viernes, 13 de julio de 2012

STEVEN SEAGAL EN: DIFÍCIL DE MATAR

TÍTULO ORIGINAL: Hard To Kill
AÑO: 1990
DURACIÓN: 90 min.
PAÍS: Estados Unidos
DIRECTOR: Bruce Malmuth
GUIÓN: Steven Mckay
FOTOGRAFÍA: Matthew F. Leonetti
MUSICA: David Michael Frank
REPARTO: Steven Seagal, Kelly LeBrock, Bill Sadler, Frederick Coffin, Bonnie Burroughs, Andrew Bloch, Branscome Richmond, Charles Boswell
PRODUCTORA: Warner Bros. Pictures
GÉNERO: Acción.


¿Que Steven Seagal es un sujeto que no ha sabido envejecer con dignidad en su rol de héroe de acción? ¡Por supuesto!. ¿Qué sus últimas cintas son un verdadero insulto a la inteligencia y una prueba de resistencia para con el espectador ante tan fastidiosos planteamientos en sus historias? ¡Claro!. ¿Qué Seagal también ha perdido toda pizca de credibilidad en cuanto a su supuesto pasado como agente de la CIA gracias a decisiones estúpidas en el crepúsculo de su carrera, como realizar una sonrojante serie de TV y su reciente incursión como miembro voluntario de la policia fronteriza de E.U. con México para arrestar inmigrantes? Mejor ni hablar de eso.  Lo cierto es que nuestro ahora pasado de peso amigo de la coleta y experto en artes marciales hace ya veintidós años era una  eminencia del cine de acción, un sujeto que hacia que te cagaras encima con tan solo ver su penetrante mirada lacónica, y si esto no era suficiente sus técnicas de Aikido eran lo bastante letales para acabar con el mal encargado en cualquier representación como policías corruptos, mafias italianas o narcotraficantes; no es gratuito que en algún punto de su irregular carrera (la cual duro lo que una erección, jajaja) el buen Steven haya sido comparado como la fusión entre Eastwood, Bronson y hasta el mismísimo Norris.

Y es precisamente en este periodo (principios de los años noventas) que Seagal encontraba ese nicho de héroe de acción auspiciado por la poderosa Warner BROS. entregándonos cintas de verdadero entretenimiento, llenas de violencia gratuita y decenas de muertes dolorosas a manos del buen Stevie (quien en ocasiones fungía como productor y metía mano en la historia) que incluían quiebre de brazos, tibia, peroné y demás extremidades, (jajaja). El hecho es que en esta etapa de la carrera de Seagal se encuentra ésta fascista y ultraviolenta Difícil de Matar (título que no engaña a nadie), cinta que comienza mostrándonos la investigación de corrupción a varios niveles políticos que realiza al detective Mason Storm (Seagal) cojonudo nombre por cierto jajaja, quien se haya en un callejón grabando en video una especia de complot para asesinar a un senador; desgraciadamente es descubierto y huye, sin embargo los implicados también son policías y descubren la identidad de Storm por lo que esa misma noche planean su asesinato.

Como el respetable podrá inferir nuestro protagonista (que no tiene ni puta idea de que han descubierto su identidad) es emboscado en su propia casa y tanto el como su esposa son masacrados y dados por muertos (cuando estaban a punto de aventarse un polvo, que mala leche ¿no creen?). Empero el hijo menor ha presenciado tan artero crimen pero logra huir de los corruptos policías, horas después un viejo amigo de Storm, el detective Kevin O´Malley (Frederick Coffin en un papel que le queda como anillo al dedo) lamenta los hechos pues conocía la reputación de Mason y no puede creer que su muerte tenga que ver con ajustes de cuentas entre traficantes de droga como lo han hecho ver las supuestas investigaciones del departamento de policía, las cuales apuntan a que el fallecido agente se encontraba involucrado en dichos eventos.

El hecho es que cuando todos han partido y dan por muerto a Storm, resulta que (¡adivinaron!) este sobrevivió pero ha entrado en un estado de coma y el único que se entera de esto es O´Malley (Coffin) quien en aras de resguardar la integridad de este le ordena al cuerpo médico que no digan nada y se informa que efectivamente el sujeto ha fallecido. Años después (exactamente siete) descubrimos que Vermon Trent (William Sadler) se ha convertido en senador de los Estados Unidos, y que es el sujeto que aparece en el video que Storm grabo y escondió antes de ser atacado, el cual planeo el asesinato de otro aspirante al mismo puesto para quedarse con este. Por supuesto O´Malley retomo durante todo este tiempo las investigaciones de Storm para encontrar a los involucrados, desgraciadamente es amedrentado y el caso es cerrado.

Sin embargo y para desgracia del senador Trent (Sadler) y su compinches, Mason Storm (Seagal) ha despertado de su prolongado letargo y su único objetivo es el de cargarse a los que mataron a su esposa e hijo (del cual desconoce aun vive bajo la tutela de O´Malley), esto con la ayuda de la enfermera Andy (hermosa Kelly LeBrock) quien inexplicablemente se enamora de nuestro protagonista por lo cual se encarga de atenderlo como se es debido para que sanen sus heridas por lo cual vemos el respectivo acoston entre esta y el lacónico Storm (jajaja), y haciendo un paréntesis debo decir que esto ha llevado a reflexionar al que esto escribe sobre algunos puntos algo lúgubres sobre nuestro protagónico como que; numero uno) Steven Seagal hace veinte años era un tipo rudo que montaba buenas coreografías de acción pero era pésimo para las escenas sexuales como queda constatado en esta cinta; y punto numero dos) Steven Seagal ahora es un regordete que produce pena ajena cuando quedan expuestas sus limitaciones físicas para las escenas de acción y lo peor es que sigue siendo aun más patético para las escenas sexuales, las cuales ahora las realiza con chicas veinte años más jóvenes que el.

Bueno retomando el análisis y sin divagar más diré que el ahora resucitado Mason Storm (Seagal) se prepara física y mentalmente con el único objetivo de eliminar a la escoria que acabo con su vida (sesiones de sanación con métodos orientales incluidos), limpiar su nombre y de paso quedarse con la chica del vestido rojo (LeBrock), ¡ah! y recuperar a su hijo al cual creía por muerto. Y básicamente este es el argumento de esta entretenida cinta la cual descubre sus mejores momentos en las pericias físicas del buen Stevie quien en este su segundo film demuestra de nueva cuenta que es el terror de los malos cuando de aplicar  su propia ley se trata (aunque para esto rompa las propias leyes, jajaja). Como sea, Steven Seagal sigue la misma línea interpretativa que desarrolló en Above the Law (Andrew Davis, 1988) mostrándose como un sujeto impávido, rudo e inexpresivo, el cual más sin embargo saca provecho de su personalidad y presencia física para contrarrestar sus limitaciones histriónicas, de ahí que las escenas donde este se despacha mano a mano a sus rivales es lo mejor del film, si no basta con visionar la escena que se desarrolla dentro de un mini súper donde Storm aniquila a cinco sujetos que intentaban robar el lugar (aunque el encargado del mismo perece en el conflicto, jajaja).

Por otro lado los malos de la función son simples arquetipos que estan ahí para que Seagal les patee el trasero gustosamente, ya saben como es esto, dentro del séquito de policías corruptos nunca falta el oriental que pretende apantallar al protagónico con una rutina de movimientos artemarcialistas que al final no le servirán de nada cuando el rudo de Stevie le aseste dos manotazos y párale de contar, por supuesto tampoco falta el jefe de estos, un sujeto bastante pedante ataviado con traje de vestir y botas vaqueras llamado Jack Axel (Charles Boswell), al cual por lo despreciable de su diseño psicológico el respetable agradece cuando Storm se lo despacha (sublime el momento en que Seagal le clava un taco de billar en el cuello). Por supuesto Kelly LeBrock quien por cierto y mención aparte siempre represento una fantasía sexual para su servidor en su adolescencia con aquellos filmes de culto de los años ochentas llamados La Mujer de Rojo (Gene Wilder, 1984) y Ciencia Loca (John Hughes, 1985), bueno aquí hace solo de mujer accesorio para mostrar su belleza física punto; y por último Frederick Coffin como el compañero leal de Storm cumple su cometido de mentor como era costumbre en sus interpretaciones y a media trama también se lo despachan.

Por supuesto hay que hacer mención que la cinta cuenta con la dosis perfecta de violencia, algunos toques de mala leche y por supuesto un discurso políticamente incorrecto que ya no se ve en estos días (presenciar como Storm le mete por la boca una escopeta a un senador de los Estados Unidos es algo sublime, jajaja) y que sin duda recuerda a títulos añejos de los años setentas y ochentas que protagonizaron estrellas como Charles Bronson, Clint Eastwood y Chuck Norris, los cuales indudablemente se percibieron como reflejos socioculturales de la ciudadanía norteamericana a las diversas administraciones como la de los presidentes Nixón y Reagan. Empero algunos planteamientos maniqueos en la mayoría de las producciones (como las de Norris por ejemplo) hacían que dichos trabajos solo se convirtieran en vehículos catárticos y de evasión pues no llegaban a ese nivel de análisis y disección discursiva que planteo por ejemplo Martin Scorsese en su lúgubre y pesimista Taxi Driver (1976). 

Es por este motivo que  la llegada de Seagal a los terrenos del cine de acción no deja de descubrirse algo anacrónica (no es casualidad que Eastwood abandonara a su Harry Callahan a mediados de los años ochentas pues la formula se encontraba gastada), aunque su servidor debe aceptar que descubrir en su infancia al supuesto ex agente de la CIA convertido en actor fue realmente esperanzador (jajaja) sobre todo por que al que esto escribe le fascinaba esa manera tan violenta y dolorosa de ajustar cuentas con los delincuentes (la aplicación del Aikido), aspecto que le abrió mercado al hosco Seagal, cosa que no pudo conseguir por ejemplo Jeff Speakman (otro inolvidable de su servidor y del cual pronto escribirá).

Ya para finalizar diré que el director Bruce Malmuth hace un trabajo decente en cuanto a puesta en escena, manejo de ritmo y demás aspectos técnicos que hacen que la cinta fluya, sin embargo el guión tiene tremendos boquetes que hasta el espectador menos avispado notara como por ejemplo ¿Por qué nadie reviso la casa de los Storm para buscar  y encontrar el video (con cámara incluida) donde se encontraba el senador Vermon Trent? o por que nadie indago el paradero del hijo de Storm cuando este era el único testigo del asesinato de sus padres?. Como sea la segunda cinta del señor Steven Seagal se deja ver y va forjando la corta efectiva carrera de héroe de acción (pues no puedo considerar la última veintena de cintas de este ni como meros placeres culpables), la cual vería su punto cúspide en aquella entretenida Alerta Máxima (Andrew Davis, 1992) cinta que plagia varias ideas de la ya clásica Duro de Matar de John McTiernan de 1988.

Asi que estimado lector si usted gusta del buen cine de acción (o por lo menos del verdadero y añejo cine de acción con todas sus deficiencias y logros) no se pierda esta Difícil de Matar la cual cumple su principal función que es entretener, y se los dice su servidor que para este análisis la ha revisado hace unos días con treinta y tantos años a cuestas la misma  y aun le ha divertido.




3 comentarios:

  1. Sabes el nombre de la canción donde el entra a un establecimiento donde hacen tatuajes y 2 mujeres se están tatuando??

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  2. Por o menos esta peli dejó legado. Mason Storm es el nombre de una gran artista del porno, capaz de realizar acrobacias que dejarían a Seagal como un aficionado. jajaja.

    Saludos

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  3. buena pelicula.........lastima ke no pueda verla completa.... solo veo trailers... me gustan este tipo de pelis....

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