miércoles, 23 de junio de 2010

RUDO Y CURSI

TÍTULO ORIGINAL: Rudo y Cursi
AÑO: 2008
DURACIÓN: 100 min.
PAÍS: México
DIRECTOR: Carlos Cuarón
GUIÓN: Carlos Cuarón
MÚSICA: Leoncio Lara
FOTOGRAFÍA: Adam Kimmel
REPARTO: Gael García Bernal, Diego Luna, Felipe de Lara, Ivan Esquivel, Guillermo Francella, Dolores Heredia, Armando Hernández, Malillany Marín, Jessica Mas, Adriana Paz
PRODUCTORA: Coproducción México-EEUU; Canana Films
WEB OFICIAL: http://www.rudoycursilapelicula.com/
GÉNERO: Comedia. Drama Deporte. Fútbol


Como menciona el buenazo de Juan Pablo Martínez Zúñiga (por cierto un buen amigo) en su interesante columna sobre análisis de cine “Corte y Queda”, que se publica todos los viernes en el periódico local El Heraldo, nunca falla el vía crucis que cada cuatro años hemos de sufrir los simples mortales a los cuales no nos interesa en lo absoluto el Mundial de Fútbol, sin embargo una fiebre cultural surge con más fuerza cuando el enajenamiento de una sociedad mexicana es expuesta a esta justa deportiva.

Y tiene razón, ya que mientras individuos que cobran millones de dólares por patear un balón son vistos como héroes contemporáneos, la cruda realidad es otra, ya que el mentado mundial no aporta más que evasión, pero a final de cuentas los problemas sociales, económicos o políticos ahí estarán presentes cuando el árbitro pite el final del partido.

Por tal motivo y aprovechando la ocasión he decidido volver a revisar la cinta de Carlos Cuarón, la cual retrata de forma correcta el fenómeno futbolístico en la afición mexicana. Rudo y Cursi nos cuenta la historia de dos hermanos tan distintos entre si como el agua y el aceite, ellos son Tato (Gael García Bernal) y Beto (Diego Luna), los cuales viven en un poblado apartado de la civilización, de hecho se dedican al plantío de plátanos (sin albur) y en sus ratos libres juegan en una liga de fútbol de la comunidad, para variar compiten en equipos contrarios, por lo que llegan a enfrentarse en varias ocasiones.

Tato (García Bernal) es el delantero estrella de su equipo y Beto (Luna) es el arquero de su escuadra, el anhelo del segundo es algún día jugar en un equipo de la primera división de la liga de fútbol mexicano. Ahora bien las personalidades de estos hermanos son muy particulares, Beto (Luna) es un tipo machista, ya que aunque se encuentra casado y tiene hijos no los atiende como debiera, e incluso las ganancias económicas que recibe en su trabajo las gasta en alcohol.

Por otra parte, Tato (García Bernal) es un tipo soltero, por lo que de algún modo ayuda a su madre en cuestion económica, también le gusta el chupe (degustar ricas cervezas pues, no sean mal pensados) pero es más responsable, empero su verdadero deseo en la vida es llegar a ser cantante grupero, por lo cual siempre esta armado con su acordeón para amenizar cualquier reunión familiar, por lo que ve al fútbol como un pasatiempo.

Pero cierto día, sus vidas cambiarán cuando un promotor, de esos que buscan talentos alrededor del mundo, llega al sitio donde viven los jóvenes, este tío es un argentino llamado Batuta (Guillermo Francella) el cual observa un juego donde el par participa y ¿qué creen que pasa? pues, al hombre le ha gustado como juegan estos dos, solo hay un inconveniente, solo puede fichar a uno con un gran equipo, por supuesto Beto le dice a Tato que el quiere aprovechar la oportunidad, pero un mal entendido provoca que Tato sea el elegido.

Es asi como este último viajará a la gran ciudad para tratar de convertirse en un jugador profesional, quedándose Beto (Luna) con gran frustración por no haber sido el favorecido, pero no todo esta perdido pues otro golpe de suerte hará que el hermano relegado se vuelve a encontrar con su pariente para enfrentarse no solo en el juego que se da dentro de la cancha, si no en un juego aun más importante, el de enfrentarse a la vida.

Con este argumento, la cinta funciona como una sátira al medio futbolero (o incluso deportivo o artístico en general), ya que expone a través de sus personajes y situaciones (por momentos bastante tópicos) una radiografía social, de aquellos hombres que sin ninguna preparación profesional a nivel intelectual, se escudan en sus habilidades físicas para salir adelante en su cotidiano (¿alguién acaso pensó en el Cuau?). Mas sin embargo, por tal razón son más propensos a ser explotados, en un medio que los deslumbra y los lleva al cielo cuando son útiles, pero cuando cometen algún error, o simplemente, cuando han pasado de moda son desechados cual producto perecedero se trata.

Ahí tenemos varios ejemplos, como la modelo que se ha acostado con infinidad de ídolos mediáticos como lo es Tato “el Cursi” (García Bernal) para sacarles su dinero, o incluso el propio promotor (Francella) que escudado en la imagen de un tipo buena onda, en realidad busca satisfacer sus necesidades a través de sus representados.

Por otra parte, la historia nos muestra lo amargo que es la caída cuando se ha estado arriba disfrutando de los excesos (como es el caso de Beto “el Rudo”, el cual se mete en problemas de drogas los cuales llegan a poner en riesgo su integridad) o lo doloroso de convertirse en una simple marioneta para las masas, el pobre de de Tato (García Bernal) haciendo su numerito musical, que consiste en cantar su tan sonado éxito “Quiero que me quieras” en una carpa de circo, frente a diez miserables individuos, es por mucho uno de los momentos más jocosos y emblemáticos de la cinta, pero a su vez más dolorosos por lo que representa dicha escena.

Ahora bien, el director mexicano le imprime un aire de gracia a su cinta, para no caer en el melodrama (cosa que se agradece) y hacer de esta una verdadera farsa (aunque algunos no la hayan entendido como tal, de hecho muchos individuos o en algunas estaciones de radio tocaban el tema musical que interpreta Gael García Bernal, jajajaja), por lo que su visionado es accesible, ya que su narrativa es fluida. De las interpretaciones hay que decir que estas son normalitas, aunque puedo acotar que nunca he considerado como verdaderos actores a este par, sin embargo cumplen en sus papeles y Diego Luna no resulta tan insoportable como acostumbra.

El que de alguna manera pone la vis cómica es Guillermo Francella, que se percibe fresco y natural, por lo demás la factura del film cumple, tiene buena fotografía, puesta en escena y la realización de los partidos de fútbol resultan creíbles por sus trucos de edición.

Por cierto el título de la cinta se refiere a los apodos que reciben sus protagonistas por su forma de jugar, Beto (Luna) es el rudo por su forma en la que cuida el marco de su portería y Tato (García Bernal) es cursi ya que maneja el balón con delicadeza.



1 comentario:

  1. Jajajajajajaja¡¡¡¡ Gracias SR. G., de corazón, me suena la columna esa... .Pero la peli, que es lo que importa: cuanta razón tiene al calificarla como una sátira, ya que evidenciar las taras sociales que posee la mexicanidad al favorecer un espectáculo donde las estrellas son analfabetas que pretenden esconder sus carencias formativas con el supuesto don de...patear una pelota, pues es loable. Se nota que la mano de un director serio está sujetando firmemente la historia para que no caiga en los lugares comunes de la complacencia y el desparpajo [aunque con esos actorcitos casi casi sucumbe...]. Pero el elemento más imnpactante es el que usted señala atinadamente: la cualidad mórfica de que un futbolista o un cantante de gruperas es exactamente lo mismo en la escala intelectual y ambos se integran con facilidad al cotidiano, tornando común lo abismal. Por eso estamos como estamos y no duden que en la menos ''El Chicharito'' se gane un Grammy...

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