lunes, 27 de junio de 2011

CINE DE CULTO: Y SI NO, NOS ENFADAMOS

TÍTULO ORIGINAL: Altrimenti ci arrabbiamo
AÑO: 1974
DURACIÓN: 92 min.
PAÍS: Italia
DIRECTOR: Marcello Fondato
GUIÓN: Jesús R. Folgar & Vicente Coello
MÚSICA: Guido De Angelis & Maurizio De Angelis
FOTOGRAFÍA: Arturo Zavattini
REPARTO: Terence Hill, Bud Spencer, Deogratias Huerta, John Sharp, Patty Shepard, Manuel de Blas, Luis Barbero, Donald Pleasence, Emilio Laguna
PRODUCTORA: Coproducción Italia-España
GÉNERO: Acción. Comedia.



¡Ah! que buenos tiempos eran aquellos cuando Terence Hill y Bud Spencer llenaban las pantallas de aquel viejo televisor a color que por cierto aun conservan mis padres, cuando mi hermano y su servidor se sentaban esas aburridas tardes de sábado en la sala de aquel amplio departamento de un cuarto piso en la ya lejana Ciudad de México de finales de los 80´s y principios de los 90´s, lugar donde visualizar el canal cinco era la única opción para abstraerse de la realidad cuando su programación aun conservaba algo de dignidad, pues este llegaba a tener en su programación cintas que ahora ya se han vuelto de culto como Los Goonies (Donner, 1985), la genial El Regreso de los Muertos Vivientes (Bannon, 1985) e incluso La Rebelión de las Maquinas (Stephen King, 1986) filmes que marcaron al que esto escribe y por que no decirlo labraron el camino para que su servidor se convirtiera en un cinéfilo  consumado.

Total, para no desviarme del punto medular de esta introducción he de decir que mi hermano y yo (chicuelos de 10 años aproximadamente) quedábamos fascinados ante tan divertido y por que no decirlo ahora, pueril espectáculo que significaba presenciar a un gordo grandulon con buen corazón y rostro pétreo (cual Clint Eastwood, jajaja) golpeando a mano abierta a los malos de la función como si de mujerzuelas se tratara, al tiempo que un curioso sonido reforzaba la intención de impacto de los mencionados manotazos (jajaja), mientras el atlético y pícaro Terence Hill  a base de acrobacias evitaba ser golpeado mientras también propinaba la dosis justa de puñetazos.

Pues bueno de entre la extensa filmografía de este par he de decir que hace poco encontré esta Y si no, nos enfadamos (conocida aqui en México como Juntos son Dinamita) y debo reconocer que el film me hizo pasar un buen rato lleno de carcajadas y aunque por momentos da algunos bajones en el ritmo, este título sigue conservando esa aire desenfadado que tenían como único y primordial fin hacer pasar un buen rato al respetable. La cinta nos cuenta la historia de Chico (Spencer) y Ben (Hill) unos tipos que son amigos y que participan en una carrera de coches donde el premio principal es un “Buggy rojo con capota amarilla” motivo para que este par intenten ganar tan preciado auto (ambos compiten en autos diferentes), pero para sorpresa de estos y del espectador estos llegan empatados después de desmadrar los autos de los demás competidores cuando ha finalizado la carrera, jajaja.

Total que como estos no quieren compartir el auto pues Ben (Hill) le propone a Chico (Spencer) que se lo jueguen a las cartas, pero el segundo no esta muy convencido y replica que lo mejor sería jugarlo en una competencia de vencidas, por lo que ahora el primero desiste pues considera que su gordo amigo tiene todas las de ganar (jajaja). Es por esto que mejor llegan al acuerdo de que el que coma más salchichas y beba más cerveza se queda con el carrito, y asi pues, estos van a la feria que se encuentra a un costado del taller del buen Chico.

Sin embargo lo que no saben estos es que mientras se encuentran en el bar bebiendo y comiendo a gusto, un grupo de gansters ingresan a la feria y la cierran, ya que el Padrino (John Sharp) les ha enviado a destruir esta con el fin de que los locatarios vendan sus propiedades para por fin construir un casino (la escena donde estos comen y beben mientras los ineptos bándalos destruyen el lugar es para partirse de la risa).

El hecho es que  Ben y Chico deciden mejor irse del lugar pues consideran que ya hay mucho ruido en el bar (jajajajaja el lugar esta totalmente destruido) y al salir y subir a su nuevecito Buggy un capo les dice que se bajen del mismo o lo baleará ya que nadie puede salir del sitio, empero estos lo toman a la ligera y deciden arrancar el diminuto auto para que momentos después el tipo que los amenazo comience a rafaguear el mismo, causando que se estrellen y finalmente que este se consuma en las llamas. Lo que sucede después es presenciar como Ben y Chico investigan quien ha sido el responsable de dichos sucesos hasta que dan con “El Padrino” (jajajaja el gángster más inepto del mundo) quien es asesorado por su mano derecha El Doctor (un Donald Pleasence pasado de rosca) para exigirle que les vuelva a comprar un Buggy rojo con capota amarilla. 

Por lo que el mafioso queda sorprendido, anonadado ante semejante falta de respeto, es por esto que incluso les pregunta a estos dos  si no saben ¿con quien estan tratando? cosa que tiene sin cuidado al desenfadado par, momentos después el Padrino (Sharp) desconcertado voltea a ver al Doctor (Pleasence) como preguntándose que hacer, a lo que este haciéndole señas con la cara le hace entender que se imponga, y es como el capo ya entrado en cólera les pregunta ¿y que pasa si no les pago el carrito? a lo que Ben (Hill) contesta tranquilamente pues que si no nos recuperas el cochecito nos enfadamos (jajajaja) momentos después este y Chico salen del lugar ante la mirada atónita del Papi como ahora  le dice  Ben al malandrín, jajaja y le dan como plazo hasta el día siguiente para que les pague el automovil. Y este es el jocoso argumento del film que firma de manera correcta un infructuoso Marcello Fondato (solo dirigió este y dos filmes más), la cual sustenta su desarrollo en las desventuras de la banda de gansters que intentan deshacerse torpemente de Ben (Hill) y Chico (Spencer) sin éxito alguno, mientras el jefe de la mafia trata de descubrir quienes son este par de sujetos que se despachan a todos los matones que les han enviado para borrarlos del mapa, jajaja.

Es por este motivo que hablar del cine de Terence Hill y Bud Spencer no es referirse a ese   cine lleno de formalismos si no de ese cine que muchos tal vez consideran cutre o caspozo, el cual más sin embargo cuenta con su propio lenguaje cinematográfico, al tiempo que se encuentra lleno de discursos sociales y culturales que hacen referncia a la amistad, la camarería, la honestidad, etc. los cuales estan despojados de pretensiones manidas y lejos de presentarse obvias se encuentran encubiertas en esas largas tanto como divertidas secuencias de manotazos y puñetazos que pretenden ser el punto neurálgico de estas producciones.

Por tal motivo que no es casualidad que el tándem Hill/Spencer hayan durado casi tres décadas entregando cintas con estas características (bajo presupuestos, argumentos similares entre cada producción, comedia ligera, etc) pero que basaban el éxito en el carisma de estos grandiosos actores, por que para permanecer tanto tiempo en el gusto del público logrando sacarles más de una carcajada se necesita ser un buen histrión. 

De ahí que los performance de estos son geniales y basan su éxito en esa comedia seria (por ejemplo rostros inquebrantables en situaciones supuestamente peligrosas) muy al estilo de Leslie Nielsen (otro gran actor), por lo que podemos encontrar un Bud Spencer apareciendo siempre con una postura física imponente, el cual rara vez esboza alguna sonrisa, mostrando un carácter templado pero al final siempre sale a relucir su buen corazón, motivo por el cual este era el complemento perfecto para un Terence Hill más pícaro y bribón, el cual fungía casi siempre como ese detonante que metía en problemas a su amigo y por ende ambos tenían que resolver los diversos conflictos que planteaba el argumento en turno como mejor sabían hacerlo, a puñetazos.

Asi mismo los secundarios cumplen cabalmente sus papeles y sirven indudablemente para ensalzar la figura heroica de los protagonistas, es por este motivo que el personaje de John Sharp es sin lugar a dudas una simple caricatura, su Padrino es torpe y bufonesco por lo que llega a niveles de tal mediocridad que se vuelve una delicia, al igual que el performance del mítico Donald Pleasence quien aquí se lo pasa pipa entregando una actuación que raya en lo ridículo, pero que en manos del actor inglés es hasta disfrutable.

Ahora bien como comentaba el ritmo del film es disfrutable aunque en ocasiones decae en algunos recorridos de la trama, sobre todo cuando el par no esta en acción metiendo en problemas a los malos en turno (jajaja), como por ejemplo cuando el personaje de Terence Hill filtrea con una chica (Patty Shepard) que trabaja en la feria, este arco argumental se percibe forzado pues por una parte el personaje de la chica solo esta esbozado tan levemente que se vuelve un cliché, empero este pretende servir como reforzamiento emocional de Ben (Hill) cosa que de verdad queda solo en un intento fallido. Pero cuando el libreto y el director se concentran en las escenas de acción, el film cumple lo que promete (puñetazos al por mayo, jajaja) para la posteridad quedarán en la memoria del espectador la pelea del gimnasio, donde el invencible Bud y atletico Terence se despachan a una veintena de seudo boxeadores a mano limpia (con el característico sonido que emiten los golpazos de este par) o el enfrentamiento final en el salón de fiestas del Padrino, el cual se encuentra llenos de globos de colores. 

Cabe hacer mención que dichas escenas estan filmadas con tal efectividad que son emocionantes, pero para sorpresa debo decir que la mejor escena cómica de la película es una donde ni siquiera hay puñetazos y esta se soporta en las actuaciones del par protagónico la cual se desarrolla dentro de una Iglesia en donde Chico (Spencer) toma clases con el coro de la misma, jajaja, donde momentos después hace acto de aparición  Ben (Hill) para advertirle al primero que un asesino a sueldo los quiere aniquilar, de verdad esta escena es para morir de risa pues podemos presenciar como el par canta (pon pon pon, pon pon pon, jajaja) mientras se mueve de lado a lado para evitar estar en la mira del francotirador que quiere aniquilarlos, jajaja.

Ya para finalizar debo decir que el film goza de una estética 100 % setentera, saturada de colores primarios en su fotografía como rojos, amarillos, etc. al tiempo que cuenta con una puesta en escena barroca (la mencionada pelea en el salón del Padrino llena de globos es ejemplo fehaciente de esto) que sin lugar a dudas es producto de su epoca y por ende se convierte en una cápsula de un período irrepetible, de ahí su valor intrínseco como propuesta audiovisual.

Asi que solo puedo recomendar Y si no, nos enfadamos para aquellos incondicionales del par como su  servidor, sin embargo creo que también es una buena oportunidad para las nuevas generaciones conocer la obra de estos grandes del cine, los cuales sin lugar a dudas se han ganado un nicho en la cinematografía mundial (y esto no es broma) gracias al gran carisma que los caracterizaba y lo desenfadado de sus propuestas. Ahora solo me falta rastrear las de Los Superpolicías en Miami (Enzo Barboni 1977, Bruno Corbucci, 1985) y Quien tiene un Amigo, tiene un Tesoro (Corbucci, 1981) y seré completamente feliz.

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