siempre (irritable para un servidor, sobre todo si me acuerdo de El Avispón Verde de Michel Gondry)  Seth Rogen, quien aquí logra dotar de personalidad a su Paul, algo que se antojaba algo difícil si tomamos en cuenta que dicho personaje es una criatura creada por computadora; empero el buen quehacer de Rogen y un guión plagado de satíricas frases dotan de una personalidad soez y desenfadada al extraterrestre, haciendo que dicho personaje se gane el carisma del respetable; claro que también hay que darle el justo crédito a los diseñadores que crearon al personaje por ordenador ya que este no se percibe superficial (¿alguien recuerda lo falso que se veían los extraterrestres de Men In Black II?).

Ahora bien los secundarios como Jason Bateman (quien se roba cada escena en la que aparece), Jane Lynch o Sigourney Weaver quien en realidad solo hace un cameo, el cual dicho de paso se percibe bastante afortunado por la suficiente capacidad de auto parodiarse asi misma (¿alguien recordó a la perra sargento Ripley? Jajaja) cumplen con creces en sus respectivos roles redondeando por completo esta divertida cinta. En lo concerniente a la dirección su servidor puede decir que esta es solvente pues Mottola sabe dotar de ese nervio que necesita el film en los pasajes más estrambóticos como las diversas persecuciones por el desierto que incluyen vehículos motorizados e incluso el cierre final con todo y ese happy ending (con vuelta de tuerca incluida) siguen manteniendo ese ápice de mala leche que el film destila. Sin embargo creo que los momentos más logrados son sin lugar a dudas aquellos donde los personajes se descubren honestos con todos sus defectos y virtudes (de nuevo sobresalen los semblantes de la crisis de los cuarentas, jajaja), lo que hace de alguna manera que esta road movie se sume a esas películas como Easy Ride (Denis Hopper, 1969), Vanishing Point (Richard C. Sarafian, 1971) o Pequeña Miss Sunshine (Dayton-Farys, 2006), todas estas alegorías existenciales de su propio tiempo.

Asi que estimado lector usted no debe perderse Paul si es que quiere pasar un buen rato de humor políticamente incorrecto, infinidad de referencias a la cultura pop y lo más importante, descubrir una galería de personajes bastante disfuncionales los cuales se vuelven entrañables gracias a sus rasgos netamente humanos.

miércoles, 11 de abril de 2012

ROCKY BALBOA de Sylvester Stallone

TÍTULO ORIGINAL: Rocky Balboa
AÑO: 2006
DURACIÓN: 102 min.
PAÍS: Estados Unidos
DIRECTOR: Sylvester Stallone
GUIÓN: Sylvester Stallone
FOTOGRAFÍA: J. Clark Mathis
MUSICA: Bill Conti
REPARTO: Sylvester Stallone, Burt Young, Antonio Tarver, Geraldine Hughes, Milo Ventimiglia, Tony Burton, James Francis Kelly III, Talia Shire, Angela Boyd, A.J. Benza, Mike Tyson
PRODUCTORA: MGM / UA / Columbia Pictures / Revolution Studios
GÉNERO: Drama. Acción.

"Hay mucho aquí por lo que sentir vergüenza ajena. (...) Pero justo cuando estás a punto de vomitar, irrumpe el tema del viejo Bill Conti ("Gonna Fly Now") -¿Lo sienten?-, Stallone vuelve al ring y todos los días es Navidad. Todos juntos: "Rock-ee! Rock-ee! (...) Puntuación: **1/2 (sobre 4)." (Peter Travers: Rolling Stone)

"Por encima de todo es una película para masoquistas del castigo, para aquellos que nunca tienen suficiente de Sylvester Stallone. Todos los demás, por favor abandonen el edificio." (Kenneth Turan: Los Angeles Times)

"Sorprendentemente 'Rocky Balboa' no es bochornosa. (...) es todo corazón y nada de credibilidad excepto como fábula esquemática." (Stephen Holden: The New York Times)

"Puñetazos de nostalgia. (...) huye del ridículo de la mayoría de las secuelas anteriores y mantiene cierta dignidad a pesar de que su personaje principal parece más un santo que un ex boxeador" (Javier Ocaña: Diario El País)


"Es más sencilla y 'clásica' que simple, y posee la mejor escena de combate de la saga (...) Balboa, amigo, gracias por volver aunque, eso sí, ni se te ocurra regresar. (...) Puntuación: *** (sobre 5)." (Javier Cortijo: Diario ABC)  


Pues bien, hemos llegado al final de la saga del boxeador más famoso y querido por el público  que ha gestado el cine (y también el más odiado por otro gran séquito de personas claro esta), creado allá a finales de los años setentas por el ahora incansable y hay que decirlo perspicaz Sylvester Stallone, otrora figura del cine de acción que ha sabido explotar y renovar su imagen de héroe hercúleo, el cual a través de constancia logró vencer esa barrera de anacronismo que le proveía su imagen en la década de los ochentas para convertirse ahora en referente cultural que por supuesto será descubierto por las nuevas generaciones. Pero volviendo a la saga del buen Rocky Balboa debo decir que la revisión de la misma por momentos se antojaba casi imposible para un servidor con todo y que siempre ha sentido fascinación por la misma (jajaja), pues como ya lo he comentado anteriormente algunas de las secuelas son bastante flojitas (la tercera y quinta parte)  y otras aunque no llegan al nivel de calidad de la original si se dejan ver mejor (la segunda y cuarta).

Pues bueno debo decir que esta Rocky Balboa (2006) si la fui a ver al cine con 26 años a cuestas (jajaja), y es que debo aceptar que cuando visione el trailer la sensación de nostalgia y algún dejo de desconfianza invadieron mi conciencia pues el que esto escribe pensaba ¿de verdad Stallone será capaz de sacar algo  de provecho con un personaje que parece ya bastante desplazado para las nuevas audiencias?, cuestionamiento que no minaron mi decisión de asistir a ver a la gran pantalla dicho filme por cierto. Y es que si somos honestos por lo regular ese experimento meramente mercantil de poner de regreso a viejos héroes o iconos de la cultura pop a tiempos modernos ha dejado resultados bastante bochornosos, si no basta con revisar el sacrilegio que Steven Spielberg y George Lucas le propinaron al buen Indiana Jones con la excrementable El Reino de la Calavera (2008), o incluso la propia y no menos nauseabunda nueva trilogía de Star Wars (1999, 2002 y 2005) en la cual nuestro obeso “director” dueño del rancho Skywalker parece no cansarse  de ultrajar la mágica basa original en aras de recaudar otros tantos millones de dólares. Sin embargo y contra todo pronóstico debo decir que Sly si la supo hacer con su Rocky Balboa y compone su trabajo más plausible como director en toda su carrera, no es broma (aun por encima de las entretenidas John Rambo de 2008 y The Expendables de 2010) pues su último film sobre el boxeador ítaloamericano se percibe lleno de nostalgia y respetuoso por el mismo (y por el respetable), honesto y lo más importante, la trama con todo y que contiene algo de sensiblería discursiva no echa a perder la importancia sobre un relato netamente humano.

¿Pero de que va la cinta se preguntarán aquellos que no hayan visto el film? La historia comienza mostrándonos a Rocky (Stallone) postrado junto a la tumba de su amada Adrián (Talia Shire) la cual murió hace años dejando solo a nuestro ex campeón (y ahora actual dueño de un pequeño restaurante italiano), pues aunque este sigue en contacto y en compañía de su cuñado Paulie (Burt Ypung) es la ausencia de su hijo Robert (Milo Ventimigla) lo que lo mantiene algo afligido, y es que su vástago se ha alejado de este por que siente que vive a su sombra, además de que no se siente totalmente realizado en lo que se ha convertido su vida (tiene un trabajo como contador en un corporativo). Empero Rocky sobrelleva su ahora tranquila vejez atendiendo su restaurante Adrian´s, en el cual este les comparte a sus comensales las grandes hazañas que tuvo en su época de gloria cuando venció al grandioso Apolo Creed (Carl Weathers).

Mientras tanto el respetable asiste como el nuevo campeón de pesos pesados,  Mason Dixon (Antonio Tarver) no logra ganarse el aprecio del público y de la crítica, esto por que parece no haber un rival que este a la altura para darle un poco de pelea por lo cual el espectáculo ha desmeritado en demasía, motivo por lo cual este ha sido menospreciado sin tener la culpa de esto directamente. Sin embargo el espectador se pregunta que tienen que ver estos sucesos con la vida del pacífico Rock, pues resulta que cierta noche en un programa especializado en deportes los comentaristas de dicha emisión analizan a través de estadísticas y un simulador virtual; como sería una pelea entre Rocky Balboa (el campeón de tiempos pasados) y Mason Dixon (Tarver) el actual campeón, lo que da como resultado bastante sorpresivo para todos los involucrados una victoria rotunda del semental italiano. Esto por que según argumentos en la epoca de Balboa los combates eran más fuertes y los rivales también, al tiempo que no se contaba con tanta tecnología a nivel deportivo.

Sin embargo y para sorpresa del respetable (mmmm, bueno ni tan sorpresivo) este acontecimiento ha movido en Balboa ciertas heridas que parecían haber sanado tiempo atrás por lo cual y de manera inesperada, este decide regresar al cuadrilátero para “matar a la bestia” que aun se encuentra dentro de su ser, planeando algunas peleas a nivel amateur. Pero para asombro del propio protagonista el programa de TV causo tal impacto que los representantes del actual campeón han planeado una pelea de exhibición en la cual le proponen a Rocky se enfrente con Dixon para brindar un buen espectáculo en la ciudad de Las Vegas. Y es asi como detonan infinidad de cuestionamientos a nivel existencial por parte del protagónico hacia su propia vida como la trascendencia, la relación paterna filial con su hijo,  los amores eternos, la fidelidad a lo que uno ama, las viejas glorias profesionales y demás raciocinios que pondrán al buen Rocky en una situación de redención como nunca se había visto anteriormente.

Tal vez para los detractores de la saga y del propio Stallone este filme represente solo una excusa más para volver a ver a Sly en calzoncillo batiéndose a golpes en un ring, sin embargo y aunque este aspecto es emocionante (ya casi al final del film) lo realmente importante, lo que sustenta la tesis de por que existe dicho trabajo audiovisual es la exploración del personaje principal en donde se nos muestra a un Rocky Balboa humanizado, despojado de cualquier ápice de heroicidad manida, sobre todo en lo referente a la primera mitad del film donde se contienen los momentos más emotivos y por ende los más poderosos del mismo, por ejemplo la visita anual de Rocky y Paulie a los lugares derruidos del barrio como la pista de hielo donde este tuvo la primera cita con Adrian o los paseos nocturnos por el viejo gimnasio del buen Mickey, denotan esa melancolía y respeto que el autor tiene por el material, al tiempo que sirven para ir preparando la despedida del icónico personaje de la pantalla grande. Inclusive debo acotar que este trecho argumental contiene los diálogos más encomiables del film, como cuando Paulie le comenta a Rocky que para el esto ya no es agradable, que solo le trae malos recuerdos por que al acordarse de Adrian recuerda que nunca la trato bien; por supuesto todo esto se encuentra acompañado de la exquisita banda sonora de Bill Conti.

Y es que la primera mitad de la historia además de adentrarse en los pathos del protagónico trata de reforzar estos con la incursión de viejos personajes como la aparición de Spider Rico (Pedro Novell), Adrian (Talia Shire) o el personaje de Duke (Tony Burton), los cuales aunque aparecen so pretexto anecdótico funcionan dentro del universo planteado por Stallone, inclusive el conflicto paterno filial aunque se antoja algo light se resuelve de manera correcta (tampoco es que la cinta pretenda ser un drama lacrimógeno, ni mucho menos); empero en donde Stallone no logra amarrar del todo uno de los conflictos argumentales es con la aparición de Marie (Geraldine Hughes), la niña que aparece en la primera parte también de manera anecdótica y que aquí ya siendo una mujer toma cierto peso en la trama y en las decisiones del protagonista, quien incluso se antoja como una especie de interés amoroso del mismo, desgraciadamente con todo y que este aspecto se trata de manera velada por momentos no deja de percibirse algo forzado dicho elemento narrativo.

Empero hay que acotar que la primera mitad de la historia se deja ver gracias a que el ritmo empleado es fluido y no se satura de información al espectador por lo que no se hace cansina la narración, permitiendo a su vez enlazar de manera adecuada esta con la segunda mitad del film (más floja en contenido por cierto) la cual va enfocada al entrenamiento y pelea final del protagonista. Ahora bien esta segunda mitad aunque resulta emocionante; (con todo y que el entrenamiento de Rocky es el más corto de toda la saga) es por los golpes nostálgicos (si se me permite la expresión, jajaja) como la inclusión del mítico tema “Gonna Fly Now” de Bill Conti que el espectador logra conectarse con las ahora geriátricas hazañas de nuestro protagonista (jajaja), por lo que cuando llega el enfrentamiento final contra un (hay que decirlo) desdibujado Mason Dixon, el respetable solo puede entregarse ante tal espectáculo pugilístico, el cual lejos de percibirse bochornoso (Stallone con 60 años a cuestas luce bien físicamente) se descubre como el más realista y mejor montado enfrentamiento boxístico de toda la saga.

No es casualidad que Stallone optara por grabar este pasaje en un formato de video para dotarle de ese aire verité al mismo, y aunque el cameo de Mike Tyson se perciba algo sobrado, el resultado en general es encomiable, además de que dicha batalla se descubre si ustedes quieren como una alegoría existencial un tanto maniquea pero no por eso menos efectiva (lo acepto a mi me gusta) en la cual quedan volcados los anhelos, capitulaciones y demás vivencias del protagonista que opta por compartir con su publico (el cierre de la cinta es prueba fehaciente de que todos somos Rocky de alguna manera en nuestras vidas), y aunque el discurso que Stallone manda podría parecer algo gratuito, se agradece que éste conociendo sus limitaciones ideológicas no pretenda otra cosa que despedir a su personaje de manera honesta, por lo cual creo que el visionado del film bien vale la pena.

Ahora bien en lo referente a la dirección debo decir que Stallone deja de lado sus manías videocliperas (cosa de la cual cojea un poco The Expendables) y se concentra en hacer una película más conservadora en cuanto a ritmo, composición de planos, fotografía, etc. aspectos que sin lugar a dudas ayudan a que este Rocky se acerque más a la basa original sin resultar en ningún momento anacrónico, al tiempo que la provee de cierta melancolía. Por otro lado las actuaciones se perciben correctas y se agradece que Stallone se contenga y no saque a relucir sus tics de Al Pacino sobre actuado (jajaja), como siempre Burt Young secunda correctamente al protagónico con su Paulie (personaje pilar de la saga para un servidor), Milo Ventimiglia no tiene mayores problemas para resolver su personaje de hijo resentido y  Geraldine Hughes no lo hace mal como Marie.

Ya en lo referente al performance de Antonio Tarver como Mason “the Line” Dixon pues se entiende el por que de sus limitaciones histriónicas, pues si tomamos en cuenta que este siendo boxeador profesional (al igual que Tommy Morrison en la quinta entrega) no lo hace del todo mal, total tampoco es que sus diálogos fueran Hamlet (jajaja, con todo y que a Sly le gusta citar a Shakespeare, jajaja), motivo por el cual pues no molesta su minúscula participación. Ya para finalizar diré que Rocky Balboa me gustó (cada vez que la reviso me gusta mas) con todo y que su premisa sea más de lo mismo y su discurso se perciba ingenuo en ocasiones, empero agradezco de manera personal que por lo menos Stallone no haya querido verme la cara con otra cinta en la cual solo quiera saciar sus ambiciones  económicas (aunque no le fue del todo mal en taquilla).

¿Y por que funciona esta cinta señores desde mi humilde punto de vista? el cual dicho de paso ha tratado de ser lo más imparcial posible, pues creo que es por pura nostalgia, ese elemento que podría no parecer suficiente para sostener una cinta, mas sin embargo aquí este está bien manejado en un guión que si bien esta lejos de ser una maravilla, si contiene los elementos suficientes para revelarse honesto, al tiempo y sin lugar a dudas se descubre como el adiós que merecía el personaje.


 

viernes, 6 de abril de 2012

DOCUMENTAL: RELIGÍCULO (UN VIAJE ESPIRITUAL)

TÍTULO ORIGINAL: Religulous (A Spiritual Journey)
AÑO: 2008
DURACIÓN: 101 min.
PAÍS: Estados Unidos
DIRECTOR: Larry Charles
GUIÓN: Larry Charles
MÚSICA: Varios
FOTOGRAFÍA: Anthony Hardwick
REPARTO: Documentary, Bill Maher
PRODUCTORA: Lionsgate Films / Thousand Words
GÉNERO: Documental.


¿Hay algo más perjudicial que cualquier vicio? Sí, la compasión que experimenta el hombre de acción hacia los débiles y los idiotas: el cristianismo.
- Federico Nietzsche.


Como comentaba anteriormente, el documental Presunto Culpable me dejo un mal sabor de boca no solo por su temática si no por su carente sentido de objetividad, por tal motivo y ya entrados en el terreno del documental me pareció acertado revisar este trabajo del siempre controvertido realizador Larry Charles, el cual hasta queda como anillo al dedo en esta epoca de cuaresma e hipocresía moral, llamado simplemente Religículo (que vendría a ser la combinación de las palabras Religión y ridículo, ¿entienden el chiste, verdad?)

El hecho es que Religículo pretende explorar y cuestionar la existencia de la religión en la vida del ser humano, si de verdad ésta sirve de algo para la vida cotidiana del mismo y lo más importante, probar la tesis de que tal vez el culto a ese ser (o seres) superior que no conocemos en realidad y sin lugar a dudas es la verdadera perdición del hombre. Claro, quien mejor para este documental que Bill Maher, conocido comediante norteamericano que siempre ha tenido una postura en contra de las religiones organizadas, amen que por lo menos es un tipo que cuenta con neuronas y gran sentido crítico (no esperen un Adam Sandler o un Rob Schneider, sujetos que basan sus enclenques carreras en chistes sobre flatulencias y demás humor escatológico que solo hace reír a niños de tres años), por lo que el presente trabajo es una exquisita sátira en donde autoridades de las diversas religiones (y algun senador de los Estados Unidos, jajajaja) quedan mal parados ante tal cuestionamiento ¿de verdad Dios existe? 

El film de Larry Charles comienza tomándose la delicadeza de mostrarnos una breve pero contundente exploración social, cultural e incluso psicológica de nuestro anfitrión (Bill Maher) quien nos narra como vivió la religión católica desde su niñez hasta que decidió dejar esta. Y como comienza a cuestionar la validez del a misma en su vida, motivo por el cual la primera persona en entrevistar es su madre, la cual le explica a Bill (y al respetable) por que son católicos, obviamente la respuesta es como la de cualquiera, uno se hace adhiere a cierta religión por herencia, pues los abuelos lo fueron, los padres también y por ende los hijos terminan con esta práctica.

Sin embargo, tanto la madre de Bill como el nos dicen que la razón por la que renunciaron a esta religión es por el constante sometimiento que esta provee a la persona, incluso como todo adolescente, Maher comparte que nunca entendía por que todos los domingos había que ir a venerar a un tipo crucificado en el atrio de la Iglesia, nunca es clara la explicación de por que hacer tal o cual cosa en este añejo ritual. Es por esto que como el propio Bill comenta tal vez era más cool o provechoso para un adolescente hacerse una paja en la comodidad de su recámara, jajajaja.

Pero bueno, como Bill no quiere quedarse solo con la opinión de su madre, pues este decide emprender un largo y no menos jocoso viaje para cuestionar a todo tipo de personas que defienden con fervor tal o cual corriente mística, desde los camioneros norteamericanos que cuentan con su propia capilla, pasando por el Vaticano o Jerusalén, entrevistando a judíos, musulmanes, polígamos, satanistas, cienciologos, mormones y un largo etc. solo para que cada uno defienda su postura y descubrir que ni entre estas corrientes se ponen de acuerdo sobre el verdadero origen de Jesús, jajajaja.

Por ejemplo  uno de los entrevistados (de religión mormona) afirma que Dios si tuvo relaciones con María, por ende pone de manifiesto que estos no creen en la divinidad de la misma (acto seguido los editores meten una escena sexual de una monja de buen ver con los senos descubiertos que esta a punto de follar, jajajaja), y  asi durante este viaje Bill va desvelando a través de las entrevistas  que sostiene con los diferentes lideres religiosos las infinidades de fallas a nivel moral e incluso de sentido común por parte de estos fulanos,  los cuales en la mayoría de los casos no pueden ocultar la hipocresía y ansias de poder cuando se les cuestiona el por que de la vigencia de sus religiones.

Empero con todo y que estos individuos no pueden sostener con fundamentos convincentes el por que de seguir empleando la religión para fungir como un elemento que rija los preceptos del ser humano, estos a su vez solo contestan (y en eso si coinciden, jajaja), por que es Dios, algo divino que no puede ser explicado, o sea que es asi y te chingas, jajajaja. Pero como Bill Maher no es tonto y tiene mucho de mordaz y dos cojones bien puestos, sostiene (y se los dice en su cara) que el verdadero motivo por el cual siguen existiendo organizaciones religiosas es sin lugar a dudas por las grandes ganancias económicas que les deja dedicarse a esto, acto seguido el documental nos muestra como nuestro protagonista entrevista a un Reverendo que con gran cinismo contesta que el hecho de que cuente con lujos (el tipo es un negro ataviado con un traje lujoso, zapatos de piel de lagartija e infinidad de anillos de oro) es solo parte de su chamba, que tiene la suerte de ser bendecido a nivel económico.

Momentos después Bill le cuestiona si esto no es una contradicción pues incluso el propio Jesucristo (tomando en cuenta que de verdad existió por que asi lo dice la Biblia) arremetía contra los falsos Mesías y agiotistas, por lo que el Reverendo contesta que no es cierto, que el hijo de Dios nunca atacó a estos, lo que sigue después es presenciar la expresión de nuestro protagonista, ésta es impagable y refleja la incredulidad y desvergüenza de lo que acaba de escuchar, motivo por el cual el presente solo puede reír a carcajadas (como su servidor) o ponerse a llorar de coraje ante tan infame escena.

Básicamente esta sería la premisa y desarrollo del film, el cual por cierto esta bien desarrollado pues cuenta con un ritmo adecuado por lo que la cinta no se hace pesada, mucho gracias a la colaboración voluntaria o involuntaria de los entrevistados (jajajaja), como es el caso de un senador que trata de explicar por que se utiliza el catolicismo en todos los discursos políticos (desde el Presidente hasta senadores), pues como bien sabrá el respetable el país de las barras y las estrellas es uno de los más católicos del mundo, razón para que base su maniquea política en la supuesta paz y respeto a los demás, aun cuando es el país que más muertes ha provocado en nombre de Dios (como sucedía en el siglo XV con las Cruzadas). Empero el senador al verse acorralado por los cuestionamientos de Maher y en un acto de desesperación suelta como respuesta esta joyita: “pues para ser senador no nos hacen test de inteligencia”

Por otra parte cabe hacer mención que los mejores momentos del film son cuando Maher pone incómodos a los entrevistados, los cuales en una clara muestra de frustración y hasta incomodidad se perciben molestos, por lo que en determinados momentos mejor le piden que se vaya, jajajaja.

Finalmente me gustaría recomendar este jocoso, para la mayoría hasta ofensivo y no menos inteligente documental, el cual logra contestar la tesis que se plantea a si mismo, sobre todo por que abarca infinidad de aristas sociales, económicas, políticas y culturales sobre un tema tan escabroso como es la Religión, además de que pone de manifiesto lo que ya sabíamos (las religiones son solo un medio para que un sector de personas ávidas de poder mantengan en estado de debilidad a toda una masa llamada sociedad, todo a través de valores creados como son los pecados, extravíos o tentaciones que insultan la propia inteligencia y naturaleza del ser humano), sin embargo y aquí es donde radica la virtud del trabajo de la dupla  Charles/Maher, pues estos demuestran estar empapados del tema, se percibe que investigaron a fondo sobre lo que querían cuestionar, aunque sin lugar a dudas es la mala leche y el humor negro que manejan estos lo que le da ese plus al trabajo documental que nos presentan, evitando que este se perciba solo como un trabajo audiovisual con información en frío, pues la inserción de algunos gags gracias a una excelente edición llevan el trabajo a otros terrenos.

Asi que a todos aquellos que les gusten Los Simpson (la mayoría de los entrevistados parecen sacados de la serie de Matt Groening, no es broma, jajaja) o que tengan un criterio amplio no se pueden perder esta joyita llamada Religículo ya que los hará pasar un sano rato de diversión, jajajaja.


  

miércoles, 4 de abril de 2012

EL CIEGO de Woody Allen

TÍTULO ORIGINAL: Hollywood Ending
AÑO: 2002
DURACIÓN: 114 min.
PAÍS: Estados Unidos
DIRECTOR: Woody Allen
GUIÓN: Woody Allen
FOTOGRAFÍA: Wedigo Von Schultzendorff
MUSICA: Varios
REPARTO: Woody Allen, Téa Leoni, Treat Williams, George Hamilton, Mark Rydell, Debra Messing, Tiffani-Amber Thiessen, Barney Cheng, Isaac Mizrahi, Greg Mottola
PRODUCTORA: Dreamworks / Gravier Productions
GÉNERO: Comedia.

“Estuve casado con esa mujer diez años. ¡Hacíamos el amor y la sujetaba cuando vomitaba en el baño!”
-Val  (Woody Allen)
“¿Vomitaba por que hacían el amor?”
-Lori (Debra Messing)
“No, por que no le caía bien el sushi…”
-Val  (Woody Allen)


No cabe duda que cuando uno se siente mal anímicamente por cualquier aspecto que mine la tranquilidad emocional una de las tantas soluciones para volver a encontrar “el llamado estado de la felicidad”  es sin lugar a dudas recurrir a la obra del siempre genial Woody Allen (jajaja, al menos de manera momentánea en lo que respecta a un servidor, pues esta siempre muestra algunas respuestas a nivel existencial), realizador que se ha encargado de desacralizar tal cantidad de paradigmas filosóficos, culturales y sociales a través de exquisitas comedias o en su defecto por la vía del drama más humano el cual en ocasiones recuerda a otro imprescindible, el director sueco Ingmar Bergman. Sin embargo para levantar un poco la moral un servidor decidió visionar El Ciego, cinta en la que Allen se mofa de si mismo y de la industria que muchas veces no lo comprende, desarrollando una jocosa historia en la cual el director de Interiores (Id. 1978) encarna a un realizador de cine llamado Val Waxman quien se encuentra en horas bajas, demasiado bajas para ser mas honesto (se halla grabando un comercial para desodorantes en Canadá en plena tormenta invernal, jajaja).

El hecho es que Val (Allen) ya no es considerado para proyectos importantes (con todo y  que tiene en su haber 2 Oscar) pues su personalidad  neurótica lo ha alejado de los productores que ven en este un sujeto una inversión de alto riesgo por su mala fama de hipocondríaco (jajaja) lo que lo ha llevado a no terminar los proyectos que en ocasiones se le presentan, ¿recuerdan el comercial para desodorantes que se encontraba grabando? No lo terminó pues también lo despidieron, jajaja. El hecho es que cierto día Ellie (Tea Leoni) la exmujer de Val, quien ahora se encuentra comprometida con Hal (Treat Williams), un poderoso productor de Hollywood de un estudio llamado Galaxie, planea realizar una cinta llamada “La ciudad que nunca duerme” historia que se desarrolla en Manhattan, motivo por el cual Ellie piensa en su exl para realizar dicho filme pues considera que este aun cuenta con el talento suficiente para abordar el mismo. Total que entre dimes y di retes (los cuales incluyen los reclamos de Val a su exmujer por cuestiones de infidelidad, jajajaja) nuestro neurasténico protagonista acepta la chamba a regañadientes pues también se incluía un cheque con la jugosa cantidad de medio millón de dólares y un regreso triunfal a las grandes ligas de la meca del cine (además era eso o seguir dirigiendo comerciales de pañales geriátricos, jajaja).

Sin embargo y cuando todo parecía ir sobre ruedas en plena preproducción (bueno dejando de lado los problemas que causan los caprichos de nuestro director como la de seleccionar a un camarógrafo chino con interprete incluido por supuesto, jajaja), el asunto se complica cuando Val se da cuenta un día antes de comenzar el rodaje que se ha quedado ciego sin motivo aparente por lo cual se encuentra en una disyuntiva tanto moral como ética, eso sin contar que corre gran peligro tanto el regreso triunfal de su carrera, y por supuesto y no menos importante la integridad de una cinta con un presupuesto de 60 millones de dólares; motivo por lo nuestro protagonistas sin saber a quien recurrir acude con Al (Marl Rydell) su representante quien para sorpresa de este y el respetable le aconseja dirigir la película aunque se encuentre incapacitado a nivel visual y dejar a la suerte el proceso de la misma (jajaja). Como podrán suponer estimados lectores lo que presenciaran después es toda una historia de enredos y situaciones bastante hilarantes, todo esto apoyado en la implementación de exquisitos gags y chistes donde Allen se percibe bastante inspirado lanzando invectivas mordaces a diestra y siniestra a temas tan lúgubres (y/o jocosos como guste apreciarse) como la manera de  como y quienes manejan los hilos dentro del  mainstream hollywoodense (desde los productores hasta los críticos de cine), las relaciones de pareja, las relaciones paterno filiales, la sexualidad (por supuesto este aspecto nunca falta en la filmografía del buen Woody) y demás aspectos sociales que sin lugar a dudas enriquecen la narración.

Por supuesto visionar a un sexagenario invidente tratando de tomar decisiones como donde poner la cámara para tal o cual encuadre, alternar actores entre escena y escena o disipar que cartel será el mejor para promocionar la película se antoja en demasía jocoso y hasta peligroso si no se tiene el tono de comedia adecuada para desarrollar dicha premisa, sin embargo aquellos que conozcan la obra de Allen sabrán que este es un genio a la hora de planificar sus chistes pues aunque estos se perciban en ocasiones pueriles, es la forma estoica del propio Allen al abordar tal o cual protagonista lo que le da ese plus de sarcasmo a sus personajes, al tiempo que el guión siempre se encuentra repleto de diálogos incisivos  que harán las delicias de aquel que sepa apreciar una buena broma, si no basta con escuchar parlamentos como “aquí soy un idiota pero en Paris me ven como un genio” o “lo mejor de la masturbación son los abrazos” (jajajaja) todo uno encomio de principios filosóficos a la Allen.

¿Que por momentos se percibe un tanto alargado el film?, pues si, ¿que la resolución para el problema de ceguera de nuestro taciturno protagónico se descubre un tanto sacado de la manga?, también, empero estos elementos narrativos no le restan esa hilaridad a una historia que no le da tregua al espectador quien ante tanto embiste de reflexiones, chistes y situaciones se entrega por completo a esta obra, la cual por cierto en ningún momento muestra vestigios de desgaste. Y esto nos lleva a otro punto nodal de la misma, la excelente y brillante dirección de actores en la cual sobresale un casting que se antoja de lujo; por ejemplo encontramos a una Tea Leoni genial como la ex esposa de nuestro excéntrico protagonista, y es que el performance de la rubia y experimentada actriz de Bad Boys (Michael Bay, 1995) logra dotar de tridimensionalidad y personalidad al prototipo de mujer empoderada e independiente que representa, incluso demuestra verdadero talento para el timing cómico.

Por otra parte el experimentado y muchas  veces  infravalorado Treat Williams (que igual trabaja con Allen que en series b, jajaja, ni modo hay que comer tres veces al día ¿no?) compone un personaje fascinante como el ambicioso y escrupuloso productor de la Galaxie, el cual es presentado como un sujeto con pocas neuronas, poco sentido del humor y mucha ambición económica (jajaja), sin embargo aunque este pudiera resultar algo arquetípico es sin lugar a dudas la interpretación de Williams lo que le aporta esa cadencia al mismo. En el mismo tenor se encuentra George Hamilton como el asesor de producción y Marl Rydell  como el paternal y no menos pasalón representante de Val (jajaja), Debra Missing compone a  la frívola novia de nuestro protagónico y tampoco lo hace mal; y  por supuesto el performance del buen Woody (quien sostiene el film sobre sus hombros) como el negativo, hipocondríaco y no por eso menos humano Al Waxman se descubre como el digno representante de aquellos nerds e incapacitados sociales que muchas veces son incomprendidos por la sociedad, y  como dicta el título de la misma cinta, en ocasiones se encuentra un final hollywoodense por lo cual aqui nuestro protagónico hasta se queda con la chica al final de la cinta, jajaja (Woody siempre serás el héroe del que esto escribe, jajaja).

Ahora bien los valores de producción son correctos (puesta en escena y las pocas locaciones en exteriores), la fotografía a cargo de Wedigo Von Schultzendorff dota de calidez a la historia y por supuesto se nota la mano de Allen en intención plástica y artesanal haciendo que visualmente el film tenga el sello de la casa. Por lo demás el film también contiene una exquisita banda sonora con arreglos de jazz y se pueden descubrir ciertos guiños auto referenciales que hace Allen a su propia obra como aquel póster que hace referencia a Manhattan (id. 1979) o el propio nombre de la supuesta cinta que graba Val en Nueva York. Como momentos memorables encontramos infinidad, sin embargo aquel donde Val (Allen) recupera la vista y visiona lo que grabo en el rodaje para intentar darle coherencia a dichas escenas es para partirse de risa, o los conflictos del camarógrafo chino con el traductor (que funge casi como director por error, jajaja) son geniales.

Asi que si usted estimado lector quiere gozar de una buena comedia que expone de manera inteligente cuestiones humanas, donde se disecciona y se critica de manera sagaz a la industria cinematográfica pero sobre todo donde se bombardea al espectador de diatribas filosóficas en demasía interesantes (y por lo menos hacen que se muevan algunas  neuronas, jajaja), no debe perderse El Ciego, otra interesante obra del maestro Woody Allen, la cual por cierto resultó paradójica y a la vez reveladora  para un servidor, pues que un filme llamado “El Ciego” le abriera los ojos para encontrar varias respuestas a nivel existencial parece hasta jocoso, gracias amigo Woody.  Finalmente quisiera mencionar que esta entrada está dedicada afectuosamente para Ak.