
AÑO: 1971
DURACIÓN: 91 min.
PAÍS: E.U.
DIRECTOR: Steven Spielberg
GUIÓN: Richard Matheson
MÚSICA: Billy Goldenberg
FOTOGRAFÍA: Jack Marta
REPARTO: Dennis Weaver, Tim Herbert, Lou Frizzell, Jacqueline Scott, Eddie Firestone, Lucille Benson, Gene Dynarski
PRODUCTORA: Universal Pictures
GÉNERO Y CRÍTICA:Intriga. Road Movie.
Reto a Muerte, viene a ser el segundo largometraje para televisión de un joven Steven Spielberg, el cual en esos momentos buscaba un sitio en la industria cinematográfica. Como bien comentó el director en alguna entrevista, trabajar en televisión no le gustaba mucho, sin embargo le sirvió para foguearse en proyectos que mas delante lo llevarían a embarcarse en lo que significo su primer éxito en taquilla, Tiburón (1975) y marcaría el nacimiento del blockbuster como lo conocemos en la actualidad.
Son varios los aspectos que hacen de Reto a Muerte una cinta interesante, tanto como emocionante y mucho más angustiante. Primeramente encontramos un guión eficaz a cargo del escritor Richard Matheson, también creador de la famosa novela Soy Leyenda.

Este acto desencadena una pesadilla para Mann (Weaver), el cual será asediado por la monstruosa mole de metal durante todo su viaje, un viaje que pone en riesgo su existencia, y que solo con valor e inteligencia podrá sortear.

Como he comentado el guión es efectivo, pero gracias a la visión de su director la cinta se torna vibrante, es como si nos subiéramos a una montaña rusa, hay momentos de tensión, luego encontramos otros tranquilos y de nuevo angustia y terror.
Spielberg hace lo que mejor sabe, sus secuencias de acción estan bien filmadas, uno las ve y sabe lo que esta pasando, no perdemos detalle de nada. Basta con ver las primeras tomas subjetivas, que nos dan la sensación de ir dentro del automóvil, bastante originales. Asi como sus encuadres y la composición de los mismos son acertados, pero sobre todo, el director tiene la certeza de dotar a la cinta de buen ritmo.

Por otro lado el camión es verdaderamente amenazador y se percibe como un ente vivo, gracias a que nunca vemos al conductor, solo se nos muestran las manos al volante o la palanca, en otras ocasiones solo el calzado del conductor. Es como si el mismísimo Demonio condujera la mole de metal, la cual en su defensa delantera conserva varias placas, visiblemente de otros autos, como si de trofeos se tratara.
Por último la elección Dennis Weaver como el antihéroe me parece acertada, aunque dota al personaje de patetismo, tal vez para darle más realismo a este.

Película que da muestras de la capacidad creativa de su director, en la que se percibe más honesto y menos sensiblero que en sus últimos trabajos.
Para finalizar dedico este post a mi buen amigo George, fiel admirador de Spielberg, que en sus propias palabras lo llama el Rey Midas.
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