AÑO: 1969
DURACIÓN: 140 min.
PAÍS: Reino Unido
DIRECTOR: Peter Hunt
GUIÓN: Richard Maibaum (Personaje: Ian Femming)
FOTOGRAFÍA: Michael Reed
MUSICA: John Barry
REPARTO: George Lazenby, Diana Rigg, Telly Savalas, Ilse Steppat, Gabriele Ferzetti, Yuri Borienko, Bernard Horsfall, George Baker, Lois Maxwell, Desmond Llewelyn, Julie Ege, Joanna Lumley, Bessie Love, Virginia North
PRODUCTORA: MGM / UA
GÉNERO: Acción.
Después de visionar la maciza Operación Skyfall (Sam
Mendes, 2012) y haber quedado con un muy grato sabor de boca a su servidor le
entro la nostalgia por volver a revisar algún otro título de antaño del agente
con licencia para matar donde se explorara más a nivel psicológico la
naturaleza del personaje, por lo cual y escombrando de entre la filmografía del
mismo (la cual por cierto tengo completa en formato dvd sin afán de presunción
claro) recordé que la cinta protagonizada por George Lazenby era la cinta
perfecta para encontrar dichas características, puesto que el guión que plantea
Richard Maibaum logra despojar de varias peculiaridades arquetípicas al
personaje que interpretara hasta ese momento Sean Connery, motivo por lo cual en
esta encarnación se dota de
tridimensionalidad al agente británico. Sin embargo con todo y que la cinta
está bien dirigida fue la presencia del estoico actor australiano lo que llevo
al fracaso comercial a esta nueva aventura del 007, ya que el público de
aquella época consideraba que la sombra de Sean Connery era demasiado grande
para que un desconocido como Lazenby llenara el lugar que había dejado el
carismático actor irlandés.
Como quiera que sea si uno como
espectador vuelve a revisar Al Servicio Secreto de su Majestad (o la visiona
por primera vez) encontrará un film bastante redondo en donde desde un inicio
uno entiende la intención de su director y guionistas por alejar por completo a
este título de las cintas protagonizadas por Connery, si no basta con escuchar
el primer dialogo que menciona Lazenby como el nuevo James Bond cuando sostiene
su primera lucha contra dos sujetos que quieren eliminarlo y exclama
textualmente “esto nunca le pasó al otro
tipo” haciendo clara referencia al cambio de protagonista. Pero dejando de lado
esta anécdota el respetable se preguntara ¿de qué va Al Servicio Secreto de su Majestad?
Pues en esta entrega descubrimos a James
Bond (Lazenby) quien se encuentra de vacaciones conduciendo su vehículo, cuando
de repente descubre que una hermosa mujer llamada Tracy (Diana Rigg) intenta
suicidarse adentrándose mar a dentro por lo cual decide rescatarla.
Lo que sigue después es
presenciar como la damisela al ver frustrados sus planes de inmolarse huye del
lugar (más sin embargo Bond ha quedado fascinado con la poderosa personalidad
de la mujer), tiempo después nuestro protagonista al llegar al hotel donde se
ha de hospedar vuelve a encontrarse con Tracy, con la cual después de pasar la
noche descubre que es la hija de un prominente empresario llamado Draco
(Gabriele Ferzetti), el cual tiene poderosos nexos con Blofeld (Telly Savalas),
motivo por lo cual el 007 decide regresar a Londres a pedir autorización a M
(Bernard Lee) para emprender de nueva cuenta la investigación que lo llevara a tratar
de atrapar al jefe de Spectra (Ejecutivo Especial para Contraespionaje, Terrorismo,
Vengaza y Extorsión), empero su superior
declina la petición de Bond ya que este lleva meses en la investigación sin
obtener resultados palpables, motivo por el cual el agente con licencia para
matar es suspendido y decide llevar la investigación de forma personal.
Total que Bond llega a un
acuerdo con Draco quien insiste en que el espía inglés enamore a su hija para
que esta por fin sea desposada, sin embargo James en primera instancia no
acepta ya que cree antiético dicho acuerdo, empero su deseo por atrapar a
Blofeld es más grande y se embarca en dicha misión sin saber que al final
quedará enamorado de Tracy aun y cuando las consecuencias sean fatales. De
entrada su servidor cree que esta cinta contiene varios aspectos realmente
notables que la convierten en una de las mejores de la saga, por supuesto la
incursión de Lazenby como Bond es bastante buena y al menos su servilleta se
quedó con ganas de volver a verlo en la siguiente cinta Diamonds Are Forever de
1971 (espero las mentadas de madre de los
más puristas), pues su estoicismo, su seca interpretación (con las dosis
perfectas de socarronería) y su conflexion física nos presenta a un Bond más
cercano a la concepción que imaginaba Flemming, incluso si lo analizamos ahora
cuatro décadas después encontraremos un Bond más cercano al que ahora
interpreta Daniel Craig.
Por supuesto conforme avanza la
trama vamos descubriendo aspectos que humanizan al personaje de Bond, y lo
mejor de todo es que estos se van desvelando de manera bastante coherente por
lo cual la relación entre el 007 y Tracy se percibe natural; incluso el que
esto escribe se atreve a asegurar que dicho mcguffin es el verdadero motor de
la trama pues aunque la historia nos lleva por otros caminos como son las motivaciones de Blofeld para
extorsionar a la ONU con el objetivo de cobrar una inmensa cantidad de dinero
si no quieren que SPECTRA libere un virus a nivel global (una motivación por
cierto bastante pueril), lo notable realmente es descubrir que Al Servicio
Secreto de Su Majestad es la primera cinta del agente británico (espero no
equivocarme) que se centra en los pathos de este y nos muestra un panorama más
amplio del mismo, por lo cual la cinta ya no solo trata de la lucha entre el
bien y el mal, si no del individuo de carne y hueso que enfrenta dicha batalla. No es casualidad que esta cinta aborde de manera bastante madura
y por qué no decirlo, suficientemente trágica la primera relación sentimental del
espía con licencia para matar (para los que no la han visto solo diré que le
final de la cinta es uno de los más lúgubres de la saga y por supuesto define de
muchas maneras el porqué de la
personalidad de Bond para futuras entregas, sobre todo en la era Dalton y
Craig).
Por otra parte también debo
acotar que aunque el personaje de Blofeld es bastante arquetípico y sigue la
línea de Donald Pleasence, es la presencia de Telly Savalas lo que dota de ese
aire de maldad y megalomanía que el personaje necesitaba, por lo cual en el
riguroso enfrentamiento donde este descubre las exaltaciones de Bond por detenerlo (y por supuesto le explica
su maquiavélico plan antes de mandarlo matar), este pasaje se descubre con la
suficiente garra narrativa que en ocasiones el respetable llega a tener la
sensación de que el agente británico podría no librar con vida su misión. Ahora
bien “la chica Bond” de esta entrega rompe los paradigmas que hasta ese momento
se habían presentado en las anteriores entregas, pues el personaje que
interpreta Diana Rigg juega un papel bastante importante en la trama y no se
limita solo a ser la “típica” damisela en peligro, incluso su recia
personalidad funciona como un exquisito contra punto que confronta a varios
niveles la concepción ideológica del propio James Bond.
Obviamente las secuencias de
acción no pueden faltar en este título por lo cual se agradece la manera en que
Peter Hunt resuelve a nivel visual el film con la implementación de cortes
rápidos, dolly in vertiginosos y encuadres bastante cerrados lo que
indudablemente dotan de una narrativa bastante fluida a la historia; si no basta
con presenciar aquel tercer acto que se desarrolla en los Alpes Suizos donde
Bond y Tracy esquían tratando de huir de Blofeld y sus secuaces. Igualmente las
coreografías donde Lazenby pelea cuerpo a cuerpo contra sus enemigos se
perciben ágiles y bien resueltas, al tiempo que se nos muestra a un George
Lazenby suficientemente capaz para encarar dichas proezas físicas. Claro que
todo esto no funcionaría tan bien si no fuera por él cuidado guión que Richard Maibaum se encarga de
escribir, y por su puesto a la capacidad de Hunt por descifrar el mismo.
En definitiva, Al Servicio
Secreto de su Majestad es una de las cintas de Bond mejor logradas de toda la
filmografía pues esta contiene las dosis perfectas de suspense, acción, romance
y por supuesto un espíritu en demasía oscuro, al tiempo que cuenta con una
acojonante banda sonora a cargo de John Barry, sin embargo el mayor mérito de
la misma es que el argumento que se nos presenta se preocupa por ahondar en la
humanidad del agente británico y lo desnuda como nunca se había hecho hasta ese
momento. Desgraciadamente aunque el filme obtuvo buenas ganancias (más de 87
millones de dólares) Lazenby no repetiría en el rol del 007, no solo por la
antipatía del público como muchos piensan, si no por que el propio actor
australiano creía que con la llegada de los años setentas el personaje creado
por Ian Flemming resultaría bastante arcaico a nuevos tiempos por lo cual desistiría en volver a
encarnarlo (aun y cuando el propio Lazanby había firmado para protagonizar
siete cintas más).
Como sea, tanto Lazenby como Peter
Hunt y todo el equipo creativo que se involucró en este proyecto se han ganado por
méritos propios un lugar muy especial en la historia del cine al haber
participado en la creación de tan notable cinta, la cual dicho sea de paso ha
resistido bastante bien el paso del tiempo y ha sido revalorizada.
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