
AÑO: 2005
DURACIÓN: 88 min.
PAÍS: DINAMARCA
DIRECTOR: Christoffer Boe
GUIÓN: Christoffer Boe, Mikael Wulff
MÚSICA: Thomas Knak
FOTOGRAFÍA:Manuel Alberto Claro
REPARTO: Ulrich Thomsen, Helena Christensen, Henning Moritzen, Nicolas Bro, Per Fly, Benedikte Hansen, Ellen Hillingsø, Svetoslav Korolev
PRODUCTORA: AlphaVille Pictures Copenhagen / Danish Film Institute / DR TV Danish Broadcasting / SF Film / Nordisk Film & Television Fund
GÉNERO: Drama.
¡Excelente! No encuentro otro adjetivo para describir la cinta del danés Christoffer Boe, ya que visionar esta se vuelve una experiencia sensorial bastante disfrutable, aunque no es una cinta complaciente a nivel narrativo, ya que nos invita a activar las neuronas (fanáticos del cine de Michael Bay, Stephen Sommers y de algunas mamarrachadas como la saga Crepúsculo absténganse) y aunque la historia es sencilla, la ejecución es lo que hace de esta obra un magnifico film.
Como iniciador del movimiento dogma 95, la obra de Boe conserva esas características que hacen de éste movimiento, único, por lo que se pueden percibir en Allegro, aquí encontramos el escaso uso de recursos técnicos (como la prefabricación de escenarios y un manejo de luz más arbitrario y experimental) asi como la aplicación de la cámara en mano y/o al hombro, motivo por el cual la historia que se narra conserva un aire de realidad más tangible, aunque se insertan algunas pinceladas de exquisito surrealismo.

Con el paso del tiempo Zetterstrøm creció y se hizo famoso, pero cierta noche cuando llegaba a su casa, después de ofrecer un concierto, se da cuenta que ha olvidado las llaves de su hogar, enojado por la situación, el hombre frustrado decide quedarse fuera del sitio, pero, instantes después una mujer se acerca a el e intenta animarlo, el hombre dentro de su rigidez emocional en ese momento crea un vinculo emocional con Andrea (Helena Christensen).
Después descubrimos que Zetterstrøm y Andrea tienen una relación, pero un día la mujer sin alguna explicación deja al hombre, lo que provoca que éste vuelva a cerrarse a nivel emocional y decide jamás permitirse sentir, todo gracias al dolor que le dejo la partida de Andrea.

Extrañamente el hombre que nos narra la vida del pobre Zetterstrøm (voz en off) un día aparece en la vida de este para hacerle saber que su ciudad natal Copenhague, ha sufrido una especie de anomalía, su barrio es una especie de zona virtual donde nadie puede ingresar ni salir (de hecho parece una especie de espejo gigante dentro de la ciudad), este lugar ahora encierra todos los recuerdos de este hombre, de los cuales ha decidido despojarse para no sentir.
En un inicio Zetterstrøm no cree en lo que le dice Tom (Henning Moritzen) el extraño hombre, sin embargo cuando el primero decide ir de nuevo a Copenhague, se da cuenta que la misteriosa zona si existe y aquí inicia el viaje interior de nuestro protagonista a este lugar en donde revisara todos los acontecimientos que a vivido desde su infancia hasta su madurez, y lo más importante donde tendrá que decidir si acepta de nuevo estos, con todo y el dolor que le puedan causar pero que a final de cuentas, estos recuerdos lo convierten en ser humano. Incluso dentro de la zona se volverá a encontrar con Andrea y podrá descubrir por que se separaron.

Además, es de resaltar como con muy pocos recursos Christoffer Boe, es capaz de hacer una excelente película, que aprovechando su humilde presupuesto nos invita a ser cómplices de éste viaje onírico, usando incluso herramientas como animación tradicional en algunos segmentos de la historia, que hacen de esta una delicia visual y hasta juguetona.
Asi que sobran motivos para recomendar esta grandiosa cinta que por méritos propios merece ser vista, ya que cuenta con un mensaje despojado de moralejas baratas y nos recuerda un poco, que ser humano en ocasiones no es una experiencia tan desagradable.