lunes, 22 de abril de 2013

SCOOP (AMOR Y MUERTE) de Woody Allen

TÍTULO ORIGINAL: Scoop
AÑO: 2006
DURACIÓN: 95 min.
PAÍS: Reino Unido
DIRECTOR: Woody Allen
GUIÓN: Woody Allen
FOTOGRAFÍA: Remi Adefarasin
MUSICA: Varios REPARTO: Woody Allen, Scarlett Johansson, Hugh Jackman, James Nesbitt, Ian McShane, Romola Garai, Kevin McNally
PRODUCTORA: Coproducción GB-USA; BBC Films / Focus Features / Ingenious Film Partners
GÉNERO: Comedia.

- Eres una fábrica de pesimismo compulsivo que siempre ve el vaso medio vacío.
  Sondra (Scarlett Johansson)
- No, te equivocas. Yo veo el vaso medio lleno ... pero de veneno.
  Splendini (Woody Allen)

Después de la extraordinaria obra pesimista y no menos lúgubre Macht Point (2005), cinta que dejaba ver a un Woody Allen en plena forma creativa, bastante incisivo y sin concesiones en su discurso ético como si de Bergman se tratara (incluso a su servidor el mencionado filme lo dejo con la misma sensación de incomodidad como aquella también genial La hora del Lobo de 1967 del autor sueco), pues el realizador cambia  de registro y regresa a la comedia de situaciones que tanto lo ha caracterizado en su prolija carrera y nos entrega esta simpática (no confundir dicho término con menor) cinta en donde el buen Woody demuestra que sigue dominando los cambios de tono e intención al momento de escribir sus ágiles guiones.

La cinta de Scoop surge de manera bastante peculiar cuando la joven actriz Scarlett Johansson después de trabajar en la mencionada Macht Point habla con Allen y le expresara lo fascinante que fue colaborar con él, aunque le externa también que le hubiese gustado compartir escena con él, de ahí que el buen Woody gracias a esta plática promete escribir un guión en el que puedan participar los dos y así nace  Amor y Muerte (Scoop), por supuesto Allen se guarda el protagónico junto a la actriz oriunda de Nueva York para entregar una divertida historia que comienza así……. El respetable asiste al funeral de Joe Strombel (magnifico Ian McShane)  distinguido y férreo periodista que contaba con la capacidad de desenmarañar cualquier noticia por lo cual se volvió toda una celebridad en el mundo del periodismo, amado y odiado a partes iguales.

Total que después nos damos cuenta que el mencionado periodista (McShane) se encuentra con un séquito de personas en una embarcación la cual está siendo manejada por la mismísima muerte (Peter Mastin) quien lleva a todos los presentes al inframundo (no miento esta se encuentra ataviada con su tridente y su capucha negra), ahí Strombel entabla una conversación con una mujer la cual murió en circunstancias bastante turbias y le comenta a este que su muerte no fue accidental pues el responsable es ni más ni menos que Peter Lyman (Huhg Jackman) un importante aristócrata británico, y que su motivación fue por que descubrió un secreto que no podía ser develado pues acabaría con la carrera del mencionado político.


Como podrán suponer Strombel queda enganchado con esta plática pues descubre que tiene una importante premisa pero ahora no puede publicarla pues está muerto, empero es tanta su exaltación que decide regresar al mundo de los vivos y se arroja a la turbia agua que conduce al inframundo (jajajaja). Y en ese momento conocemos a una bella y algo despistada chica llamada Sondra (Scarlett Johansson) quien es un aprendiz de periodismo norteamericana la cual no da una al intentar escribir algún artículo relevante, y  que se encuentra de vacaciones en Inglaterra con una amiga; con la cual asiste al espectáculo de un ilusionista que se presenta en la ciudad y que se hace llamar Splendini (glorioso Woody Allen). El hecho es que Splendini hace pasar a Sondra al escenario para un acto, y es en ese momento que Strombel se contacta con la chica (pues tiene dotes de periodista) y le da algunas pistas para que investigue el caso Lyman. Para no hacer el cuento más largo pues resulta que tanto Sondra como Splendini comienzan una extraña relación paterna filial (jajaja aqui se encuentra una ácido visión a las relaciones disfuncionales entre padres e hijos) y empiezan a trabajar juntos para investigar el supuesto caso de asesinato que involucra al susodicho Peter Lyman; solo que surge un pequeño inconveniente (más bien algo grande, jajaja) pues Sondra se enamora del principal sospechoso y la investigación se torna aún más difícil.

Respetable lector como podrán notar el guión que plantea Allen puede parecer bastante excéntrico al momento de descubrir tanto la presentación de personajes como el planteamiento de situaciones y sus múltiples motivaciones, sin embargo cuando se ponen sobre la mesa todas las cartas, la historia funciona como maquinaria de reloj pues el mcguffin que significa descubrir la verdadera identidad del asesino del tarot se torna bastante estimulante, sobre todo cuando presenciamos las disparatadas situaciones que se presentan para que el jocoso dúo conformado por Sondra y Splendini traten de acercarse a su sospechoso número uno y tratar de desenmarañar su identidad. Esto gracias a que el realizador neoyorkino sabe balancear bastante bien aspectos como el suspense, la inserción del clásico  humor negro marca de la casa (nótese frases como "Tengo raíces hebreas, pero cuando crecí me convertí al narcisismo.") y por supuesto aspectos dramáticos que hacen que la historia se vuelva un tour de forcé sobre todo en su tercio final.

Así pues otro aspecto neurálgico que hace que la cinta funcione de manera excelente es el tercio de actores principales, ya que la relación entre estos destila bastante química, por una parte aquella relación paterna filial que desarrollan Allen y Johansson es una gozada pues ambos actores se entienden con bastante naturalidad y la complicidad que hay entre ellos hace que el relato se sostenga bastante bien. De ahí que nos encontramos con un divertido Woody Allen en su eterno papel de tipo despistado con buen corazón, bastante neurótico con la dosis exacta de mala leche; y por supuesto Scarlett Johansson da el ancho perfecto como la inocente y guapa periodista en apuros (todo gracias a un performance bastante natural). Por otra parte el tándem Johansson-Jackman también tiene sus momentos, y por supuesto es el carisma del actor de origen australiano lo que convierte a su Peter Lyman en todo un distinguido aristócrata londinense que parece no romper un plato, por lo cual ahí radica esa duda razonable de descubrir si de verdad es un asesino.

Es por este motivo que encontramos una cinta bastante ágil a nivel narrativo, la cual aunque contiene algunas trampillas para mantener en secreto la identidad del asesino (las cartas que se encuentran en la bóveda de la casa de Lyman) jamás se percibe carente de ingenio o divertimento, pero sin lugar a dudas el diseño psicológico de los personajes es lo que permite que la trama avance de forma bastante fluida hasta el agridulce final que indudablemente cierra de forma coherente el relato. Por supuesto en lo concerniente a las locaciones Allen repite por segunda ocasión la ciudad de Londres como lo hiciera posteriormente en Los Inquebrantables (2007) y Conocerás al hombre de tus sueños (2010), esto para retratar las idiosincrasias de aquella cultura, y se pitorrea de forma bastante velada de estos aspectos en chistes como “Estaba en el bar y he oído que te ahogabas. He terminado él te y he venido a ver” o cuando Splendini se refiere al público que lo ha ido a ver en su espectáculo siempre les dice “Lo digo desde el fondo de mi corazón, es usted un ser extraordinario, un ejemplo para su raza”.

Finalmente debo mencionar que Scoop (o Amor y Muerte como le han llamado en Latinoamérica) es una buena comedia que sabe manejar los tonos de su trama, es ágil, inteligente y por supuesto divertida, así mismo no entiendo por qué el afán de muchos “críticos” en comparar este filme con Match Point si son totalmente diferentes y no tiene nada en común, por lo cual su servidor está totalmente en desacuerdo en etiquetar esta cinta de Allen como obra menor. Así que respetables lectores no se pierdan esta divertidísima cinta pues les aseguro que no los decepcionará.


 


 


jueves, 18 de abril de 2013

LOS MUPPETS de James Bobin, Jason Segel y Nicholas Stoller

TÍTULO ORIGINAL: The Muppets
AÑO: 2011
DURACIÓN: 98 min.
PAÍS: Estados Unidos
DIRECTOR: James Bobin
GUIÓN: Jason Segel, Nicholas Stoller (Personajes: Jim Henson)
FOTOGRAFÍA: Don Burgess
MUSICA: Christophe Beck
REPARTO: The Muppets, Jason Segel, Amy Adams, Chris Cooper, Jack Black, Rashida Jones, Alan Arkin, Emily Blunt, Zach Galifianakis, Jim Parsons, Kristen Schaal, Sarah Silverman, Selena Gomez, Neil Patrick Harris, Donald Glover, Mickey Rooney, Whoopi Goldberg
PRODUCTORA: Walt Disney Pictures / Mandeville Films / Muppets Studio
GÉNERO: Comedia.

Hace mucho tiempo en una galaxia no muy lejana llamada Hollywood existía un sujeto llamado Jim Henson, hombre con gran talento creativo en el arte de las marionetas que filtro sus sueños al crear infinidad de títeres y la aplicación de nuevas técnicas para que estas cobraran vida frente a la pantalla chica, de su mente emergieron programas como Plaza Sésamo y por supuesto El Show de Los Muppets (este último toda una oda de creatividad, ingenio y todo un referente en la cultura pop). Sin embargo Henson no solo se dedicó a dar vida a tan peculiares personajes si no que se aventuró en proyectos más ambiciosos detrás de cámara rodando cintas como El Cristal Oscuro de 1982 (en donde codirige con Frank Oz) y El Laberinto (1986), filmes que marcaron época por la implementación de efectos visuales que aun en la actualidad permean y contagian de magia cuando se tiene la oportunidad de visionarlas; así mismo también colaboro en el diseño creativo y materialización física de los personajes que dan vida a Las Tortugas Ninja (Steve Barron, 1990).

Por supuesto dichos filmes sirvieron para que el autor perfeccionara técnicas que también utilizaría en los posteriores proyectos cinematográficos de la rana Kermit y compañía, pero como todo en la vida tarde o temprano termina la existencia de Henson desgraciadamente se apagó en 1990 por neumonía, pero su legado ha permanecido para que las nuevas generaciones lo disfruten, motivo por lo cual esta última producción (ahora auspiciada por la Disney) logra rescatar ese espíritu con el cual Henson había dotado a sus personajes y su universo, todo gracias a los esfuerzos creativos del actor y guionista Jason Segel (How I Met Your Mother) y el también escritor-director Nicholas Stoller (Undeclared) quienes escriben un guión tan honesto y autorreferencial  que es inevitable no dejarse llevar por esta nueva aventura de la rana kermit y sus amigos.

La historia es la siguiente, Gary (Jason Segel) y su hermano Walter (voz de Peter Linz) siempre han sido muy unidos empero con el paso de los años el segundo se ha sentido fuera de lugar porque no se ha podido desarrollar del todo como Gary, siente que es un tanto diferente y que no encaja en el mundo (bueno tal vez sea porque es una marioneta, jajaja), motivo por lo cual siempre cuestiona su existencia en su universo. Sin embargo cuando visionó por primera vez en una vieja cinta el Show de Los Muppets encontró algo de sentido en su vida por lo cual este creció con la esperanza de algún día conocer a sus ídolos. Total que cierto día Gary le comenta a Walter que tomará unas vacaciones en Los Ángeles junto a su prometida Mary (Amy Adams) y lo invita para que conozcan los estudios donde se grababa el programa de las famosas marionetas.

Y así el trío emprende el emocionante viaje solo para descubrir que los susodichos estudios son solo un montón de ruinas sin atractivo alguno, el cual por cierto ha sido adquirido por un sujeto llamado Tex Richman (Chris Cooper), quien compro el lugar para transformarlo en el museo de Los Muppets, sin embargo su verdadera intención es la de destruir este para expropiar supuesto petróleo que se haya en el sitio. Pero para desgracia de Richman nuestro amigo Walter oye el plan del malvado millonario (número musical incluido) y convence a Gary y Mary para buscar a Kermit (voz de Steve Whitmire) con el objetivo de salvar los estudios; lo malo es que la banda tiene tiempo sin estar junta por lo cual Walter, Mary y Gary ayudan a que Kermit se embarque en la aventura de volver a reunir a sus antiguos compañeros para montar de nuevo un show, recaudar diez millones de dólares y salvar su legado.

Como el respetable podrá leer la premisa de este filme es muy simple, sin embargo ahí radica su grandeza puesto que esta sencillez refleja esa honestidad con que se ha abordado la cinta por parte de sus realizadores, incluso a su servidor esta nueva entrega cinematográfica de Los Muppets le recordó en demasía a las aventuras de Los Hermanos Blues (John Landis, 1980) puesto que una buena causa en dicha historia representaba el leifmotiv de los protagonistas lo que desataba infinidad de divertidas situaciones como en este filme. De ahí que el cuarteto integrado por Walter, Gary, Mary y Kermit tiene la compleja misión de juntar a la banda de nuevo para revivir viejas glorias, y es aquí donde entra ese apartado de nostalgia que los escritores han sabido manejar adecuadamente, puesto que las auto referencias a tiempos mejores o el análisis sociocultural de cómo han influido en el colectivo la existencia de las creaciones de Henson se descubren legítimas.

Por supuesto no faltan los chistes cargados de un humor algo naif (pero también cargados de cierta ironia) que hace que chicos y grandes rían a carcajada abierta, así como la implementación de varios gags que harán las delicias de chicos y grandes, todo gracias en parte al compromiso que ponen tanto Jason Segel y Amy Adams en sus papeles para dotar  de credibilidad a los mismos. Por supuesto hay que decir que tanto Segel y Adams están acostumbrados a la comedia física por lo cual se perciben naturales como pareja protagónica y destilan gran química, y por supuesto son los encargados de brindarnos uno de los mejores números musicales del filme. Por otra parte también es una sorpresa bastante grata ver a un actor como Chris Cooper desenvolviéndose en papeles más desenfadados, por lo cual la materialización de su Tex Richman se vuelve bastante jocoso, al tiempo que las motivaciones de este se perciben legítimas, y eso me hace pensar también que dentro de tanto desparpajo existe un discurso bastante velado a los turbios criterios éticos de cómo funciona la industria de Hollywood.

Así mismo y tal vez lo más importante puede ser que hallamos ese mensaje bastante positivo sobre la importancia de la amistad y el fomento de valores que caracterizaba a las creaciones  de Henson, claro todo desde una perspectiva muy ligera pero que no tendrá problemas en llegar a la conciencia de los más pequeños. Por si fuera poco los cameos están a la orden del día y se vuelven un plus en la cinta sobre todo cuando aparecen frente a pantalla figuras como Alan Arkin, Neil Patrick Harris, Jim Parsons, Jack Black y hasta Dave Grohl quien al menos a un servidor le ha sacado una carcajada, ¡ah! y casi olvidaba el de Danny Trejo ese si es para partirse de risa. Otro aspecto importante es descubrir lo bien balanceado que se presentan las apariciones de nuestros numerosos protagonistas como Gonzo (voz de Dave Goelz), Peggy (voz de Eric Jacobson), Fozzie (voz de Eric Jacobson), Animal (voz de Eric Jacobson) y un largo etc, haciendo que este reencuentro con viejos seguidores (como un servidor) sea bastante placentero.

Jim Henson dando vida a la rana Kermit en proyectos previos.
Por último y no menos importante hay que acotar que la dirección de James Bobin (El Show de Ali G) es bastante potable en lo referente a ritmo y narrativa por lo que la cinta se pasa volando desde su arranque aun y cuando encontramos pasajes donde el conflicto emocional está más presente, por ejemplo donde Gary (Segel) y Walter se encuentran en la disyuntiva de darse cuenta que deben madurar para que su vida siga fluyendo adecuadamente (todo aderezado con el fantástico tema “hombre o muppet). Y por supuesto el trabajo de los titiriteros es todo un logro pues logran dotar de vida (si se me permite la expresión) a todos los personajes de felpa y tela, los cuales transmites en ocasiones más emociones que infinidad de personajes creados por ordenador.

Así que estimados lectores si quieren pasar un buen rato de sana diversión, no se pierdan esta nueva entrega de la pandilla de Kermit y compañía pues les aseguro que no se arrepentirán. Por cierto dedico esta entrada con todo mi amor a mi pequeña Jennifer, fan incondicional de dicha cinta.